Joe Kennedy, un asistente del entrenador de fútbol de una escuela secundaria pública que fue despedido por orar después de los partidos, ha sido reintegrado.
El entrenador Kennedy, quien fuera castigado en 2015 por el el distrito de Bremerton por orar en el campo después de cada partido, recientemente fue reincorporado como entrenador de fútbol, dijo el grupo First Liberty Institute en un comunicado de la semana pasada.
El consejero general de dicho grupo, Hiram Sasser, comentó: «Estamos encantados de que Bremerton y el entrenador Kennedy vuelvan a estar juntos, y esperamos que salgan invictos».
Kennedy, cristiano desde hacía años, mantenía la costumbre de ir a la yarda 50 después de los partidos y arrodillarse en oración para agradecer a Dios, a menudo con fanáticos y jugadores que se unían a él.
Un escrito presentado en la corte en octubre pasado por los abogados que representan a Kennedy indicó que el entrenador fue reincorporado a su puesto anterior como asistente del entrenador en el pasado 15 de marzo.
El distrito escolar inicialmente suspendió a Kennedy por negarse a dejar de orar en el campo, por considerar que su oración violaba la “Cláusula de Establecimiento” de la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
Ante esto, Kennedy demandó al distrito escolar en 2016, acusándolo de violar su libertad religiosa.
En el 2017, un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EE.UU., falló en contra del entrenador y la Corte Suprema. Nuevamente hubo un juicio, pero se negaron a escuchar una apelación del caso en 2019. Finalmente, en marzo de 2021, se falló contra Kennedy.
En enero del año pasado, la Corte Suprema de los Estados Unidos acordó escuchar nuevamente el caso de Kennedy. Acto seguido, el distrito escolar presentó una solicitud para desestimarlo alegando que el caso no se podía resolver porque Kennedy se había mudado a Florida. Sin embargo, el equipo legal de Kennedy aclaró que el entrenador se trasladó allí temporalmente para cuidar a un familiar enfermo.
Debieron transcurrir un total de siete años para que los jueces, por fin, fallaran a favor del entrenador. El juez Neil Gorsuch explicó: «Kennedy oró durante un período en que los empleados de la escuela tenían la libertad de hablar con un amigo, llamar para hacer una reserva en un restaurante, consultar el correo electrónico o atender otros asuntos personales. Ofreció sus oraciones en silencio, mientras sus estudiantes estaban ocupados. Aun así, el distrito escolar de Bremerton lo disciplinó”.
Además, agregó: «Tanto la Cláusula de Libre Ejercicio como la de Libertad de Expresión de la Primera Enmienda protegen expresiones como la del Sr. Kennedy. La Constitución y lo mejor de nuestras tradiciones aconsejan respeto mutuo y tolerancia, no, censura y represión, tanto desde puntos de vista religiosos como no religiosos».
Kennedy respondió a su victoria diciendo que todo lo que quería «era estar de vuelta en el campo con mis muchachos».
“Estoy increíblemente agradecido con la Corte Suprema, mi fantástico equipo legal y todos los que nos han apoyado”, dijo en un comunicado. Finalizó el mensaje comentando: “Doy gracias a Dios por responder a nuestras oraciones y sostener a mi familia durante esta larga batalla”.