Sin dudas este tiempo de pandemia marcó un antes y después para todos. El mundo cambió. Todos tuvimos que adaptarnos, reinventarnos para seguir adelante. Lo hicieron en el ámbito de los negocios, comercios, en la salud, educación, cultura, entretenimiento y también tuvo que hacerlo la iglesia.
Este periodo que atravesamos tiene muchas definiciones, ha sido tiempo de crisis, de dolor, pero también me animo a decir y definir que ha sido una temporada de oportunidades. Sí, la iglesia está ante una gran oportunidad en medio de esta temporada de covid / postcovid.
“No se acuerden de las cosas pasadas ni consideren las cosas antiguas. He aquí que yo hago una cosa nueva; pronto surgirá. ¿No la conocerán? Otra vez les haré un camino en el desierto, y ríos en el sequedal. Isaías 43:18-19.
Esta palabra declarada por el profeta fue una de las que Dios puso en mi corazón para esta temporada: Dios hará cosas nuevas otra vez. Creo que estamos ante una oportunidad de visibilizar el amor, acción y compromiso de la iglesia en la sociedad como nunca antes.
¿Cómo llevar ese amor a la sociedad?
1.Llenarnos de su amor a diario
Si todos recordamos el inicio de la pandemia, podemos traer a la memoria semanas y meses de aislamiento en los hogares. Muchas actividades, eventos y agendas se vieron interrumpidas. También muchas de las actividades de la iglesia, virando todo a lo digital, redes sociales y transmisiones online.
Allí tuvimos la oportunidad de reconectarnos con Dios, teníamos todo el tiempo para hacerlo, ya no había excusas. Creo que esta pandemia nos dio una oportunidad de buscar a Dios, renovarnos y tomar el hábito de hacerlo todos los días. Hay un fuego que Dios inició en nuestros corazones, del que somos responsables de cuidar y avivar a diario tal como Pablo le aconseja a Timoteo.
Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 2 Timoteo 1:6
Es importante saber que, si queremos dar su amor a los que no lo conocen, vamos a necesitar detenernos y buscar ser renovados, buscar su corazón. Porque no vamos a poder dar algo que no recibimos. Si queremos brindar su amor a la sociedad, necesitamos recibir primero su amor.
De la intimidad a la necesidad, sin escalas
Ahora el desafío es pasar de la intimidad con Dios a la necesidad de la sociedad. No quedarnos encerrados en la iglesia o en este contexto actual sería “no quedarnos encerrados en nuestras casas”, ahora debemos salir y estar donde está la necesidad.
2.Manifestar el amor en acción
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Mateo 9:35-36
Hay un momento donde las palabras no alcanzan y ese es el momento para traducir el amor de Dios en acciones. No podemos hacerlo desde la comodidad de nuestras casas o iglesias. Así como Jesús recorría ciudades estando cerca de la necesidad, nosotros tenemos la oportunidad y responsabilidad en este tiempo de llevar su amor a cada rincón de la sociedad. Debemos estar donde está la necesidad.
Algunas de las acciones y oportunidades que hemos tenido a lo largo de la pandemia para manifestar el amor de Dios a la sociedad:
- -Sanitización de móviles de la policía, comisarías, alcaldías, cuarteles de bomberos y defensa civil.
- -Sanitización de locales comerciales del barrio y entrega de kit de higiene
- -Agasajos a personal de salud de hospitales
- -Entrega de kit de higiene a pacientes con covid en los hospitales
- – Impactos con entrega de donaciones, corte de pelo, charlas de higiene y ducha
- -Acompañamiento a familiares de personas internadas con covid
- -Campañas de donación de sangre en las instalaciones de la iglesia
- -Agasajos a maestras de jardines y colegios primarios
- -Ollas solidarias
- -Entrega de viandas y camas térmicas a personas en situación de calle
- -Vacunatorio en las instalaciones de la iglesia
Estas son algunas de las acciones prácticas de amor que manifestamos a la sociedad en medio de la pandemia.
Es mi oración que Dios te dé creatividad e innovación para llevar el amor de Jesús al lugar donde estás con acciones concretas a la sociedad. ¡Adelante!