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El Evangelismo inquebrantable y creativo de William Ward Simpson

William Ward Simpson nació en Brooklyn, Nueva York, el 1 de agosto de 1872, de padres ingleses, fue una figura clave en la historia del adventismo en los Estados Unidos, destacándose por su fervor evangelístico y su enfoque creativo para la difusión del mensaje.

William Ward Simpson nació en Brooklyn, Nueva York, el 1 de agosto de 1872, de padres ingleses, fue una figura clave en la historia del adventismo en los Estados Unidos, destacándose por su fervor evangelístico y su enfoque creativo para la difusión del mensaje.

Su padre, William Ward Simpson Sr., descendía de una familia de caballeros ricos, pero un error en la inscripción del apellido impidió que heredara una fortuna en Inglaterra. Esta situación, junto con un entorno familiar difícil, marcó profundamente la infancia de William Jr. 

La niñez de William estuvo caracterizada por el rigor y la disciplina impuesta por su padre, un hombre severo que nunca mostró afecto hacia su hijo. La madre de William, Anne Turner, aunque piadosa, no tuvo una influencia espiritual significativa en los primeros años de vida de su hijo. 

La familia vivió en Inglaterra hasta que William cumplió doce años, momento en el cual decidieron emigrar a los Estados Unidos. Sin embargo, durante la travesía, su padre contrajo neumonía y falleció, siendo sepultado en el mar. Este evento, aunque trágico, marcó un punto de inflexión en la vida de William.

Ya en Estados Unidos, William y su madre se establecieron en Battle Creek, Michigan, un centro neurálgico del movimiento adventista del séptimo día. Aquí, William comenzó a trabajar en el Sanatorio de Battle Creek, bajo la dirección del Dr. John Harvey Kellogg, una experiencia que no solo mejoró su salud, sino que también lo introdujo en la atmósfera espiritual.

Fue durante este tiempo que William empezó a leer las amonestaciones de Ellen G. White, una de las fundadoras del adventismo, sobre la necesidad de un ambiente cristiano en los lugares de trabajo, lo que influiría en sus decisiones futuras.

El momento decisivo en la vida espiritual de William ocurrió cuando, a los 18 años, por curiosidad, asistió a una serie de conferencias sobre las profecías de Daniel y el Apocalipsis. Para su sorpresa, quedó profundamente impactado por los mensajes, lo que lo llevó a asistir a todas las conferencias y eventualmente a aceptar la fe. Su conversión fue tan profunda que decidió dedicar su vida a la predicación del evangelio.

Tras dejar su trabajo como impresor, Simpson se dedicó al colportaje, un trabajo que consistía en vender literatura religiosa de puerta en puerta. A través de este trabajo, no solo se ganó la vida, sino que también desarrolló una habilidad excepcional para conectar con las personas y compartir su fe. 

Simpson utilizó su formación en imprenta y sus habilidades creativas para diseñar folletos, carteles y dispositivos tridimensionales que hacían su mensaje más impactante. Su éxito en la venta de literatura religiosa llamó la atención de los líderes de la iglesia, quienes lo invitaron a unirse al ministerio. Aunque sorprendido, aceptó la invitación y comenzó a predicar con fervor.

Una de las características más destacadas de William Simpson fue su tacto y habilidad para manejar situaciones delicadas. Una anécdota que ilustra este don relata cómo un empresario espiritista, impresionado por la capacidad de Simpson para atraer grandes audiencias, le pidió ayuda para promover su negocio de espiritismo. En lugar de confrontarlo directamente, Simpson lo invitó a asistir a sus conferencias para conocer su estilo y, eventualmente, el empresario se convirtió y bautizó.

En 1897, él y otro pastor comenzaron una iglesia en una reserva cerca de Brantford, Ontario, la primera iglesia nativa americana en Norteamérica.

En su vida personal, William también enfrentó desafíos. Se enamoró de Nellie Ballenger, hija del pastor John Fox Ballenger, un pionero del adventismo conocido por su enfoque creativo en la predicación. 

