El campeón nacional de freestyle se mudará a México en los próximos meses para buscar el ascenso a la Freestyle Master Series en México 2022, además de intentar participar en la Final Nacional de Red Bull Batalla como otros torneos importantes en el país azteca. Además, saldrá un nuevo video juego de su autoría que se llamará “Eben Ezer”, posiblemente durante el 2022.
Su ida de Argentina en algún punto puede llamar la atención, en otros no, ya que muchas personas a raíz de las consecuencias que tuvo la pandemia en sus vidas han tomado la decisión de emigrar y buscar nuevas oportunidades fuera del país.
Juan Matías Varela, más conocido como Dozer, es un freestyler proveniente de la provincia de Buenos Aires. Luego de varios intentos presentándose año tras año, logró consagrarse campeón de la Red Bull Batalla de los Gallos Nacional Argentina 2018. Este suceso lo catapultó a una masividad mayor aún de la que ya tenía; los videoclips de las canciones «Estoy preso», «Estudiante del asfalto», «Libre», «Trap legado», «Me equivoqué» y «Epicoscience», superan día a día la cantidad de reproducciones llegando al millón de visitas en YouTube.
Llevando como bandera siempre el nombre de Dios, en sus rimas vela por no insultar y medirse en sus palabras; ardua tarea, ya que en el rap y las batallas tenemos que saber que se pega donde más duele y que todo vale. “Juego en modo difícil”, así lo expresa en la siguiente charla que tuvimos con él.
LC: Lo anunciaste por medio de las redes sociales, pero contanos un poco más en profundidad, ¿cuáles son los motivos por los que tomaste esta decisión?
MV: Creo que más que nada porque es muy complicado ver lo mismo siempre. He recorrido muchos lugares de Argentina, casi todos, y más allá de eso, me cuesta encontrar algo nuevo.
Con el tema de la pandemia me volví muy doméstico, siempre fui de salir a buscar lo que quiero, y lo que me gusta. No me molesta el tema doméstico, ya que disfruto mucho de mi hijo y de mi familia, pero en cuestiones de propósito o de llamado, toda la situación actual me complica y lleva la contra. No fue algo de un día al otro, me costó, pero después de procesarlo entendí que acá había cumplido y aprendido, pero toca la hora de ir por nuevos lugares. Mi vida está a punto de dar un giro de 180°.
Me duele dejar el país, es el lugar donde crecí, donde pude ser campeón. Dios me dio la posibilidad de pisar de alguna manera ese podio, y en ese momento lo viví como nadie; tengo muchos recuerdos, muchos errores. Me cuesta bastante.
LC: Bueno entiendo que, al margen de todo, en el ambiente en el que estás y en el cual querés crecer, demanda que te muevas, y en parte es bueno estar dispuesto a hacerlo. A veces las posibilidades dejan de llegar y uno debe ir por ellas. ¿Cuál es el itinerario antes de llegar a México?
MV: ¡Ni hablar! que es así! La planificación es irme a Chile aproximadamente un mes y medio, luego vuelvo a Buenos Aires unos días y salgo rumbo a Perú, porque me invitaron a un torneo internacional. Regreso a Buenos Aires unos días más, para ahí sí, en noviembre salir rumbo a México por unos seis meses. Parece intenso, pero estaba todo super quieto y cuando una sola cosa empezó a moverse, se dieron todas las demás. Nuestra meta es Estados Unidos. Sabemos que es muy difícil, pero esperamos poder hacernos la base en México para llegar.
LC: Sabemos que hay una diferencia entre el rap y el trap crudo, por así decirlo; para el oyente común el rap es lo instaurado, pero en el caso del trap, que hoy en día es furor, ¿se podría pensar al género como algo del momento y no como algo que perdure en el tiempo, o que podría menguar y terminar mutando?
MV: ¡Uh, qué buena pregunta! Es muy cierto, a ver, pienso que el trap me hace acordar un poco al reggaetón, en el sentido de que comercialmente es el que más perduró en el tiempo. Y pienso que el trap toca eso de lo comercial, y ahí está la diferencia con el rap. El trap puede ser comercial porque es un mensaje que mayormente le gusta al oyente y quien quiera bailar, que es lo que vende hoy, el rap se va a otro público, generalmente el que rapea tira conciencia y no todos disfrutan de eso. Una sola persona que me hizo sentir el rap, que lo hizo comercial y encima generaba conciencia, fue Vico C. Una de las únicas personas para mí que lo hizo, ser un poco como él en la música es mi meta.
