Argentina es un país futbolero, eso no es ninguna novedad, aunque varios son los jugadores consagrados, hay muchos que están dando sus primeros pasos y buscan ser las figuras del deporte en el futuro más cercano posible. Yannick Vogel, delantero categoría 2001 oriundo de Zárate, Buenos Aires, aparece en esta lista, con la esperanza y la tranquilidad de saber que con Dios las cosas son realmente posibles.
Yannick practica fútbol desde los 3 años, “luego hice infantiles e inferiores en el Club Atlético Defensores Unidos de Zárate”, su club actual donde forma parte del plantel profesional, participante de la Primera B Metropolitana.
“Pasé por básquet, tenis, fútbol, y llegó el momento de elegir qué deporte hacer, ya que se me sobrecargaron los horarios de cada entrenamiento. Tenía que elegir uno y elegí el fútbol, ya que fue el deporte que más practiqué desde chico y siempre preferí una pelota que un juguete, cuando tomé esa decisión fue por eso, y desde chiquito nunca dejé de practicar”, comentó Vogel cuando recordó su infancia y su fanatismo por los deportes.
El primer contacto con el Señor en la vida de Yannick fue ya entrada en su adolescencia, “Dios me acompañó ya de grande, cuando recién pude entregarme a él, aceptarlo como mi salvador a los 17 años, él empezó a cambiar mi mirada de muchas cosas, le dio un propósito mucho más grande a mi vida en todo sentido y el fútbol también estaba incluido en eso. Ahora poder honrarlo, glorificarlo a través del fútbol, que es algo que tanto me gusta y que lo tengo desde chiquito, es una verdadera bendición. Tanto dentro como fuera de la cancha, el llevarlo a mis compañeros, compartirlo en el vestuario es algo muy lindo”.
Aunque también Vogel tuvo sus momentos malos, las lesiones aparecieron en su vida, pero él jamás perdió el manual de instrucciones que llevaban al Señor, “el año pasado estuve lesionado, sufrí 3 lesiones seguidas y estuve así por 6 meses y ese tiempo me ayudó mucho para poder acercarme a Él, seguir confiando, con fe sabiendo que no estoy solo”.
“Dios me acompañó y me dio la tranquilidad de que él está en el control de todas las cosas, cuando tuve posibilidades de ir a jugar a una universidad de Estados Unidos porque me habían dado una beca deportiva pero con la pandemia se cerró una de esas puertas, también tenia la chance de ir a jugar a un club de tercera de Portugal, pero por temas de contrato no pude ir”, comentó el delantero y agregó que “a pesar de eso en vez de verlo como una derrota o como una puerta cerrada, Dios me ayudó a seguir adelante, sin desanimarme, porque las cosas pasan por algo, tienen un propósito, y saber que Él está en control me da esa paz, saber que siempre va a hacer lo mejor para los que le aman”.
Yannick contó cómo fue su experiencia al aparecer en el primer equipo de Defensores Unidos, “no tuve la chance de debutar aún, pero sí tuve algunas oportunidades de ir al banco de primera, pero mucho también influyó este problema de irme o no a jugar a otro lugar. Pero Dios siempre me mantuvo, yo confié en Él y sabía que si se tiene que dar en algún momento, estamos trabajando para eso, pero Él siempre es el que tiene la última palabra”. Además agregó: “Tuve la chance de hacer varios goles en mi categoría y es un camino que tengo que transitar para poder llegar algún día”.
En lo personal, Yannick contó cómo es su vida en la iglesia de su ciudad. “Acá en Zárate existe un ministerio del cual participo que consiste en ir por grupos a jugar con los chicos de barrios humildes de alrededores y compartimos charlas, jugamos con ellos para también poder servir al Señor a través de los niños, el que ellos te vean como referencia para poder hablarles de Dios es muy lindo”.
Los entrenamientos en el club son algo muy esperado y agradable para el delantero, ya que comparte equipo con algunos compañeros que conocen al Señor. “En el día a día tengo compañeros hermanos en la fe y es muy lindo poder compartir vestuario con ellos, saber que hay parte del Cuerpo de Dios entre nosotros, sirviendo al Señor en el fútbol, pudiendo compartir testimonios, versículos, pedido de oración y así cada día”.
“Mi sueño deportivo es poder ir progresando, primero poder debutar y luego lo que el señor ponga en mi vida, poder hacer un buen papel en el club que me vio nacer sería muy lindo y en lo personal me gustaría poder llevar a Jesús a través de mis estudios, estoy haciendo el profesorado de Educación Física y en lo espiritual siempre poder seguir creciendo”, comentó Vogel sobre su futuro en el Señor.
Para cerrar, Yannick les dejó un mensaje a aquellos deportistas que les gustaría continuar o comenzar su camino en lo deportivo con el Señor. “Siempre pongan a Dios en primer lugar, nunca pongan al fútbol u otra cosa por delante, que se esfuercen, sean valientes y sigan adelante, luchen por ese sueño sabiendo que puede haber puertas que se van a cerrar cuando pensamos que era nuestra oportunidad, pero se van a abrir otras, pero siempre las puertas que Dios abra o cierre van a ser de bendición para nuestra vida”.
El Señor bendijo al delantero con el privilegio de poder conocer a Jesús en su plena adolescencia, Yannick en ese momento comenzó a ver la vida de otra forma, ya no con sus fuerzas o su mentalidad, sino con la seguridad y la tranquilidad de que el Padre lo cuida. Pronto podremos ver a Vogel rompiendo redes y marcando muchos goles, aún más porque Dios camina con él.