Aunque su relación con Nellie no fue inmediata, su mutuo amor por Dios y la obra misionera los unió, y eventualmente se casaron. Nellie, quien era una talentosa música, acompañó a William en muchas de sus campañas evangelísticas, contribuyendo al éxito de su ministerio con su habilidad musical.

Al mudarse a California en 1902, desarrolló sus estrategias evangelísticas y organizó reuniones en Redlands, Riverside, Pasadena, San Diego, San Francisco y Oakland. Pero su mayor obra estaba reservada para la ciudad de Los Angeles. A partir de 1904, celebró reuniones públicas en el centro de la ciudad y atrajo a miles, usando ilustraciones gráficas y exposiciones claras de la verdad bíblica. 

Después de la primera serie de reuniones, más de 200 fueron bautizados. Cuando se pensó que terminaría, la población local distribuyó una petición, instando a más reuniones.

Cuando la conferencia sugirió un traslado, Elena White se opuso. Ella tomó un gran interés en el trabajo de Simpson, escribiéndole varias veces. Sin embargo, estaba preocupada por su agotamiento, escribiéndole: 

«Estoy profundamente interesada en su trabajo en el sur de California. Estoy tan ansiosa de que no se derrumbe bajo la tensión de un esfuerzo largo y continuo. Deje que alguien se conecte con usted para que pueda compartir sus cargas. Éste es el plan que fue seguido por el Gran Maestro. Envió a sus discípulos de dos en dos». 

También habló muy favorablemente sobre sus métodos: “El hermano Simpson es un evangelista inteligente. Habla con la sencillez de un niño. Nunca arrastra sus palabras en sus presentaciones. Predica directamente de la Palabra, dejando que la Palabra hable a todas las clases. Sus firmes argumentos son las palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento. No busca palabras que simplemente impresionen a la gente con su conocimiento, sino que se esfuerza por dejar que la Palabra de Dios les hable directamente en una expresión clara y directamente. Si alguno se niega a aceptar el mensaje, debe rechazar la Palabra”.

William Simpson continuó su labor evangelística a lo largo de los Estados Unidos. Su enfoque innovador, su dedicación inquebrantable y su habilidad para adaptarse a las necesidades de la gente hicieron de él un evangelista influyente. Aunque enfrentó desafíos personales y profesionales, su fe en Dios y su compromiso con el mensaje adventista nunca flaquearon.

Pero en 1907, a la temprana edad de 34 años, Simpson muere dejando a su esposa y tres hijos pequeños. Ellen White escribió sobre su tristeza: “El hermano Simpson era un hombre que creía plenamente en el mensaje para este tiempo y lo predicó con poder. Su manera ganadora de presentar las doctrinas bíblicas y su capacidad para idear y usar ilustraciones adecuadas, le permitió mantener la atención de grandes congregaciones. Tenía confianza en el poder de la Palabra de Dios para producir convicción y el Señor bendijo grandemente sus esfuerzos en la salvación de muchas almas”.

La vida de William Ward Simpson es un testimonio del poder de la fe para transformar vidas y del impacto que un individuo puede tener en la difusión de un mensaje espiritual. Su legado perdura como un ejemplo de dedicación, creatividad y amor por la obra de Dios.

La paz no es algo, es Alguien

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Jesús es nuestra paz

En un mundo lleno de caos, ansiedad y conflictos, la búsqueda de la paz es constante. Muchos creen que la paz es un estado de tranquilidad o la ausencia de problemas. Sin embargo, desde una perspectiva celestial, va más allá de una simple sensación, es una persona: Jesús. A través de su vida y enseñanzas, Él nos muestra que la verdadera paz no depende de nuestras circunstancias, sino de nuestra relación con Él.

