Este 2024, en Francia se celebrarán los Juegos Olímpicos y Paralímpicos por primera vez en cien años, y la Sociedad Bíblica Francesa (ABF) ha elegido ese como tema principal de su Mes de la Biblia en dicho país.
La ABF, junto con la Unión Francesa de Libreros de Literatura Religiosa (SLLR), organiza esta séptima edición del Mes de la Biblia, en colaboración con más de 200 librerías.
El evento nacional, que se celebra cada año en marzo, “es una oportunidad para que la Biblia brille en medio del ajetreo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024, por eso el tema de este año es “Cuando la Biblia y el deporte se unen”, afirman desde la Sociedad Bíblica Francesa.
Desde la organización explican que: “a primera vista, la conexión entre estos dos temas puede parecer sorprendente. ¿Qué podría tener la Biblia en común con el deporte? Y, sin embargo, si se mira con atención, el Nuevo Testamento contiene numerosas referencias al ejercicio físico”.
El sitio web del evento ofrece quince carteles que conforman una exposición, la misma abarca temas como: ¿Qué deportes se practicaban en Corinto en los tiempos bíblicos? ¿Qué dice el Nuevo Testamento sobre el ejercicio físico? ¿Sabías que fue una institución internacional de jóvenes protestantes, la YMCA, la que creó el baloncesto?, entre otras. Además de proporcionar un esquema de estudio bíblico sobre 1 Timoteo 1:4.
En el evento participan librerías e iglesias, acondicionando el escaparate de la librería, instalando una mesa especial con Biblias, organizando conferencias o talleres, etc., “para dar a conocer la Biblia y sus diferentes traducciones”.
El ABF contribuye poniendo a disposición de los libreros material gratuito (600 carteles, 30.000 marcapáginas y 19.000 revistas) y contenidos para “poner la Biblia en el centro de atención durante un mes”.
La revista se publica todos los años únicamente en esta ocasión. Esta edición incluye una entrevista con Joël Abati, campeón mundial, europeo y olímpico de balonmano, quien comenta:
“A pesar de las dificultades de la vida, la presión y el estrés al que me somete la práctica de alto nivel, ¡mantengo la paz interior! Cuando medito en la Biblia y centro mis pensamientos en las promesas de Dios, siento un gran soplo de paz que inunda mi cuerpo y mi mente, y las preocupaciones se disipan”.