Las historias de empatía abundan en las zonas a donde se dirigen los ucranianos en busca de refugio.
En Polonia, por ejemplo, se conoció que muchas mujeres dejan cochecitos en una estación de tren, de esta manera ayudan a que las madres ucranianas tengan en donde ubicar a sus bebés mientras se instalan en el nuevo país que los cobija de la guerra. “Hay una sensación de desesperanza”, expresó Ethan Forhetz, portavoz nacional y vicepresidente de participación pública de Convoy of Hope, para Faithwire.
Convoy of Hope es una de las tantas organizaciones que sirven a los ucranianos, mostrándoles esperanza en medio del desconsuelo de haberlo perdido todo. No sólo en lo físico, sino sobre todo, en lo emocional. Están cubriendo diversas necesidades pero en lo que más están impactando es en el mensaje que les llevan a los refugiados.
Forhetz dijo que han estado «trabajando para proporcionar alimentos y comidas a las personas. Solo contando el domingo, servimos 9.000 comidas calientes a los ucranianos que cruzan la frontera». En Polonia establecieron un almacén desde donde brindan alimentos, kits de higiene y dan refugio a mujeres, niños y familias. Es desde ese lugar donde también acompañan para devolverles la esperanza a las personas que están sufriendo.
Las escrituras dejan enseñanza sobre cómo demostrar la fe y hablar a personas que están pasando por necesidad:
“Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme.” Entonces los justos preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?” El Rey les contestará: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron”, Mateo 25:35-40 (DHH).
La compasión y el amor del Señor se ve en los servidores de Convoy of Hope, que se suman a los muchos que ponen en riesgo su vida por ayudar a otros y transmitir el mensaje que sacia todas las necesidades. “Necesitan lo básico. Necesitan suministros para bebés, porque muchas mujeres vienen con sus niños pequeños”, dijo Ethan.
Lo que más se refleja en el rostro de los refugiados es la tristeza y la desesperanza y esto preocupa a los voluntarios de Convoy of Hope. “Nuestro equipo de allí ha sido golpeado por la tristeza. Es muy tranquilo la mayor parte del tiempo y, a veces, verás que la gente se da la vuelta, se les llenan los ojos de lágrimas al pensar en la situación”, contaron.
Con el pasar de los días, se suman los mismos refugiados que recibieron ayuda, para colaborar con las organizaciones de asistencia. Informaron que “había un grupo de mujeres que llegó al almacén en Polonia y preguntaron si podían ayudar, resultó que eran refugiadas ucranianas que querían ayudarnos, así que podríamos a más desplazados. Pasaron de estar muy sombríos y tristes, a sonreír al final del día porque estaban trabajando juntos”.
Ya son miles las personas que han recibido ayuda de esta organización. En su cuenta en Instagram @convoyofhope publicaron de qué manera se puede colaborar desde cualquier punto del mundo: Se puede hacer de forma individual o formando parte de un grupo en convoy, para eso hay que ingresar en https://convoyofhope.org y se puede conocer cómo expresar la fe en obras.
Convoy, en castellano se traduce como “escolta o guardia que se destina para llevar con seguridad y resguardo algo por mar o por tierra”, hay un trabajo amoroso que los cristianos están haciendo por los refugiados de Ucrania, llevando ayuda física y espiritual, porque han entendido que portan a Quien es la Esperanza para una comunidad en caos y se ocupan de que esa esperanza llegue con seguridad a cada uno.