LC: Hablando de mutar, ¿creés que al llegar a otro país tu forma empiece a cambiar?
MV: ¡Ah sí, olvidate!, yo creo que sí. Voy a cambiar sin abandonar mi estilo, pero sí adoptaré cosas nuevas que vea recorriendo México, que es algo que quiero hacer, y tratar de ganar respeto compitiendo ahí, aunque ya lo hay de cierto modo; conocer a otros raperos de los cuales sé que voy a aprender. Quiero aprender, porque uno nunca deja de hacerlo; así que lo que decís es verdad.
LC: Habiendo sido campeón en la Batalla de Gallos, y con este tiempo que llevas de experiencia, ¿qué cosas le exigís a un productor a la hora de trabajar con él?
MV: Me gusta que me dé mi espacio. A veces pasa que algunos productores tienen muchísima personalidad, que son excelentes, pero apagan tu forma de hacer las cosas. Incluso pueden tener una visión muy buena y añadir algo muy copado, eso está genial, pero cuando el productor me impone sus formas me siento incómodo y ya no toco ese terreno. Siempre busco productores sencillos que son más de preguntar las cosas y consensuarlas con vos. Con ese tipo de productores tengo menos conflictos.
LC: Hay algo de lo que tú haces, que claro, lo veo en otros raperos y me asombra, y es la amplitud de vocabulario. Porque podríamos rapear y más que rimar, ser repetitivos en el uso de las palabras; pero ser original y creativo demanda de una amplitud. ¿Dónde buscas esa fuente de palabras, cuál es el método?
MV: Yo personalmente, antes, al principio, me escribía las rimas; por ejemplo, rimas con eca, o eta: biblioteca, Yeca, karateca, meta, libreta, geta, atleta, bicicleta, cometa, respeta, y así un montón, que ahora están en mi biblioteca mental, pero en ese momento me las anotaba, y me ponía a rapear con eso, hasta que me lo aprendía de memoria. Cuando iba al tren ya tenía un montón de palabras y todos se sorprendían porque parecía una canción improvisada.
LC: ¡Me siento estafada! ¡Yo pensé que les salía natural! (risas)
MV: ¡La mayoría sí! pero al principio estás nervioso (risas); tener eso de back up ayuda un montón para romper el hielo. Por ejemplo, en el Taller de rap que tengo (Maestros del Freestyle) siempre le digo a mis alumnos que en el freestyle no importa qué ritmo utilices, vos tenés que improvisar en el momento, y esas palabras tienen que rimar y tener coherencia. Si riman pero no dicen nada, no sirve; no es lo mismo decir: “yo tengo una meta, escribir rap en mi libreta”, a decir, “yo tengo una meta, que el mundo cambie, las personas sean mejores, a través de mi libreta”. Necesitas agregar un contexto, un contenido que al final culmina con la rima.
“La rima puede ser muy básica y la hace cualquiera, pero improvisar en el medio para conectarlas es lo que importa”.
Y cuando en las clases les digo que se escriban las rimas me miran como si fuera pecado, parece controversial, pero cuando les preguntas si leen la mayoría te dice que no, su única lectura está en Twitter, y pienso que sí, leer te nutre en el lenguaje y es fundamental para generar esa biblioteca mental de palabras.
LC: En el caso de cuando rapean en el tren o subte que le “piden palabras” a la gente que está en ese momento viajando, y riman con eso, muchas veces hacen referencia a las personas que están en modo espectador obligados. He visto que la gente se ríe, se avergüenza o hasta se podría ofender. ¿Te pasó alguna vez?