1. La Paz en medio del caos: Jesús en la tormenta.

Un claro ejemplo de esto se encuentra en el relato bíblico de Jesús calmando la tormenta (Mateo 8:23-27). Mientras los discípulos entraban en pánico por la furia del mar, Jesús dormía tranquilamente. Esta escena nos muestra que la paz que Jesús ofrece no es una ausencia de tormentas, sino la calma en medio de ellas. Hoy en día, enfrentamos «tormentas» modernas, como la incertidumbre económica, problemas de salud mental y conflictos globales. La presencia de Jesús en nuestras vidas nos ofrece una paz que no se ve afectada por estos problemas externos.

«La paz que Jesús ofrece no es una ausencia de tormentas, sino la calma en medio de ellas».

2. La Paz interior: Más allá de las circunstancias.

En la sociedad actual, a menudo buscamos la paz en el éxito profesional, la estabilidad financiera o las relaciones personales. Sin embargo, estas fuentes externas son volátiles y pueden cambiar rápidamente. Jesús dijo: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da» (Juan 14:27). Esto significa que la paz que Jesús ofrece no depende de nuestras circunstancias, es interior y nos sostiene incluso cuando el mundo exterior es inestable.

3. La Paz como relación: reconciliación y amor.

La paz que Jesús ofrece también tiene un componente relacional. A través de su sacrificio, Él nos reconcilió con Dios, dándonos paz con nuestro Creador (Romanos 5:1). Este acto de reconciliación nos muestra que la verdadera paz también implica restaurar relaciones rotas, ya sea con Dios, con los demás o con nosotros mismos. En la actualidad, esto se traduce en la búsqueda de la reconciliación en nuestras relaciones personales, fomentando el perdón y el amor, y trabajando activamente para sanar divisiones en nuestras comunidades.

4. La Paz activa: Ser agentes de paz.

Jesús nos llama a ser «pacificadores» (Mateo 5:9), lo que significa que la paz no es solo algo que recibimos, sino también algo que compartimos. En un mundo donde las divisiones y el conflicto son frecuentes, los seguidores de Jesús están llamados a ser agentes de paz, promoviendo la justicia, la compasión y el entendimiento. Esto puede incluir desde pequeños actos de amabilidad y apoyo hasta la defensa de la justicia social y la paz global.

5. La Paz eterna: esperanza en Cristo.

Finalmente, la paz que Jesús ofrece no es solo para esta vida, sino también para la eternidad. En un mundo donde todo es temporal, la promesa de una paz eterna en la presencia de Dios nos da esperanza y seguridad. Esta perspectiva eterna nos ayuda a enfrentar las dificultades con una visión más amplia y con la certeza de que, en Cristo, tenemos una paz que supera todo entendimiento (Filipenses 4:7).

Conclusión: Jesús, la fuente de nuestra paz.

En resumen, la paz verdadera no es simplemente un estado de tranquilidad o la ausencia de problemas. Es una persona: Jesús. A través de una relación con Él, podemos experimentar una paz profunda y duradera que trasciende las circunstancias de la vida. Al reconocer a Jesús como la fuente de nuestra paz, somos llamados a vivir como pacificadores, llevando su paz a un mundo necesitado. En Jesús, encontramos no solo un refugio en las tormentas de la vida, sino también una esperanza segura y eterna

Atletas de todo el mundo se unen para adorar a Dios en los Juegos Olímpicos

La atleta cristiana Cindy Sember compartió un inspirador momento de fe en las redes sociales, donde atletas de diferentes naciones se reunieron para alabar a Dios durante un servicio en París, en medio de los Juegos Olímpicos de 2024.

La atleta cristiana Cindy Sember compartió un inspirador momento de fe en las redes sociales, donde atletas de diferentes naciones se reunieron para alabar a Dios durante un servicio en París, en medio de los Juegos Olímpicos de 2024.

Cindy, que compite por el Reino Unido en las pruebas de atletismo con vallas, publicó un vídeo de esta reunión de adoración en su Instagram, citando Mateo 18:20: “Porque donde dos o tres se juntan en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. 

En su publicación, expresó gratitud por encontrar otros creyentes en los deportes, enfatizando el poder y la presencia de Dios cuando los atletas se reúnen para glorificarlo. “Dios se movió cuando empezamos a cantar juntos. Él es tan bueno. Que este sea tu estímulo para orar y adorar con los demás hoy. Te sorprenderás de lo que el Señor puede hacer”, escribió Cindy, animando a sus seguidores a conectarse también con Dios en comunidad.

