Ambos países hicieron un acuerdo histórico la semana pasada y decidieron restituir uno de los textos hebreos más antiguos que existen.
El gesto se produjo en medio del estrechamiento de los lazos entre Israel y Turquía y se discutió durante la histórica visita del presidente Isaac Herzog a Ankara.
“Turquía accedió a devolver a Israel una antigua inscripción de Jerusalén, que actualmente se encuentra en el Museo de Arqueología de Estambul”, dijo un funcionario israelí a Zman Yisrael, el sitio hermano hebreo de The Times of Israel. Se considera una de las inscripciones hebreas más importantes que existen.
Israel lleva muchos años buscando la devolución de la llamada Inscripción de Siloé, un antiguo texto hebreo de 2.700 años que proporciona un apoyo histórico concreto al relato bíblico de la construcción de un túnel que llevaba el agua desde el estanque de Siloé a la Ciudad de David, bajo el extremo sur del Monte del Templo, durante el reinado del rey Ezequías.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, se reunió con Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, el miércoles por la tarde, poco después de aterrizar en Ankara para una visita de 24 horas. El gesto de buena voluntad no se planteó durante las conversaciones entre Herzog y Erdogan, sino que fue conversado por altos funcionarios de ambas partes.
Se acordó un intercambio de reliquias antiguas. Israel ofreció enviar a Turquía un valioso objeto histórico que se encuentra actualmente en un museo israelí, probablemente un antiguo candelabro de la época del dominio otomano, aunque no hubo confirmación inmediata por parte de Turquía.
Israel había insistido mucho tiempo en lograr la restitución de la Inscripción de Siloé, ya que Turquía desde hace años afirma que es de propiedad otomana y, por tanto, pertenece a Ankara. El Imperio Otomano gobernó Jerusalén y gran parte de Oriente Medio desde aproximadamente 1516 hasta 1917, cuando fue expulsado por las fuerzas británicas durante la Primera Guerra Mundial.
Este texto de seis líneas en paleo-hebreo se encontró grabado en la pared del túnel y describe a los excavadores, que trabajaban desde extremos opuestos, llamándose unos a otros cuando se acercaba la finalización del proyecto. La construcción del túnel se relata en los libros bíblicos de Reyes y Crónicas.
La inscripción dice: “…esta es la historia del túnel, mientras [los cortadores levantaban] sus hachas hacia sus contrapartes, y mientras tres codos más estaban por (¿ser labrados?), se escuchó la voz de un hombre que llamaba a su contraparte, (para) había [¿una grieta?] en la roca, a la derecha y a la izquierda. Y en el día de la perforación [de la última barrera], los canteros golpearon a cada hombre hacia su contraparte, hacha contra hacha, y el agua fluyó desde la fuente hasta el estanque por 1.200 codos, y 100 codos era la altura de la roca, sobre el cabeza de los canteros…”
El ex primer ministro Israelí Benjamín Netanyahu ofreció en 1998 intercambiar antigüedades turcas en museos israelíes por la inscripción, pero su propuesta fue rechazada.
Shimon Peres pidió en 2007 al entonces presidente turco Abdullah Gül que al menos prestara a Israel la lápida para que pudiera ser expuesta públicamente en las celebraciones del 70 aniversario de Israel. Aunque Gül respondió afirmativamente, los turcos nunca la entregaron debido a las tensiones diplomáticas por el bloqueo de Israel a la Franja de Gaza tras la toma armada de Hamás.
En 2017 la entonces ministra de Cultura Miri Regev también ofreció intercambio del texto por dos elefantes para un zoológico turco, pero la oferta nuevamente fue rechazada. Por ello, un cambio en la postura de Ankara sobre la inscripción supondría una fuerte señal de que los países se encaminan hacia unos lazos más amigables.
En declaraciones a los medios de comunicación, Erdogan dijo que creía que “esta visita histórica será un punto de inflexión en las relaciones entre Turquía e Israel. Reforzar las relaciones con el Estado de Israel tiene un gran valor para nuestro país”. Este encuentro entre los representantes de los dos países se considera un paso importante para reavivar la relación de ambos, que lleva mucho tiempo deteriorada.
Turquía e Israel fueron antiguamente estrechos aliados, pero la relación se estropeó con Erdogan, que critica abiertamente la política israelí hacia los palestinos. Israel también se enojó por el apoyo de Erdogan a Hamás, el grupo terrorista que controla la Franja de Gaza y que está comprometido con la destrucción de Israel.
Las relaciones mejoraron y luego volvieron a romperse en 2018 cuando Turquía, enfadada por el traslado de la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén, volvió a retirar a su embajador, lo que provocó que Israel respondiera de la misma manera. Los dos países no han restablecido a sus embajadores.
Esta pieza arqueológica e histórica podría ser el nexo para una mejor relación entre los dos países. Ya que la inscripción da apoyo a los relatos el libro más importante de todos los tiempos, en el que se encuentran las palabras de vida, palabras de paz y las buenas nuevas que Dios tiene para sus hijos.