MV: Sí, siempre pasa eso, a mí no tanto porque yo trataba de no hacerlo, pero a un amigo mío le pasó lo siguiente: subió al subte y se dirigió a un hombre que estaba ahí, que además era pelado y le dijo: “señor, ¿le puedo pedir un favor? usted me hace acordar a un actor, pero elija, ¿es Toreto o el Transportador? y la gente se empezó a reír, pero el tipo lo miró super mal, que parecía que le iba a pegar en cualquier momento (risas)
LC: Uno ve que se dicen cosas muy fuertes en las batallas y ellos saben que vos vas a sacar a relucir a Dios, no van a llevarse una sorpresa en cuanto a eso. Me imagino que como en cualquier deporte o competencia uno siempre estudia a su rival, y sabe dónde golpear, pero ¿hasta qué punto hay expresiones que están fuera de lugar? ¿Vale todo en la batalla? ¿Puedo perder una batalla por mi ideología o incluso ganarla?
Esto hace referencia a la Red Bull Batalla de los Gallos del 2019 cuando en los cuartos de final de la competencia se dio el enfrentamiento entre Roma y Dozer. En sus rimas, ambos dejaron claras sus posiciones frente al debate por el aborto legal en nuestro país. Dozer defendió su ideología pro-vida; mientras que Roma inscribió en las filas del feminismo y abogó por el derecho a decidir sobre la maternidad. La descalificación de Dozer puso en duda la real libertad de expresión en las batallas.
MV: Mirá, te voy a contar algo, hace mucho tiempo (trece años atrás) en la iglesia organizaba batallas, e invitaba a todos a competir a la iglesia. El pastor nos dejaba competir, pero no había que insultar. El insulto era lo más básico, lo más usado. Entonces claro, cuando llegaban, perdían todos o eran descalificados por el uso de insultos. Esa era una norma que yo respetaba, pero no lo sentía natural.
Ahí me planteé competir fuera de la iglesia, en otro terreno, no quería imponer reglas, ni que se me impusieran a mí. Había una búsqueda de libertad en el rap que no tenía que ver con poder insultar o no. Yo rapeo de Jesús y todos pueden jactarse de eso, yo juego en modo difícil, porque ellos responden con insultos, y yo tengo que recurrir a otra cosa, y no caer en lo bajo. Y es muy loco lo que vos mencionas del aborto, porque en ese momento, en esa batalla, yo sentí que estaba en la iglesia. Porque me estaban poniendo condiciones para rapear.
La iglesia era juzgada por mis amigos por poner condiciones, y ahora me estaban poniendo condiciones a mí en otro lugar. ¿Quién es realmente el que no deja expresar al otro? Eso es exactamente lo que no estaba buscando, pero entendí que estoy en el camino correcto. Entiendo que yo expresé lo que sentía, aunque me condicionaron.
LC: ¿Pero está estipulado? ¿Lo permiten las reglas?
MV: Sí, ellos pueden hacer todo eso, e incluso no me molestaría si dijeran que hay temas que no se pueden tocar, si lo avisan de antemano, yo evado el tema sin problema; pero en esa ocasión nadie dijo nada, y encima me descalificaron por pensar diferente. Como experiencia masiva fue una de las más fuertes que me tocó vivir.
Ahora ya no me molesta ser etiquetado, ¡antes sí! Las personas te van a etiquetar por todo, te van a juzgar sin conocerte, o porque pensamos distinto, no entiendo por qué y no sé si lo comprenderé alguna vez. Yo encontré algo que en el mundo no está y es Dios, y Él me enseña a ver más allá de lo que una persona sin Él puede ver.
“Todos pueden ver tu exterior, tu apariencia y criticarte por eso, pero Dios ve lo que nadie más puede, y como buenos imitadores yo quiero ser igual”.
LC: ¿Te sentiste intimidado por alguien alguna vez? Acá apelo a tu vulnerabilidad.
MV: Sí, es verdad… recuerdo una vez que me afectó mucho una batalla por algo que me dijeron, que no es algo que suela pasar, pero hace muchos años atrás frente a “Dtoke”, otro competidor; yo estaba en un día malo, un poco triste, con la guardia medio baja, nada me salía bien en la batalla, todas las decisiones salían mal y agarró el micrófono y me dijo “sos un colgado, vos siempre vas a ser un fracasado” y obvio perdí la batalla, no supe cómo seguir. Llegué a casa creyendo que él tenía razón, me sentía mal.
Tenés que ir mentalizado porque van a ser hirientes. Específicamente él, como pocos, es muy punzante a la hora de rapear, todos lo saben, en ese momento fue punzante conmigo.
