En pleno corazón de Estados Unidos, específicamente en más de 300 escuelas públicas, LifeWise Academy está haciendo historia con su innovador programa educativo.
En una vuelta de tuerca histórica, LifeWise Academy está marcando un antes y después al meter la enseñanza religiosa en el ruedo de las escuelas públicas. Este año, más de 300 instituciones están palpitando el impacto positivo de este programa, que le da luz verde a los estudiantes para recibir su dosis diaria de las Escrituras, todo financiado por el sector privados y con el visto bueno de los padres.
La Academia LifeWise, de la mano de educadores fuera de lo común, tiene un objetivo claro: potenciar el rendimiento académico, moldear el carácter y mejorar la salud mental de los jóvenes a través de una educación bíblica práctica. ¿El resultado? Un éxito que no tiene fronteras, llevando al programa a expandirse por 15 estados. ¡Una locura!
En trabajo codo a codo con los educadores, LifeWise Academy se presenta como el mejor compañero, reforzando y sumando al esquema de enseñanza tradicional. ¡Y los números hablan solos! Las escuelas que se sumaron a este programa cuentan mejoras notorias en comportamiento y rendimiento académico. Y para colmo, se están llevando a familias que antes miraban para otro lado, quizás hacia la educación privada por falta de enseñanza religiosa.
¿Hay pruebas contundentes?
Los estudios de caso son un golazo, con un descenso del 60% en las idas a la oficina entre los estudiantes que participan. Y si pensás que eso es todo, te equivocás. Una encuesta a los padres en 2023 muestra que el 96% recomienda mandar a sus hijos al programa, y el 77% está convencido de que las clases de Biblia les están dando a sus hijos una mente más clara para poder tomar decisiones.
Los educadores también están dando el “ok” a la enseñanza religiosa de LifeWise, con un contundente 76% diciendo que tanto sus escuelas como los pibes están sacándole jugo al programa. LifeWise Academy está marcando la cancha con un modelo que pinta prometedor, asegurando que las comunidades puedan meter fichas a programas de educación bíblica con impacto positivo en la escuela pública.