En Jeremías 38 y 39, la Biblia nos cuenta la historia de Ebed Melec. Este hombre es la figura ideal de un hombre justo.
El cusita Ebed Mélec, funcionario de la casa real, se enteró de que habían echado a Jeremías en la cisterna. (…), Ebed Melec salió del palacio real y dijo: —Mi rey y señor, estos hombres han actuado con maldad. Han arrojado a Jeremías en la cisterna y allí se morirá de hambre, porque ya no hay pan en la ciudad. Entonces el rey ordenó al cusita Ebed Mélec: —Toma contigo treinta hombres y rescata de la cisterna al profeta Jeremías antes de que se muera. Ebed Mélec tomó consigo a los hombres, fue a la sala que estaba debajo de la tesorería del palacio real, sacó de allí ropas y trapos viejos; luego, con unas sogas, se los bajó a la cisterna a Jeremías. (Jeremías 38:7-11)
Pero para empezar, podríamos preguntarnos: ¿Qué significa ser justo delante de Dios?. Resumiéndolo en una frase, se podría decir que ser justo es ser leal y devoto a lo que el Señor estableció. Es vivir para hacer la voluntad de Dios y permanecer fieles a Él y sus intereses. La justicia divina es la expresión de su voluntad, y el justo es aquel que se somete a ella.
Sabemos que todos los que estamos en Cristo hemos sido justificados por su sacrificio, pero, ¿cómo se manifiesta esa justicia? Respecto a esto, podemos ver rasgos en Ebed Melec que son dignos de tener en cuenta.
¿CÓMO ES UN HOMBRE JUSTO DELANTE DE DIOS?
- Confiable y creyente
Siempre los eunucos se caracterizaron por ser confiables y leales. Aún el Señor le dijo a Ebed Melec: “Porque has confiado en mí…” (Jeremías 39:18). Una persona justa delante de los ojos del Señor confía ciegamente en lo que Dios dice, y por esa misma razón, es visto como alguien confiable delante de los ojos de la gente. ¿Dios puede confiar en nosotros? ¿La gente se siente segura al abrirnos su corazón? ¿Nos pueden confiar cosas importantes?
- Obediente
Propuso desde la compasión, pero obedeció las órdenes de su Señor. Pudiendo simplemente ir y hacer lo que le parecía, buscó la aprobación y la opinión de su Rey. El justo obedece los mandatos del Señor, pero obedece también a la gente que el Señor pone en autoridad. Si el Señor nos pide algo, ¿obedecemos?
- Íntegro
Ebed Melec no se complotó con los que deseaban el mal para el hombre de Dios, Jeremías. Por lo contrario, su integridad lo condujo a actuar con sabiduría y salvarle la vida. El íntegro y justo entiende que se debe al Señor, y que necesita cuidar sus acciones y proceder. La integridad nos hará brillar y distinguir.
“Quien se conduce con integridad anda seguro; quien anda en caminos perversos será descubierto.” (Proverbios 10:9 NVI).
- Compasivo
Ebed Melec vió a Jeremías y no lo dejó morir. Al ver esta situación, se vió movilizado a hacer algo al respecto. El justo de por sí es una persona compasiva, que a causa del tesoro que se le ha confiado, no puede responder de otra manera al ver el dolor de los demás. Se mueve, acciona, ayuda y cambia la realidad de otros con aquello que Dios depositó en su vida.
Confío que las características de un justo serán vistas en todos nosotros, conforme crece en nuestras vidas la personas de Cristo Jesús.