LC: ¿Se toma personal, o es parte del juego?
MV: ¡Súper personal! yo voy y digo lo que siento y alguna vez he dicho cosas de más; parece un show pero dicen lo que sienten, lo dicen de verdad. Me dijo fracasado y así lo creía él (risas). A mí me hicieron bullying toda mi infancia, era una pesadilla para mí ir al colegio. Me acostumbré a ese bardeo al punto que no me afecta, o sea, ir a una batalla y que alguien que no me conoce me diga algo que de chiquito me dijeron mil veces.
LC: ¿Hay algo más allá del rap que te apasione?
MV: ¡Sí! Ahora estoy creando mi videojuego. Es un proyecto al que le estoy dedicando mucho amor y tiempo, es competitivo pero enfocado a otro tipo de batalla, más de guerra, por así decirlo. El rap es pasión y esto lo estoy enfocando más como un trabajo. Pido consejo, miro mucho otros videojuegos, analizo, me lo estoy tomando muy en serio.
Siempre me gustaron y tiene que ver mucho con dónde y cómo crecí; yo vivía en Claypole, en un barrio bastante peligroso, y mi mamá para evitar que estemos en la calle casi nos obligaba a jugar a los videojuegos y así mantenernos dentro.
LC: ¿Cómo es tu vínculo con Unicef?
MV: Lo de Unicef es increíble. Me llamaron en el 2018 cuando salí campeón de la Red Bull. Yo estaba lleno de fechas, me habían empezado a hablar de todos lados, y cuando me contactaron fue rarísimo. Mi infancia fue mirando “Un sol para los chicos”, y de pronto tener la posibilidad de conocerlos era impactante. Empezamos a hablar y hay una relación genial.
La propuesta al principio fue ser parte de un Movimiento de Rap Digital que concientiza sobre el bullying, grooming, la difusión de imágenes sin consentimiento, entre otras cosas; pensé que solo sería eso, pero luego continuamos y hoy en día organizaré con ellos una competencia. Ya van tres años que trabajamos juntos y es un gran privilegio para mí.
LC: ¿Cómo te impacta cuando artistas como Redimi2 comparten tu material, o lo comentan en las redes?
MV: Hace un tiempo hablaba de eso con otra persona que me hizo una pregunta similar. El día que salí campeón miré el teléfono y estaba reventado de mensajes, y yo todavía no entendía nada. apagué el celular y me fui a dormir, no miré nada. Y esa es mi actitud ante todo. Estoy feliz, por ejemplo, con lo de Redimi2, pero para mí lo más sorprendente de mi vida es Dios, nada va a sorprenderme más que Él. Me sorprenden o más bien me enamoran cosas que hace mi hijo. Pero tengo una aceptación de la realidad donde sé que Dios es la mayor sorpresa de mi vida, obvio que me encanta y me anima ver esas cosas, o el reconocimiento. Trato de que haya un equilibrio porque tampoco podemos vivir sin que nada más nos sorprenda.
“Pero mi asombro está en Dios, en lo que conozco día a día de Él”.
LC: Sí entiendo que no pierdes la capacidad de asombro, pero también es una forma de nivelar la ansiedad; ya que como vos mencionaste, si te hubieras puesto a contestar todos los mensajes que te llegaron ese día, no hubieras disfrutado del momento que estabas viviendo.
MV: Eso mismo, resumiste perfectamente en veinte segundos todo lo que a mí me llevó como cinco minutos (risas).
LC: Cada cual con su don, tú rimas, yo hago síntesis. Para culminar, ¿qué feat te gustaría concretar?
MV: Me encantaría poder trabajar alguna vez con Vico C, eso seguro, y del palo de acá, compañeros de Argentina hay un montón, pero creo que Thiago, Trueno, son super talentosos y sería increíble hacer algo con ellos.
De esta manera Dozer nos deja a la espera de su nuevo material que desarrolle en México, y del lanzamiento de su videojuego que da inicio a esta faceta como creador de contenido para Gamers; te adelantamos que el videojuego se llamará Eben Ezer o Eben-Ezer que es una expresión hebrea del Antiguo Testamento que significa “roca del socorro”.