Durante los Juegos Olímpicos de París, los líderes evangélicos han desempeñado un papel vital en la Villa Olímpica, ofreciendo apoyo espiritual a los atletas y otros participantes. Estos líderes están disponibles para hablar, ofrecer consuelo y orar con quienes enfrentan desafíos como la presión competitiva, problemas de salud mental y cuestiones personales. 

La Villa Olímpica, compuesta por 72 edificios, sirve como un espacio donde los atletas, entrenadores y personal tienen la oportunidad de asistir al culto y orar. 

Además del trabajo de los líderes, las iglesias francesas también se movilizaron para predicar el Evangelio durante los Juegos. 

La Sociedad Bíblica Francesa anunció la distribución gratuita de 140.000 ejemplares del Nuevo Testamento en francés y 60.000 en inglés, con el objetivo de llegar a la gente al final de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Este movimiento de fe entre los atletas en París destaca cómo el deporte puede ser un medio de unidad y adoración, independientemente de las barreras culturales y lingüísticas.

Dallas Jenkins y Mel Gibson aparecen juntos en el set

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Recientemente, Dallas Jenkins, director de la aclamada serie The Chosen, publicó en sus redes sociales esta foto en el set junto al galardonado director y actor Mel Gibson, quien dirigió «La Pasión De Cristo», estrenada en 2004.

«Los mundos finalmente chocan… pero en el buen sentido. Tuve la oportunidad de finalmente conocer al otro narrador de Jesús», dijo Jenkins en su publicación.

No hay noticias sobre alguna futura colaboración o proyecto entre los dos directores de las adaptaciones de la vida de Cristo. Mientras Dallas Jenkins se encuentra trabajando en la última temporada de The Chosen, Gibson prepara la segunda parte de La Pasión de Cristo, que tendrá por nombre «Resurrección».

Solo queda esperar para poder disfrutar de lo nuevo que se viene en la adaptación sobre el caminar de Jesús en la tierra y hoy en nosotros.

La Noche Que Luché Contra Dios llega a la plataforma de Disney Plus

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La película protagonizada por Tomás Kirzner, Luciano Cáceres y Carolina Kopelioff y dirigida por Rodrigo Engler, que recuerda el atentado contra la Amia y la historia de Jacob y Esaú, se encuentra disponible ahora en la reconocida plataforma de Disney Plus.

El film, estrenado en el mes de abril de este mismo año, relata la historia de Benjamin (Tomás Kirzner), quien pierde a su abuelo en medio del atentado contra la Amia, uno de los sucesos más trágicos ocurridos en Argentina. Este fin de semana se estrenó en la que hoy es la plataforma más conocida y utilizada por la audiencia. 

“Creo que el hecho de que la película esté en una plataforma como Disney Plus le da una visibilidad espectacular. Eso es lo bueno de las plataformas, que podes ver la película en cualquier parte del mundo,  cuando quieras. Así que el hecho de que esté en esta plataforma es muy importante, no solo para el cine de Córdoba, sino también para el cine de Argentina, que un trabajo así se pueda visibilizar en tantos países”, nos expresa en exclusiva Rodrigo Fernández Engler, Director de La Noche Que Luché contra Dios.

En contexto de los 30 años acontecidos luego del atentado, esta película cobró mucha importancia en la historia del cine Argentino y ahora está disponible para todos los usuarios de la plataforma de Disney Plus. 

“Poder visibilizar una historia argentina como lo sucedido en la Amia a otras naciones aporta mucho a nuestra cultura”, reconoce el director.

Además de esto, cuenta la historia de Jacob (Luciano Cáceres) a quien conocemos de la Biblia y relata de manera dramática lo descrito en las Escrituras. 

