La primera congregación bautista de Argentina y la segunda de Sudamérica se vistió de fiesta para honrar toda una vida dedicada a predicar el Evangelio.
Este domingo 3 de diciembre se celebró el aniversario número 140 de la Iglesia del Centro, en el histórico templo ubicado en Avenida Independencia 1555, donde aproximadamente 1600 personas se dieron cita en su reunión especial de las 10h. Sus inicios se remontan hace casi un siglo y medio atrás, en una pequeña iglesia reformada de Suiza, en la que Pablo Bessón fue nombrado pastor, quién once años más tarde sería el encargado de fundar en el barrio de Monserrat la “Iglesia del Centro”.
A los treinta tres años se radicó en Santa Fe y a finales de 1882 se trasladó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para predicar las buenas nuevas de Salvación y comenzar su lucha por la libertad religiosa, debido a las restricciones que la iglesia católica hacía sobre los registros de nacimientos, matrimonios y entierros para todos aquellos que no pertenecían a la religión oficial en Argentina.
Besson inauguró en 1883 la primera iglesia bautista del país, tan solo con un grupo de creyentes, sin contar con ningún patrocinio ni autorización. En sus comienzos, las reuniones se celebraban en el Colegio Inglés (Ministerio de Obras Públicas), pero luego pasaron a congregarse por algunos años en la Sociedad Francesa y posteriormente alquilaron una propiedad en la calle Independencia al 1300.
En 1982, en plena crisis económica, se inaugura el templo en la calle Estados Unidos 1273. Para ese tiempo, el Pastor Ignacio Loredo comparte el pastorado con Tomas Mackey.
En el año 1986 los pastores Pablo Deiros y Carlos Mraida son consagrados como nuevos pastores de la iglesia, siendo pionera nuevamente la iglesia en la conformación de un Equipo Pastoral para la conducción de la iglesia. Los nuevos pastores organizaron una campaña en el terreno aledaño al de Estados Unidos, donde en ese entonces funcionaba un estacionamiento. Fue tal la cantidad de gente que asistió, que no entraban todos en el lugar y se decidió colocar una carpa, y luego se construyó un templo, donde actualmente funciona el Centro Crecer.
En 1996, y luego de extensas negociaciones, se selló la compra del terreno de Avenida Independencia 1555, recuperando así un predio que le pertenecía a la Iglesia del Centro por herencia. Tres años más tarde, se adquiere el predio aledaño de 8.66 x 56 metros. ampliando de esta forma a casi 1.800 metros cuadrados la superficie total. Pero no fue hasta el 19 de marzo del 2016 que el nuevo santuario de la calle Independencia fue inaugurado, cumpliéndose así el sueño de su segundo pastor Santiago Canclini, 70 años más tarde. Un lugar en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, que este pasado domingo se colmó de personas para celebrar más de un siglo de historia.
Su pastor principal, Carlos Mraida, respondiendo a nuestra pregunta ¿Qué significa para ustedes celebrar casi un siglo y medio de servir a la comunidad predicando el Evangelio de Jesucristo? expresó:
“Cumplir 140 años es una enorme emoción. Nuestro corazón está lleno de gratitud por la fidelidad de Dios y de un profundo sentido de haber sido privilegiados recibiendo un legado extraordinario de las generaciones que nos precedieron».
El pastor Mraida también nos contó que la «Iglesia del Centro, es conocida en la ciudad de Buenos Aires, como La Casa del Padre. Y creo que eso resume lo que a lo largo de 140 años ha sido para la gente. Una familia espiritual en el que las personas se sienten recibidas con amor. Una comunidad terapéutica que sana a las personas de sus heridas, de sus experiencias traumáticas. Un hogar para los que se sienten solos, y a la vez entrelaza a familias de todo tipo. Una casa abierta para todos. Un ejército numeroso de voluntarios que sirve a la gente en sus necesidades de manera concreta. Una escuela de vida que le enseña a las personas a vivir bien y a crecer en todo. Un espacio donde hay grupos pequeños para todas las edades e intereses de manera que nadie se sienta aislado».
Es la Iglesia más antigua de habla hispana en el mundo en su denominación, y al mismo tiempo una comunidad en continua renovación, en donde los niños, adolescentes y jóvenes no son el futuro, sino el presente. Y en donde todos encuentran un propósito para sus vidas y ven liberado su potencial.
Respondiendo a la pregunta ¿Si tuviera que visionar de acá a 140 años más adelante, dónde cree que Dios puede llevar a la Iglesia del Centro? El pastor Carlos Mraida resaltó qué: “El desafío es a seguir construyendo ese legado maravilloso y transmitirlo a las siguientes generaciones, con un crecimiento integral, de manera tal que las nuevas generaciones alcancen niveles mayores parados sobre nuestros hombros. La manera de hacerlo es cumpliendo con la misión. Ganar muchas vidas para Cristo. En las últimas décadas hemos levantado 120 pastores pero el desafío es ir por más. Levantar líderes de influencia para reconstruir nuestra Argentina tan amada y tan necesitada. Abrir nuevas congregaciones. Una visión de Reino que bendiga también a todo el cuerpo de Cristo en la nación y el mundo, como ha sido en estos 140 años. Básicamente comprometiéndonos con una mayor entrega y servicio a Dios y a la gente apresurando la venida triunfante de nuestro Señor”.