En los últimos años, una escena se repite en escuelas y quioscos de toda Argentina: niños y adolescentes que abren sus alfajores y se encuentran con mensajes de fe como “es mejor dar que recibir”.
La reconocida marca Vimar, que hace años recorre hogares, supermercados, escuelas y quioscos, agregó a sus productos versículos bíblicos impresos en los envoltorios, generando asombro, reflexión y sonrisas entre todos los consumidores. Esta fue una decisión por parte de los socios en su compromiso con la Palabra de Dios.
Frases como “El Señor es mi pastor, nada me faltará”, “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera” y “Dios es amor” acompañan a este clásico argentino, transformando un simple momento de merienda en una oportunidad para el encuentro con la Palabra de Dios.
La iniciativa, que no fue anunciada oficialmente por la empresa, se viralizó rápidamente en redes sociales a través de fotos y videos compartidos por los mismos jóvenes, quienes mostraban su sorpresa y emoción ante estos mensajes.
“Yo quieroooo. Una, me gustan los alfajores y otra porque tiene la Palabra de Dios”, comentó uno de los tantos usuarios de TikTok al ver a un joven mostrando los versículos en un video.
Muchos compartieron cómo esas palabras llegaron justo en momentos difíciles, y otros reconocieron que fue su primer contacto con la Biblia.

Como cristianos, es muy común usar medios como la oratoria, la música, los libros y más para comunicar la Verdad de Jesucristo, pero Vimar nos muestra que Dios puede revelarse hasta en las cosas más impensadas, como lo es una golosina.
Desde La Corriente, celebramos profundamente este tipo de acciones. No se trata solo de marketing o creatividad: es evangelización en estado puro. En una sociedad saturada de información y estímulos, una frase bíblica impresa en un envoltorio puede ser la semilla que Dios use para hablarle a alguien.
Como hijos de Dios, entendemos que nuestra misión es predicar el Evangelio “a tiempo y fuera de tiempo”, como dice la Escritura. Y eso incluye ser creativos, usar todos los medios disponibles, y apoyar a aquellas empresas y emprendedores que se animan a llevar la luz de Cristo a cada rincón de la sociedad.
La evangelización no siempre ocurre desde un púlpito: puede comenzar con un simple alfajor. Hoy más que nunca, necesitamos mensajes de esperanza, verdad y amor que lleguen de forma genuina a las nuevas generaciones.
Argentina es el país que más alfajores produce y consume a nivel mundial. La producción anual se estima en 900 millones de unidades. Se calcula que en el país se consumen más de 79 alfajores por segundo y más de 6 millones al día. Y ahora, también se han convertido en un medio para comunicar el Evangelio.
Apoyemos estas iniciativas. Compartamos. Hablemos de ellas. Porque cada gesto cuenta cuando se trata de llevar el mensaje de Jesús.