“Para mi como director es un honor, un privilegio, una bendición y un sueño cumplido el hecho de que la película esté en una de las principales plataformas, en este caso en Disney Plus”, nos dice el director, quien también dirigió Soldado Argentino Sólo Conocido Por Dios“ y “Yo, Traidor”. “Es una alegría también porque habla de la calidad del producto también, porque hay que pasar muchos filtros para pasar a Disney, entonces esto es mérito de todas las personas que directa o indirectamente estuvieron involucradas en esta película, que pusieron lo mejor de sí para que un producto pueda llegar a esta plataforma y más teniendo en cuenta que es nuestra segunda película, ya que también está ‘Yo, Traidor’, incluida también dentro de la plataforma”, agregó Engler.

Anteriormente, el productor de esta película, Juan Belart, nos compartió la increíble tarea que llevan a cabo tras las cámaras, cuando oran juntos al inicio de cada rodaje y predican la Palabra de una forma personal y no invasiva. Efectivamente esta película está creada con personas que portan el Evangelio y eso puede verse y sentirse a la hora de ver la película.

Disney Plus es una plataforma que contiene todo tipo de contenido, algunos de ellos comparten contenido contrario a lo que la Palabra dice, por eso, el hecho de que ésta historia que habla del perdón, de la memoria y del Amor, se incluya dentro de sus contenidos es una excelente y esperanzadora noticia. 

¿Cómo conocer a Jesús?

No podríamos conocer a Jesús sin primero haber sido encontrados por Él. Necesitamos primeramente ser hallados en Él.

No podríamos conocer a Jesús sin primero haber sido encontrados por Él. Necesitamos primeramente ser hallados en Él.

Pero entonces, ¿de qué conocimiento hablamos?

No es un conocimiento intelectual, ni mera información. Para conocer a Dios no necesito hacer muchos cursos de teología o leer la Biblia en un año. Obviamente, todo esto es bueno, ya que son herramientas que nos señalan y describen a Dios, pero no son Dios.

Se trata de conocer de forma espiritual

La palabra “conocimiento” tiene que ver con la construcción de una casa, con una unidad. Según el original hebreo ‘YADA’ o ‘YADE’, también en su raíz etimológica, nos encontramos con la palabra revelar, hacer notorio. Para hacerlo sencillo, es como si estuviésemos hablando de los planos de una construcción.

Oséas 4:6 dice “mi pueblo fue destruido por que le faltó conocimiento”.

Pero si ellos conocían la ley, se la sabían de memoria desde niños, ¿por qué fueron destruidos?

La respuesta es sencilla: porque les faltó la edificación de la vida de Dios en ellos, la revelación de los planos, la vida práctica del Espíritu. Esto nos lleva a la conclusión de que al final no estaban dentro de la casa, porque no había construcción.

Dios era la casa, y el que la construye en realidad es Él.

“Por qué, si Dios no construye la casa, en vano trabajan los edificadores”. Salmos. 127:1

Este conocimiento está profundamente vinculado con la palabra “comunión”, que es igual a lo mencionado anteriormente según la palabra hebrea “Chabar” o del griego “Koinonía”. Tiene que ver con una casa en común compartida, un vínculo, una unión.

«Conocer a Dios es tener comunión con Él, estar unido a Él, tener conexión con Él, compartir su misma naturaleza».

Dios no puede comunicarse con nosotros a menos que hayamos sido regenerados. Si no nacemos de nuevo no podemos ver el Reino. Dios es Espíritu, y los que le adoran (los que tienen comunión) deben hacerlo a través del espíritu.

Es una locura creer que alguien no nacido de nuevo puede tener comunión con Dios. Nuestro ser, es decir el alma, no puede conducirnos al Padre, por más que tenga una inteligencia desarrollada, mucho conocimiento e información, tal vez hasta sea muy buena y generosa, quizás está adiestrada y educada, pero nunca dejará de ser carne con un espíritu muerto para con Dios, desconectado de Su gloria.

Abordar todo esto es tan profundo, y como decía el apóstol Pablo: “La palabra de la cruz es locura para los que no creen (aun), pero es poder de Dios para los que se salvan”.

