Muchas de nosotras tenemos la oportunidad de enseñarles algo muy valioso que en la mayoría de las escuelas aún no se imparte y es la administración del dinero.

Enseñarles a nuestros hijos sobre el valor del dinero, que los recursos que tenemos son limitados, que ganarlos lleva un esfuerzo y que por eso tenemos que aprender a administrarlos sabiamente, les ayuda a entender que es mejor planificar los gastos y adoptar buenos hábitos como el ahorro y el uso estratégico de instrumentos de crédito; con el correr del tiempo, esto va generando en ellos las bases para el desarrollo de su futuro económico. 

El libro de Proverbios nos deja un sabio consejo para todas aquellas que somos madres y entendemos que el arte de educar es un tema del cual no podemos desligarnos y sabemos que, si lo hacemos con responsabilidad, bendecirá a nuestros hijos y a las generaciones futuras.

Proverbios 22:6 dice así: “Educa a tu hijo desde niño, y aun cuando llegue a viejo seguirá tus enseñanzas”.

Los especialistas coinciden en que cada vez es más importante educar a los niños en temas financieros desde muy temprana edad para que puedan incorporar de manera natural conceptos como el ahorro y la inversión, y que de esta manera aprendan para el futuro a manejar sabiamente su dinero.

Según UNICEF, la educación social y financiera para la infancia es crucial y para ello tienen un programa especial, con el objetivo de «inspirar a los niños a ser ciudadanos social y económicamente responsables y empoderados».

Promover educación financiera y una cultura financiera positiva entre niños y jóvenes es clave para garantizar una población con las herramientas necesarias para poder tomar buenas decisiones económicas a largo plazo, ya que sabemos que la falta de educación financiera hace que las personas y las familias sean más vulnerables al endeudamiento y a la pobreza en general.

Empecemos cuanto antes

No esperemos a que nuestros hijos se casen o sean adolescentes para hablar de estos temas, cuanto antes lo hagamos, mejor para ellos; porque está demostrado que los niños aprenden más fácilmente de las experiencias cotidianas de la vida real y de situaciones cercanas.

Es fundamental que lo que les enseñemos esté adaptado a la edad o a la etapa en la que se encuentren, para evitar la pérdida de interés en el tema. Usando la creatividad lograremos generar actividades que les permitan organizar y administrar  su dinero de una manera divertida.

Si todavía estás a tiempo y tenés niños pequeños, podés aprovechar a introducir juegos que abarquen estos temas y cuando sean un poco más grandes podés asignarles pequeñas sumas semanales o mensuales para que ellos mismos puedan administrarse y comiencen a manejar sus propios ingresos.

Mi hija menor tiene 2 años y medio y a ella le encanta jugar al supermercado, de este modo, poco a poco va entendiendo cómo funciona el dinero, que para adquirir productos necesitamos entregar dinero,  y me ha pasado en varias oportunidades que vamos a algún comercio y ella quiere pagar y participar del intercambio de dinero, recibir el vuelto, guardar el ticket, etc.

Mi hijo mayor tiene 7 años y en esta etapa de su vida ya tiene algunos ingresos gracias a algún regalo  especial que recibe, cada tanto lo visita el ratón de los dientes, o de vez en cuando tiene una paga especial por alguna tarea realizada, entonces, también aprovechamos estas oportunidades para enseñarle sobre la importancia de ahorrar para comprarse algún juguete que le gusta y le explicamos que es mejor una compra planificada que dejarse llevar por un impulso o berrinche.

Lo mejor es enseñarles con el ejemplo, de manera que ellos puedan ver que el dinero no es un tema prohibido ni exclusivo de los adultos, que sepan que somos ordenados y que manejamos nuestras finanzas con sabiduría y bajo la bendición de Dios.

Todas nosotras tenemos la gran oportunidad de impartirles conocimientos para que nuestros hijos  se preparen y que puedan llegar más lejos de lo que nosotras pudimos llegar.

Contadora Pública Nacional (UNLP). Casada con Ezequiel Rossini y Mamá de Isidro y Francisca. Junto a su esposo forman parte del equipo pastoral de la Iglesia Vida Sobrenatural de la ciudad de La Plata y administra hace más de 10 años la Gerencia Comercial de una empresa de servicios de salud.