Un dato muy interesante del cerebro es que es un órgano que representa el 2% del peso corporal, pero consume hasta un 20% de la energía que gasta nuestro organismo. Es uno de los órganos más activos de nuestro cuerpo; pero aun así ¿cuánta importancia le damos a su cuidado?
Sabemos que en nuestra vida espiritual todo debe estar anclado a Jesús y, por ende, llevar una vida saludable forma parte de nuestra tarea como hijos de Dios. Desde la nutrición y la alimentación podemos hacer mucho para potenciar la funcionalidad de nuestro cuerpo y del cerebro. Me gustaría poder brindarte ideas, herramientas y sugerencias para que lo puedas llevar a lo concreto.
Desde las elecciones diarias, como la alimentación, podemos potenciar o no las actividades y funciones de nuestro cerebro.
Sin embargo, te preguntaste alguna vez ¿por qué es tan importante cuidar la salud de nuestro cerebro? Mantener sano el cerebro es más que prevenir la aparición de enfermedades neurológicas como epilepsia, Alzheimer, accidentes cerebro vasculares, migraña, esclerosis múltiple, Parkinson, entre otras; es la posibilidad de construir bienestar, calidad de vida y poder prepararnos para un envejecimiento saludable.
Proverbios 4:23 hace mucho ya nos viene alertando con esto: “Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de vida”. Así como debemos ejercitar nuestro cuerpo para mantenerlo en forma, tenemos que ocuparnos de mantener la actividad mental activa para prevenir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
A partir de los 25 años aproximadamente, empezamos a perder volumen cerebral de forma natural, por este motivo se vuelve imprescindible ejercitar el cerebro. Este suceso, hace que se provoque la pérdida progresiva de funciones, como nuestra capacidad de razonar, la rapidez mental o la memoria, etc. Sin embargo, algo muy esperanzador es que la estimulación cerebral continuada favorece el desarrollo de nuevas interconexiones neuronales, por lo que es posible compensar el deterioro natural por la edad.
Así que, ¡qué mejor motivo que éste tenemos para desarrollar hábitos saludables! Y algunos de los hábitos a los que tenemos que prestarles atención son:
- 1- Leer. Que desafiante es poder proponernos leer la Biblia, o leer libros nuevos, con temáticas que nos motiven a pensar y lograr otras conexiones neuronales.
2- Aprender un nuevo idioma: de esta forma desarrollamos la memoria y favorecemos las capacidades cognitivas.
3- Estudiar un instrumento musical: la propia música activa la producción de dopamina, una hormona que contribuye a crear conexiones sinápticas. Éstas favorecen el aprendizaje, la memoria y la asimilación de conceptos.
4- Actividad física: es sin dudas algo clave para la salud física, mental y emocional.
5- Fomentar las relaciones personales: compartir con otros hace que disminuya el cortisol (hormona del estrés) y aumente la dopamina y serotonina (hormonas de la felicidad y placer). 1 Tesalonicenses 4.18 (NVI) “Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras” 1 Tesalonicenses 5:11 (NVI) “Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo”. Hay recomendaciones y consejos sobre pasar tiempo con hermanos y amigos en la fe, eso anima, reconforta e impulsa el alma y el espíritu.
6- Alimentarnos bien: tener hábitos saludables en nuestras comidas; priorizando alimentos reales y disminuyendo el consumo de alimentos ultra procesados.
Hay alimentos claves en la salud cerebral, que quiero compartirte para que los tengas en cuenta y puedas incorporar:
1- Pescados grasos con Omega-3
Los pescados grasos como el salmón, el atún y la trucha son superalimentos para el cerebro.
2- Frutos secos y semillas
Almendras, nueces, castañas de cajú, maní, semillas de chía, semillas de lino, semillas de zapallo, semillas de girasol. Ayudan a mantener la concentración y protegen a las células cerebrales del daño oxidativo.
3- Verduras de hojas verdes
Las verduras de hojas verdes, como espinacas, acelga, kale, rúcula, radicheta, son fuentes de fibra, de antioxidantes y folato, que son esenciales para el funcionamiento adecuado del cerebro.
4- Frutos rojos
Los frutos rojos, como moras, frutillas y arándanos, son ricos en antioxidantes llamados flavonoides. Estos compuestos ayudan a proteger el cerebro contra el daño oxidativo y pueden mejorar la memoria y la función cognitiva.
5- Palta: fuente de grasa saludable
Son fundamentales para la función cognitiva y la formación de nuevas conexiones neuronales.
6- Huevos: contienen colina
Los huevos son ricos en colina, un nutriente esencial para la memoria y la función cerebral.
7- Cúrcuma: un antiinflamatorio natural
La cúrcuma contiene curcumina, un compuesto con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. La inflamación crónica puede estar relacionada con trastornos neurodegenerativos, y la curcumina puede ayudar a combatirla, contribuyendo así a la salud cerebral.
8- Té verde
El té verde es conocido por su contenido de antioxidantes y L-teanina, un aminoácido que puede mejorar la concentración y el estado de alerta.
Y sin dudas, uno de los más ricos beneficios de cuidar nuestro cerebro y salud mental, es poder aprovechar al máximo los consejos que Dios dejó con amor para nosotros.
1 Tesalonicenses 5:21 (TLA) nos deja este consejo: “Pónganlo todo a prueba, pero quédense nada más con lo bueno y rechacen todo lo malo”.
Cuántas veces estamos tan agotados mentalmente, cansados, saturados de información, alimentándonos mal, con pocas horas de descanso, que frente a situaciones de la vida, donde nuestro cerebro podría seguir estas instrucciones y así aprender, recibir impulso del cielo y avanzar; no puede. No puede porque para razonar bien, para pensar con claridad, para escuchar con atención, para discernir, necesitamos un cerebro y mente sanos.
Te animo a que cambiemos nuestros hábitos, a que seamos responsables de nuestra parte, y cuidemos de forma integral este cuerpo que nos fue dado por Dios para darle la gloria a Él.