Mientras resurge el debate sobre el aborto y la eutanasia en España, más de 500 grupos y miles de familias marcharon para “proteger la vida de los más vulnerables”.
A pesar de la liberal ley del aborto y de un contexto político sin mucho debate, los españoles expresaron su posición provida en “¡Sí a la Vida!”, cuando marcharon el pasado 12 de marzo.
La nueva ley de aborto, que permite a las adolescentes de 16 años interrumpir el embarazo sin permiso de los padres, fue aprobada por el parlamento en 2022, lo que ha llevado a expresar su postura a quienes defienden la vida, alarmados, además, por cifras que reflejan que entre 90.000 y 100.000 niños son abortados cada año en España.
En Castilla y León, se ofrecía a las madres escuchar los latidos del corazón del niño antes de tomar una decisión final sobre sus embarazos, lo que desencadenó una polémica nacional en enero.
Ahora, miles de ciudadanos provida salieron a las calles de Madrid solo días después de las marchas feministas del 8 de marzo, en las que se habló mucho de la reivindicación de más derechos reproductivos para las mujeres.
La marcha reunió a 23.000 personas y fue organizada por una federación de 500 asociaciones provida que llamaron a “mostrar la grandeza de la cultura de la vida”, descrita como “generosa, acogedora, constructiva, alegre que cura las heridas y que no se rinde”.
El color verde de los globos y la ropa expresó la “esperanza” de los participantes. En un ambiente festivo, muchos portaban carteles como “La vida es un regalo”, “Escucha los latidos de mi corazón: te dicen que estoy vivo” o “Los derechos humanos comienzan en el vientre materno”.
“Decimos un fuerte ‘sí a la vida’, que es urgente para los más inocentes y los más débiles, cuya vida se considera un derecho a ser arrebatado, pero también para las madres que necesitan ayuda en su embarazo, para aquellas que precisan cuidados especiales en cualquier momento de sus vidas, para todos”, comentó la presidenta de la organización, Alicia Latorre, al diario ABC España.
Entre las organizaciones evangélicas que participaron en la marcha se encontraba Aesvida.
La reunión funcionó además para oponerse a la ley de eutanasia española lanzada en 2020; se solicitó al gobierno que ofrezca mejores soluciones a los pacientes que sufren enfermedades de larga duración.