No podemos permitirnos la inexactitud en estos días. La efectividad es el fruto de nuestra precisión, y la ésta nace de un real significado de los asuntos de Dios.

Ahora bien, una misma situación puede tener varios significados; y esto depende del punto de conexión que me haya influenciado. La cruz es una realidad constante en nosotros. Nos recuerda el sacrificio de Cristo y nuestra unión en aquella muerte. Fue aquella cruz que nos permitió acceder a la vida mediante la muerte.

La cruz es la puerta de ingreso a la realidad de Dios, a su presencia, a su ámbito, a su persona.

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20 RV60

Decido todo lo que viviré en mi vida, cuando decido primeramente el lugar de mi permanencia. Estar en Cristo es haber sido crucificados, sepultados y resucitados juntamente con él. Ahora nuestra posición es: “sentados juntamente con él”.

Todo lo que vivimos en la carne debe ser el fruto de nuestra permanencia en Cristo. Permanecer en Él es permanecer en un constante vacío de nosotros mismos, para que seamos llenos de su fe. Sin cruz no hay cambios. Los cambios que deseamos ver en nuestra vida nacen de un real significado que solo da la cruz. 

Cuando decimos que la cruz nos sumerge en una resignificación, decimos que todo lo que ahora vivimos en la carne carece de significado humano, pero está atiborrado de un significado eterno. El significado de la vida, de la justicia, del placer, del disfrute, del querer, de las circunstancias, etc., toman otra dirección cuando hemos sido traspasados por la cruz.

Veamos algunos ejemplos:

La aprobación de ustedes no significa nada para mí. Juan 5:41 NTV

Jesús enfrentado con los fariseos, quienes desacreditaban su identidad. La desaprobación de los fariseos carecía de valor para Jesús. Su verdadero significado venía del Padre. La gloria que los hombres le daban a Jesús no tenía valor alguno para Él. La única gloria que lo llenaba era aquella que el Padre le había dado.

La cruz resignifica la aprobación

Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado! 2 Corintios 5:17 NTV

Pablo viene hablando de cómo antes él juzgaba y evaluaba a las personas. Esto ahora tomaba otro significado, desde el momento en que la persona experimentaba un nuevo nacimiento. El significado de alguien que pertenece a Cristo es que no tiene pasado.

La cruz resignifica nuestro juicio y evaluación

Llamó a aquel lugar Bethel (que significa “casa de Dios”), aunque antes se llamaba Luz. Génesis 28:18 NTV

El encuentro que Jacob tuvo con Dios le dio otro significado al lugar en que él estaba. Es imposible ver y entender el propósito eterno sin que éste produzca en nosotros una resignificación del lugar en donde estamos. Lo que era luz se transformó en un lugar de permanencia. La luz nos habilita a ver y entender, pero nosotros decidimos hacer de aquel lugar nuestra morada eterna.

La cruz resignifica nuestro llamado y posición

El significado que podemos tener de personas, cosas, lugares, etc. no debe estar sujeto a parámetros y realidades naturales, sino a una realidad eterna y espiritual. Tanto José como Daniel fueron personas destacadas por interpretar sueños con el significado correcto. Esto nos demuestra que el significado real de todas las cosas nunca habita en el hombre, sino en aquel que es el verdadero significado.

“La Palabra es el significado real que necesitamos para analizar todo lo que vivimos y poseemos”.

La carencia de un real significado de la cruz es la evidencia de estar vivos. Nosotros vivimos según el primer Adán o según el postrer Adán. Conforme a la naturaleza que vivamos será el significado que tendremos de todas las cosas, aun del Evangelio. Yo puedo ver cómo Dios nos está conectando con la realidad de la cruz para apropiarnos de una real óptica.

La cruz toma relevancia y significado en nosotros, no cuando la observamos de lejos para describirla, sino cuando hacemos memoria de que allí estábamos nosotros también, muriendo juntamente con Cristo.

El Evangelio de nuestro Señor Jesucristo nos sumerge en una experiencia de muerte, para luego introducirnos a una experiencia de vida eterna. Así sucedió en el antiguo pacto, que, al mirar, podemos ver aquellas sombras como algo que Dios estaba señalando que sucedería con nosotros. Israel no podía entrar a la tierra prometida sin antes sumergirse en el Jordán.

Ese río que se abrió para que el pueblo cruce en seco es Cristo mismo muriendo por nosotros, para que nosotros, al pasar por allí, tengamos mediante la muerte entrada a la vida.

La cruz no significa recibir algún beneficio aislado. La cruz es la muerte completa del viejo hombre, para poder ingresar por gracia a la nueva vida y naturaleza que tenemos en Cristo.

No quiero ser repetitivo, pero debo remarcar lo siguiente: el significado que tengo de las cosas habla del lugar en donde estoy. Nuestra posición define el significado de las cosas.

Últimos ejemplos:

Hijo mío, presta atención a lo que digo y atesora mis mandatos. Afina tus oídos a la sabiduría y concéntrate en el entendimiento. Clama por inteligencia y pide entendimiento. Búscalos como si fueran plata, como si fueran tesoros escondidos. Entonces comprenderás lo que significa temer al Señor y obtendrás conocimiento de Dios. Proverbios 2:1-5 NTV

El temor a Dios no es algo que podamos aprender y comprender en un estudio bíblico. El significado del temor a Dios solo se halla aprendiendo a inclinar el oído a la voz correcta. 

Temer a la gente es una trampa peligrosa, pero confiar en el Señor significa seguridad. Proverbios 29:25 NTV

Confiar en Dios significa mil cosas para el mundo y para el sistema religioso. Sin embargo, la cruz nos recuerda que nuestra seguridad no depende de los elementos naturales que podemos o no tener. Nuestra seguridad es haber aprendido a canalizar nuestros temores y colocarlos en la confianza absoluta a Su Palabra. El salmista dijo: “en el día que temo, en ti confío”.

Pues, para mí, vivir significa vivir para Cristo y morir es aún mejor. Filipenses 1:21 NTV

Pablo le pone significado a la vida. Y le aseguro que es un significado incorrecto para el mundo. ¿Cuántas definiciones de vida encontramos allí afuera? Sé que muchísimas, pero ninguna de ellas te conduce al propósito supremo: “dedicar todas las horas, días, meses y años de existencia a la expresión de Su vida”.

Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos. 1 Juan 5:3 NTV

¿Amás a Dios desde tu propio significado de amor, o desde el significado real y eterno de su amor? Amor sin obediencia no es amor. En la próxima entrega profundizaremos en que hay una resignificación a la que estamos siendo conectados por Gracia.

Julián Ríos
Esposo de Vicky, papá de Samy y Giuly. Es profeta, pastor y miembro del presbiterio de CEAP (Centro de Entrenamiento de Alta Productividad). Actualmente reside en Barcelona, España. Colabora con la Iglesia en Los Balcanes, mediante el proyecto LAPET (Levantando Altares Para Establecer El Trono) de la red UNGE Internacional.