El reconocido pastor estadounidense alienta a que las congregaciones no se centren en una sola actividad.
El autor del la obra best seller “Una vida con propósito” concedió una entrevista a la revista estadounidense The Relevant, en la que analizó la debilidad de la iglesia occidental en tiempos de coronavirus y la dependencia de la adoración en los servicios que, según consideró, produce que muchos ministerios estén experimentando fuertes crisis.
El líder de la iglesia Saddleback, ubicada en California (Estados Unidos), en la que asisten más de 20 mil miembros, expresó al medio local que “la mayoría de las iglesias solo giran entorno al momento de la adoración y, si les quitamos eso, no tienen nada”.
Estas declaraciones se dan en el contexto de restricciones que el Gobierno de Estados Unidos implementó meses atrás, cuando prohibió a los templos reunir gente para brindar servicios de adoración.
Warren explicó que en Saddleback aplican cinco propósitos esenciales para seguir activos en la predicación del evangelio, aún en tiempos de pandemia. Estos se basan en los ministerios de predicación, misión, solidaridad, adoración y discipulado. Por lo cual, si alguno de ellos está limitado por situaciones de fuerza mayor, «todavía tenemos otros que permanecen en marcha”, afirmó el pastor.
Aunque los servicios de alabanza y adoración están restringidos momentáneamente en Estados Unidos, esto no detuvo a la iglesia californiana que logró alcanzar a más de 16 mil personas nuevas para Cristo. Al comienzo de la pandemia, Rick Warren y su congregación decidieron hacer una lista de las necesidades y los diferentes problemas que el COVID-19 estaba creando de manera colateral entre los miembros, y accionaron como ministerio desde la solidaridad para ser luz en medio de tanta crisis. Esta estrategia produjo que “estemos en un momento de avivamiento”, aseguró el pastor.
“De esas 16 mil personas que han venido a Cristo, más de 12 mil de ellas lo han hecho por el testimonio personal de cada uno de nuestros miembros. Ellos no fueron guiados por mis sermones, sino que fueron evangelizando uno a uno”, concluyó el pastor de Saddleback.
“Le enseñamos a nuestra gente que cada miembro es un ministro del evangelio”, explicó Warren, y añadió que “todos somos testigos de Cristo, todos somos misioneros, la gran comisión no es de algunos pocos, es para toda la iglesia”.
En la entrevista, Rick Warren también sostuvo que no puede arriesgar la salud de sus congregantes solo por mantenerlos reunidos en un lugar donde puedan contagiarse cientos o miles de personas, solo por tenerlas escuchando sus predicas o cantando canciones. Por eso, él optó que la iglesia siga activa por medio de los grupos pequeños, para cuidar la salud a cada miembro.
Además, durante este año, Saddleback se convirtió en el distribuidor más grande de alimentos en el sur de California, y llegó a donar más de 150 toneladas de alimentos a la comunidad, asistiendo a más de 300 mil familias afectadas por la recesión económica y el desempleo.