La vida de Cristo se nos es impartida cuando creemos en Él, en su obra completa en la cruz y resurrección, y que, en ambos hechos fuimos incluidos mediante la fe. Es la convicción de saber que cuando Cristo murió “yo morí”, y cuando Cristo resucitó, “yo resucité juntamente con Él”. Es fundamental tener esto en claro, y así poder andar en una vida nueva.

Adoración en la cárcel de Florencio Varela

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En la unidad penitenciaria Nº 31 en Florencio Varela, el grupo de adoración Factor de Cambio llevó música del cielo, convirtiendo la prisión en un espacio de Iglesia.

La Iglesia Ríos de Vida, Quilmes, cuenta con un ministerio carcelario liderado por Luis Alberto y Cristina González. Roberto Zapacosta, Silvia Gonzalez y Laura Leguizamon también forman parte del equipo y hacen posible que aquellos que quieran caminar en el Señor dentro de prisión, puedan hacerlo recibiendo su apoyo y acompañamiento. Ellos llevan la Palabra a la cárcel de Varela. La iglesia que funciona dentro, está conformada por muchas personas que mientras cumplen su condena con la Justicia mientras escuchan el Evangelio y son transformados. Ellos realizan reuniones y cada tanto, tienen cultos especiales. 

El día domingo 4 de agosto, en un encuentro programado por este ministerio, Factor de Cambio junto a Ángel Annacondia, visitaron la unidad penitenciaria y vivieron un tiempo de adoración en donde muchos se entregaron a Jesús. Ocho pabellones con alrededor de 450 personas asistieron al encuentro.

“Lo que más me sorprendió y nos conmovió es ver a aquellas cientas de personas que quizás estaban ahí por haber cometido distintos actos de delincuencia y hasta asesinato, con condenas que incluyen la perpetua, adorando entre lagrimas, rendidos y entregando todo a Cristo”, nos compartía Joan Pradas, vocalista integrante de Factor de Cambio.La única esperanza que tienen es Cristo, lo único que les queda es Cristo. Cuando los veíamos adorar nos transmitían eso”, decía.

“Varias veces hemos ido a tocar a esa unidad, pero esta vez fue diferente. La manera en la que adoraban y se entregaban a Jesús fue muy fuerte”, agrega Joan.

Ellos nos cuentan que además ocurrieron milagros y sanidades, en medio de todo ese clima de Iglesia que se vivió. “La iglesia la conforman personas como todos nosotros, pecadores arrepentidos que en Él somos Uno y adoramos con una misma pasión”, reflexionó Joan.

El domingo se vivió un tiempo diferente y especial, en donde el Mensaje fue transmitido a todos aquellos que como el ladrón de la cruz buscaban redención y un lugar en la casa del Padre.

Tatjana Smith, la nadadora olímpica que agradeció a Dios tras ser medalla de oro

La nadadora sudafricana Tatjana Schoenmaker, ahora conocida como Tatjana Smith, ha ganado la medalla de oro en los 100 m braza en los Juegos Olímpicos de París 2024, con un tiempo de 1 minuto y 5 segundos.

La nadadora sudafricana Tatjana Schoenmaker, ahora conocida como Tatjana Smith, ha ganado la medalla de oro en los 100 m braza en los Juegos Olímpicos de París 2024, con un tiempo de 1 minuto y 5 segundos.

En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Schoenmaker se convirtió en la primera mujer sudafricana en ganar una medalla de oro desde 1996, al llevarse el oro en los 200 m braza y la plata en los 100 m braza.

Conocida como la “chica de oro” en Sudáfrica, Schoenmaker se casó con su prometido, el agente deportivo Joel Smith, en noviembre de 2023, adoptando así el apellido Smith para los Juegos Olímpicos de París 2024. 

Horas después de ganar su medalla, Smith publicó en las redes sociales una foto de una camiseta en la que agradecía a todas las personas y patrocinadores que la apoyaron. En la camiseta se podía leer: “Mi comunidad”.

