Casi todos la recordamos por la sitcom “Sabrina: La Bruja Adolescente”, en la que ella era protagonista. Sin embargo, ella comparte cómo el Espíritu Santo le trajo una perspectiva nueva y fresca sobre el poder de la oración, y cómo ello se ha destacado a través de sus viajes como misionera.
Melissa Joan Hart marcó la vida de muchos jóvenes y adolescentes con papeles icónicos que la catapultaron a la fama internacional. Si bien trabajó en otros proyectos desde más chica, aquella sitcom estadounidense marcó por completo su estrellato, que la llevó a participar de numerosas fiestas en ambientes que la arrastrarían a un mundo oscuro.
Asistió más de una vez a fiestas en la mansión Playboy, en donde conoció las sustancias y drogas que la hicieron caer aún más abajo, algo que tiempo más tarde explicaría en su libro autobiográfico: “Melissa Explains it All: Tales From my Abnormally Normal Life”.
Luego de recuperarse y alejarse de ese entorno, con el paso de los años fundó su propia productora, Hartbreak Films, y durante el movimiento #MeToo que destapó una ola de abusos sexuales dentro de Hollywood, se comprometió con la causa y se mostró firme junto a sus compañeras, a pesar de que afirmó que gracias a la presencia de su madre en todas las reuniones de trabajo, jamás sufrió de acoso.
Hace ya unos años que la actriz newyorkina muestra abiertamente que es cristiana dentro de Hollywood, aceptando papeles de películas cristianas como “Dios no está muerto 2”, realizando trabajos misioneros y predicando el Evangelio. Hart dijo que a medida que su relación con Dios crece, su fe se ha hecho “más profunda, más cercana y más satisfactoria”. Aunque ella creció como católica, su actual esposo fue una gran influencia para que ella conociera a Cristo al asistir a una iglesia.
“Tuve un momento de nacer de nuevo, del Espíritu Santo. Nunca entendí realmente al Espíritu Santo o la Trinidad en cierto sentido. Un día, estábamos en un estudio bíblico y de repente me impactó, ¡como si el Espíritu Santo tuviera sentido para mí! Un día lo sentí y pensé: ‘Dios mío, ese es el Espíritu Santo hablándome. Ahora lo entiendo’. Como si me hubiera golpeado un rayo y pensé: ‘¡El Espíritu Santo! No sé por qué me di cuenta y lo entendí.’ Entonces entendí mejor la Trinidad y todo eso”.
La fe siempre ha sido algo constante en la vida de la actriz, y aunque quiso renunciar a ella en cierto momento, creer en Dios constantemente era un norte y dirección en su vida.
“Creo que a lo largo de mi vida, la fe siempre ha estado ahí para mí. Mientras hablo conmigo misma a lo largo del día, siempre voy a Dios. Nunca soy solo yo hablando sola. Siempre estoy hablando con Dios sobre cuál sería el mejor curso de acción en una situación particular. Constantemente le pido al Espíritu Santo que me calme y me tranquilice. Estar molesta por algo no me llevará allí más rápido. Constantemente encuentro pequeños momentos a lo largo del día para pasar con Dios”, compartió.
La madre de tres hijos dice que incluso ha aprendido a manejar la ansiedad a través de la oración.
«En realidad quería dejar de orar por un tiempo porque tenía pensamientos tan terribles que me asustarían muchísimo«, confesó. «Pensé: ‘No voy a orar más porque no puedo manejar estos pensamientos. Me están dando ansiedad. Me impiden dormir. Es como, literalmente, asfixiarme por el miedo que me da. Cuando oro, Estos otros pensamientos están llegando».
¡Y fue entonces cuando me di cuenta de que Satanás estaba tratando de tomar el control, así que tenía que seguir haciéndolo! «Luché contra eso y eso ya no sucede», recordó Hart.
La ex bruja adolescente ha puesto su fe en acción de diversas maneras, incluso asociándose con World Vision, una organización humanitaria cristiana, a lo largo de los años. Trabajó con la organización para ayudar a proporcionar agua potable a la población de Zambia. Ella dice que mientras estuvo allí tuvo una conversación sobre la oración que cambió su perspectiva.
«Es un país cristiano y casi todos los hogares a los que fuimos estaban orando con nosotros. Pero no podían entender por qué oramos», dijo Hart. «No podían entender por qué oramos cuando tenemos tanto«. Dicen: ‘Es extraño ver orar a una familia que ya lo tiene todo, como, ¿por qué orarías o cómo orarías?'», continuó.
Hart dice que a través de los altibajos de su carrera ha aprendido a depender de Jesús.
«Una de las grandes cosas que he aprendido es que la oscuridad es simplemente la ausencia de luz y sin Jesús, simplemente tienes esta oscuridad y luego Jesús es la luz… así que no tener a Jesús en tu vida simplemente deja este vacío» dijo.
“Por supuesto, caigo de rodillas cuando me encuentro en una encrucijada real, cuando tengo un conflicto importante en mi vida o algo que realmente está en mi corazón. Como familia, tenemos el hábito de ir a la iglesia todos los domingos. No mostramos ninguna vergüenza en nuestra fe. La oración es solo una parte muy importante de nuestra familia. La fe es una parte muy importante de nuestras vidas”, agregó.
La actriz se dedica a tiempo completo a comunicar su fe y animar a los demás a acercarse a Jesús. Ahora se alejó parcialmente de la actuación para dedicarse al mundo del streaming. Con su canal de YouTube, la intérprete ganó popularidad en un público más amplio y de distintas edades.