Elegí Sonreír es una institución que asiste a niños, jóvenes y mujeres en situación de vulnerabilidad y a quienes atravesaron violencia y/o abuso sexual, fue fundada por la líder de la iglesia evangélica La Cruz.
La pastora Lali Gómez describe en principio que para reconocer un abuso se deben observar varios signos. “Que un niño se orine en la cama no significa que está siendo abusado, pero sí es uno de los factores que puede estar presente en alguien que está sufriendo abuso. En los talleres que dictamos explicamos los diferentes factores que se pueden reconocer en una víctima de este delito”, detalla la fundadora.
Lali explica que la serie de signos que se pueden identificar se constituye por elementos biológicos, emocionales y conductuales, «tenemos que observar en todas las áreas donde se presenten diferentes factores para sospechar de un posible abuso». Entonces advierte que en el caso de que una persona denuncie o se hable sobre un acoso, “hay que acompañarla, ofrecerle una buena escucha e ir avanzando de acuerdo a lo que necesita”.
Desde la Fundación Elegí Sonreír, la fundadora cuenta cómo es el procedimiento ante estos casos. “Si la víctima es un adulto, tenemos que hacer el acompañamiento, primero asistirla para hacer la denuncia y después la persona no quiere la revictimización ni que se le hagan preguntas del tipo ‘¿cómo te hizo?’ o ‘¿dónde fue?’, esas preguntas no se hacen”, explicó. Al contrario, enfatiza que “uno debe escuchar lo que la víctima cuenta y tratar de sostenerla emocionalmente”.
“A la víctima debemos decirle que es valiente por haberlo contado, agradecer su confianza y aclararle que no es culpable de lo que le sucedió”.
Lali Gómez
Lali Gómez advierte que «siempre sobre todo hay que fortalecer la autoestima y el tratar de acompañar emocionalmente. Este acompañamiento no se termina ahí, sino que ahí recién comienza el proceso».
La denuncia ante un abuso sexual «siempre tiene que realizarse frente a las autoridades y la tienen que tomar», subraya Lali. «La víctima debe ir de inmediato a declarar junto a una persona que la acompañe frente a esa situación, si el acto sucedió en ese instante, lo importante es no bañarse ni cambiarse, hay que ir en las condiciones en que está, para preservar las pruebas, sea un menor o sea un adulto», relata la presidenta de la fundación.
La Fundación Elegí Sonreír también asiste a niñas y niños que fueron abusados, “si es un menor, tenemos una responsabilidad mayor, porque estamos obligados a realizar la denuncia. Es un deber, una obligación social denunciar al agresor”, explica Gómez, y a su vez añade, “hay dos preguntas básicas que hay que hacerle a la niña o niño, una es si actualmente está siendo abusado, cuándo fue la última vez y si todavía está en contacto con el agresor, porque a partir de esto se sabe qué medidas tomar”.
Lali describe que “el menor puede estar contando de un hecho que ocurrió cuando era más pequeño o puede estar contando algo que le está sucediendo actualmente, entonces no podemos permitir que ese niño vuelva a donde está siendo abusado”.
“El mensaje que podemos dar es que Dios siempre estuvo. Que el problema no tiene que ver con ella, sino que el problema lo tiene la persona que no se ha encontrado con Dios”.
Lali Gómez
La fundación se fundamenta en bases de la Biblia, y Lali afirma “a quienes pasaron por un abuso sexual le compartimos de Dios, le enseñamos que Él no pone parches, sino que hace todas las cosas nuevas, y con esa premisa las acompañamos, para que sepan que uno puede mirar hacia adelante porque hay nuevas oportunidades en Él”.
“Siempre hay que recordar las promesas de Dios sobre la vida de una persona y que más allá de lo que nos haya tocado vivir, esas situaciones no son del agrado de Dios ni estaban en sus planes. Pero como las personas decidimos, quienes deciden mal agreden a otros”, describe la pastora Lali.
También comenta que desde la fundación insisten en la importancia del perdonar, y que “el perdón no tiene que ver con una restauración de la relación con el otro, sino con un auto regalo, que es sacarme de encima esa mochila que me ata al pasado, que me ata al dolor y poder decir ‘lo entrego’”.
“El perdón es una decisión, no es un sentimiento. Nunca voy a sentir perdonar, eso lo tengo que decidir, tengo que tomar una decisión de mirar hacia adelante”.
Lali Gómez
La pastora explica que ante un abuso sexual se invita a perdonar, porque fundamenta “ahora puedo decidir sola, puedo decidir en mí, puedo mirar hacia el frente y creer que puedo salir adelante pese a lo sucedido”.
La prevención de un abuso sexual
Lali Gómez enseña que la prevención puede ser primaria, secundaria o terciaria. “Si nunca hubo, se trabaja para que nunca haya, se informa del tema, pero en caso de que haya habido un abuso se trata ese dolor para que no permanezca y no le cause otro tipo de consecuencias”, detalla.
“En nuestra fundación, en especial se trabaja con los niños en fortalecer la autoestima, en que reconozcan su cuerpo y el manejo de las emociones”, revela Lali. En consecuencia, describe “es para que a futuro no sufra un abuso. Y también se trabaja desde lo social con la prevención, mediante publicaciones en redes sociales; es un trabajo constante y en todas las áreas”.