Los tres primeros nombres que aparecen en la camiseta son “Dios, Jesús y el Espíritu Santo”. Además, en la parte superior de la camiseta, en letras más grandes, se leía: “Por ti, para ti”. 

Diez semanas antes del inicio de los Juegos Olímpicos, Schoenmaker compartió una selfie en las redes sociales expresando su entusiasmo por nadar “para la gloria de Dios y representar a su país”.

No es la primera vez que la nadadora sudafricana habla abiertamente de su fe cristiana. En Tokio 2020, oró a Dios para que “se haga Su voluntad” antes de sus competiciones.

Al igual que en Tokio, donde recogió sus medallas de oro y plata, en París 2024, Schoenmaker también subió al podio con dos aros en forma de cruz.

Más de 2.000 personas fueron bautizadas en las playas de California

El bautismo masivo celebrado en Pirate's Cove Beach, California, con alrededor de 2,000 personas, se destaca como un evento significativo para la comunidad cristiana liderada por el evangelista Greg Laurie y su megaiglesia, Harvest Christian Fellowship.

El bautismo masivo celebrado en Pirate’s Cove Beach, California, con alrededor de 2,000 personas, se destaca como un evento significativo para la comunidad cristiana liderada por el evangelista Greg Laurie y su megaiglesia, Harvest Christian Fellowship. 

Este evento se produce apenas una semana después de la Cruzada de la Cosecha 2024 en el Angel Stadium, que atrajo a miles de fieles y culminó con el estímulo a nuevos conversos a participar en este bautismo público.

La importancia del sitio, Pirate’s Cove Beach, es especialmente notable ya que fue un punto focal durante la Revolución de Jesús de la década de 1970, un movimiento de avivamiento espiritual que tuvo un gran impacto en la región. 

Laurie ve los bautismos recientes y el creciente número de personas que se comprometen con la fe como posibles signos de un nuevo movimiento espiritual similar que está surgiendo en la misma zona.

Con más de 6,500 bautismos en la misma playa en los últimos 12 meses, la iglesia está utilizando un enfoque estructurado para monitorear y apoyar a los nuevos conversos. 

Proporcionan una Biblia para nuevos creyentes, acceso a recursos de discipulado digital y conexión con iglesias asociadas, lo que garantiza que las personas bautizadas tengan apoyo continuo en su viaje de fe.

Esta serie de eventos refleja una renovación del fervor religioso en California, particularmente en la parte sur del estado, y continúa la tradición de los grandes movimientos de avivamiento que han marcado la historia de la región. 

La comunidad cristiana está viendo un resurgimiento en la participación y el compromiso espiritual, lo que sugiere un renacimiento en la fe y un fortalecimiento de la comunidad religiosa en el área.

La Cruzada de la Cosecha y los bautismos en Pirate’s Cove no solo representan un momento de celebración, sino también un testimonio del impacto duradero de la fe en la vida de muchas personas. 

Este renacimiento espiritual está dejando una huella significativa y posiblemente duradera en la región, destacando la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo en la práctica de la fe cristiana.

Dejando las excusas: Un camino hacia la obediencia y el crecimiento espiritual

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El Poder de las Excusas

En Jeremías 1:6-8, encontramos una conversación poderosa entre Dios y el profeta Jeremías:

 «Yo respondí: ‘¡Ah, mi Señor y Dios! ¡Soy muy joven y no sé hablar!’. Pero el Señor me dijo: ‘No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe y vas a decir todo lo que yo te ordene. No tengas temor delante de ellos que yo estoy contigo para librarte’, afirma el Señor.» Jeremías 1:6-7 NVI

Esta interacción nos enseña una lección fundamental sobre el papel de las excusas en nuestra vida espiritual. Jeremías, a pesar de su juventud y falta de experiencia, fue llamado a un papel profético crucial. Sus excusas, aunque comprensibles, no cambiaron el llamado de Dios ni la misión que le fue encomendada. Del mismo modo, cada uno de nosotros enfrenta desafíos y llamados que pueden parecer abrumadores. Nuestras excusas, sin embargo, no alteran el propósito de Dios para nuestras vidas. Al abrazar la obediencia y confiar en la guía divina, podemos superar cualquier obstáculo.

