Desde el 2019, en Santiago de Chile, un grupo de intercesores, adoradores y evangelizadores, comenzaron a predicar la Palabra de Dios. Este sábado completarán su objetivo, recorrieron la totalidad de las regiones del país.
En las Escrituras podemos observar a Jesús sanando, orando y dando a conocer sobre el Reino. Cuando este hecho se revela y Cristo es manifestado en la vida de sus hijos es inevitable compartir el Evangelio a los demás.
Hace tres años en Chile, Wladimir Aranda, miembro de la iglesia Viñas las Conde, decidió, junto a algunos de sus amigos y salir a evangelizar a las plazas. Tenía una gran carga de iniciar este movimiento para dar a conocer el Evangelio. La pandemia no fue un obstáculo para seguir con este proyecto que recién había comenzado. A tres años de haber comenzado ya se han presentado en las 16 regiones del país para expresar el amor de Cristo.
Wladimir habló en exclusiva con nosotros y nos dijo que “más allá de este ministerio hay un escenario muy evidente de adoración, intercesión y evangelismo mundial. Esto de alguna forma influenció también al ministerio”.
Reino en La Plaza inició en noviembre del 2019 en algunos parques de la capital de Santiago cuando comenzaron a realizar encuentros de adoración, intercesión y evangelismo de manera simultánea.
“En un determinado momento comenzamos a ver que esto empezó a crecer mucho orgánicamente. La gente llegaba a los parques, tanto personas cristianas como no cristianas que eran atraídas por la presencia de Dios, personas que se encontraban con Jesús en las calles, milagros y sanidades”
Nos comparte Wladimir.
Aunque la pandemia para algunos significó detener por completo sus actividades, por el contrario este ministerio se vio impulsado por Dios y entendieron que tenían que extender el ministerio a todo el país. “Cuando Dios está soplando algo, es una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque incluso en la pandemia Dios le dio un crecimiento al ministerio, en el que pudimos tener tiempos online para buscar de Dios juntos y en cuanto nos dejaron salir nos pusimos las mascarillas y salimos a las plazas”, nos dijo Aranda.
Esa visión que recibieron en la pandemia se puso en acción y hoy en día, la capital de Santiago es solo una de las regiones en las cuales se mueven como ministerio. Cada capital de cada región tiene un representante del Reino en Las plazas, y son guiados por el equipo directivo principal.
“Para la Gloria de Dios este sábado después de viajar 16 meses completamos la segunda etapa, entregando al ‘Reino en Las Plazas’ en cada región como herramienta para las iglesias locales, para que sea un foco de unidad de la iglesia en distintas ciudades”, comenta su fundador.
“Chile va a estar unida desde Arica, hasta el extremo sur, unidos por un cordón de fuego, levantando el nombre de Jesús a través de la oración, intercesión y evangelismo”, añade.
Dice Wladimir Aranda.
Este mismo sábado se completará la última región del país chileno. En estas actividades, mientras un grupo se reúne para orar, otro grupo sale a predicar por la plaza. Al mismo tiempo otro grupo por separado realiza un momento de adoración, llenando de esta manera el ambiente para que la gente pueda conocer a Cristo.
“Vimos que en el parque de cada ciudad había un foco distinto, en algunas ciudades veíamos mayor necesidad en los niños, otras tenían foco en adolescentes o personas sin hogar, otro en familias, etc.”- dice Wladimir.
Una vez que la jornada del Reino en las plazas va llegando a su fin, algunos pasan a dar testimonios de lo que vivieron ese día con Dios.
El equipo de “El Reino en la plaza” nos compartió algunos de los testimonios de personas afectadas por Dios a través de este ministerio. Como fue el caso de una mujer que estaba pensando quitarse la vida, y fue en una peluquería que escuchó acerca de un evento cristiano que se iba a desarrollar en la plaza ese fin de semana. Y pensó que era su última oportunidad, y si no pasaba nada, iba a quitarse la vida”. El día del encuentro los voluntarios oraron por ella y terminó encontrándose con Jesús. Hoy esa mujer con pensamientos suicidas quedó atrás, el ministerio la conectó con la iglesia local, y ahora se encuentra acompañada por hermanos.
También nos contaron el caso de un padre que juntamente con sus dos niños estaban jugando alrededor del parque, hasta que de repente uno de los niños se acercó y les preguntó qué estábamos haciendo, cuando ellos comenzaron a explicarle el chico empezó a quebrantarse y a llorar.
“Él nos decía que las canciones le estaban tocando fuertemente”, nos comparte el equipo evangelístico del ministerio. Le dieron un tiempo para que lo pudiera procesar y luego volvieron a conversar con él, pero esta vez no estaba solo, sino que estaba acompañado de su familia. Ellos comenzaron a abrir su corazón y tuvieron un encuentro con el Señor. Decidieron entregar su vida Él y lo que parecía ser un día más de recreación en familia en el parque terminó convirtiéndose en la mejor decisión de sus vidas.
Este es otro de los casos de hermanos en Cristo que deciden expresar lo que viven hacia afuera. De todas formas, el equipo de Reino en las plazas considera que el trabajo afuera de la iglesia es tan importante como el que se realiza dentro de las congregaciones, entendiendo que la unidad del cuerpo se da por la expresión de Cristo en sus hijos, que por consecuencia los lleva a compartir el Evangelio a todos aquellos que necesitan oír las buenas nuevas.