 1. El poder paralizante de las excusas.

Las excusas son una forma de resistencia que todos experimentamos. Pueden parecer inofensivas, pero tienen el poder de paralizar nuestro progreso espiritual y personal. Algunas de las excusas más comunes incluyen:

  • La falta de tiempo: «No tengo tiempo para dedicarme a esta tarea o ministerio.»
  • La falta de habilidad: «No soy lo suficientemente bueno en esto.»
  • El miedo al fracaso: «¿Y si no tengo éxito?»
  • La comparación con otros: «Hay otros que pueden hacerlo mejor que yo.»
  • La juventud o inexperiencia: «Soy demasiado joven y no sé cómo hacerlo.»

Estas excusas nos impiden avanzar y responder al llamado de Dios con valentía y fe. En Jeremías 1:6, vemos que incluso un gran profeta como Jeremías tuvo sus dudas.. Sin embargo, la respuesta de Dios fue clara: «No digas: ‘Soy muy joven’, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe y vas a decir todo lo que yo te ordene.»

Las excusas pueden ser vistas como mecanismos de autodefensa que empleamos para evitar el dolor del fracaso o la crítica. Sin embargo, en el ámbito espiritual, son barreras que nos impiden experimentar la plenitud de lo que Dios tiene reservado para nosotros. La resistencia al llamado de Dios, motivada por nuestras inseguridades, es una trampa que atrapa nuestro potencial y nos mantiene en la mediocridad espiritual. 

2. Enfocarse en la obediencia, no en el resultado.

Uno de los principios más importantes para superar las excusas es cambiar nuestro enfoque del resultado a la obediencia. La obediencia a Dios debe ser nuestra prioridad, independientemente de los resultados que podamos anticipar. Cuando servimos a Dios, nuestro éxito no se mide por los logros visibles, sino por nuestra fidelidad a Su llamado.

En el mundo actual, donde el éxito a menudo se mide por resultados tangibles y medibles, es fácil caer en la trampa de juzgar nuestra valía y nuestro servicio a Dios por los mismos parámetros. Sin embargo, la Biblia nos enseña que la verdadera medida de nuestro servicio es la obediencia y la fidelidad a Dios, independientemente de los resultados visibles. Este principio nos libera de la presión de producir resultados y nos permite servir a Dios con un corazón puro y desinteresado.

Ejemplo Bíblico: Moisés

Moisés es otro ejemplo clásico de alguien que presentó excusas ante el llamado de Dios. En Éxodo 4:10, Moisés dice: «¡Oh Señor, nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua!» Sin embargo, Dios no aceptó su excusa y le respondió: «¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo, el Señor?» (Éxodo 4:11). Dios le recordó a Moisés que Él es el Creador y que tiene el poder de capacitar a aquellos a quienes llama.

Este relato nos muestra que Dios no se deja influenciar por nuestras limitaciones percibidas. Él ve más allá de nuestras debilidades y se enfoca en Su poder y en Su propósito. Moisés, a pesar de sus dudas y temores, obedeció a Dios y se convirtió en uno de los líderes más grandes de la historia bíblica. Su vida es un testimonio de lo que Dios puede hacer cuando respondemos con obediencia en lugar de excusas.

3. La prioridad de servir a Dios.

Cuando hacemos el servir a Dios nuestra prioridad, las excusas pierden su poder. En lugar de enfocarnos en nuestras limitaciones, comenzamos a ver las posibilidades a través del poder de Dios. Esto requiere un cambio de mentalidad y una entrega total a Su voluntad.

El servicio a Dios no se trata de nuestras capacidades, sino de nuestra disponibilidad. Dios no está buscando personas perfectas; está buscando corazones dispuestos. Cuando ponemos a Dios en primer lugar y priorizamos Su voluntad sobre nuestros miedos y dudas, nos posicionamos para ser usados de maneras poderosas y sorprendentes.

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