Rob Webb, un ingeniero espacial estadounidense, creció en una familia atea y no tuvo contacto con el Evangelio hasta su edad adulta. En un escrito, Webb comparte su inspiradora transformación de un ateo militante a un ferviente defensor de la fe cristiana.
Rob Webb, un ingeniero espacial estadounidense, creció en una familia atea y no tuvo contacto con el Evangelio hasta su edad adulta. En un escrito, Webb comparte su inspiradora transformación de un ateo militante a un ferviente defensor de la fe cristiana.
Durante su juventud, Rob tenía la firme convicción de que el cristianismo era para personas “débiles y poco intelectuales” y disfrutaba desafiando a los cristianos, intentando refutar sus creencias.
Apasionado por el espacio desde pequeño, se matriculó en Ingeniería de Cohetes en la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle. Tras graduarse en 2011, comenzó su carrera en el campo, solo para encontrar que muchos de sus colegas compartían sus creencias ateas.
El cambio en su vida comenzó cuando un amigo universitario lo invitó a leer y discutir un libro cristiano sobre la relación entre Dios, la ciencia y el espacio. Aunque Rob aceptó la invitación con la intención de desacreditar la fe de su amigo, pronto se encontró confrontado con preguntas profundas sobre la vida después de la muerte y su propia falta de respuestas.
A medida que investigaba para sus debates, comenzó a ver la necesidad de entender su destino eterno.
Durante estas discusiones, su amigo cristiano presentó el Evangelio de manera clara, enfocándose en la ley de Dios y el conocimiento del pecado, según Romanos 3:20. Fue entonces cuando Rob empezó a comprender su condición de pecador y su necesidad de la misericordia de Dios.
Conmovido por el Espíritu Santo, se arrepintió de sus pecados y colocó su fe en Jesucristo. «Fue como si se encendiera un interruptor de luz en mi vida, de la oscuridad a la luz», testificó Rob.
Después de su conversión, Rob experimentó una transformación radical. Compró una Biblia, comenzó a estudiarla y sintió un nuevo deseo de asistir a la iglesia, ayudar a los necesitados y compartir su fe.
Dos años después, asumió el puesto de ingeniero jefe de navegación en la NASA, contribuyendo a misiones significativas como el envío de naves espaciales a Marte, Júpiter, asteroides y la misión Parker Solar Probe al Sol.
Sin embargo, cuando la industria espacial comenzó a adoptar y promover ideologías marxistas y la agenda LGBT, Rob sintió que estas ideologías chocaban con su fe cristiana. Decidió dejar el «trabajo de sus sueños» en la NASA para dedicarse al ministerio.
Hoy, Rob Webb se dedica a apoyar a jóvenes cristianos interesados en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, alentándolos a mantenerse firmes en su fe. Él sostiene que es crucial que más cristianos regresen a campos científicos, basándose en la autoridad bíblica.
«La Biblia enseña que toda sabiduría y conocimiento se encuentran en Cristo, quien nunca cambia (Hebreos 13:8) y sostiene el universo entero mediante la palabra de Su poder (Hebreos 1:3)», subraya Rob.
La historia de Abdulla y su familia es un testimonio conmovedor de la fe y la resiliencia en medio de circunstancias extremadamente difíciles. Desde la toma de Afganistán por los talibanes en agosto de 2021, muchos cristianos afganos han enfrentado desafíos enormes, obligados a tomar decisiones cruciales para protegerse y preservar su fe. Abdulla, su esposa Fátima y sus tres hijos no son la excepción.
La historia de Abdulla y su familia es un testimonio conmovedor de la fe y la resiliencia en medio de circunstancias extremadamente difíciles. Desde la toma de Afganistán por los talibanes en agosto de 2021, muchos cristianos afganos han enfrentado desafíos enormes, obligados a tomar decisiones cruciales para protegerse y preservar su fe. Abdulla, su esposa Fátima y sus tres hijos no son la excepción.
Forzados a abandonar su hogar debido a la persecución, Abdulla y su familia se embarcaron en un peligroso viaje hacia Asia Central, uniéndose a millones de otros afganos que también buscaban seguridad. Esta región, aunque más segura que Afganistán, presentó sus propios desafíos, desde la adaptación cultural hasta la integración en nuevas comunidades. Sin embargo, Abdulla experimentó una profunda convicción de que su llamado era servir en esta región y decidió descartar sus planes iniciales de mudarse a Europa.
Ahora, establecidos en su nuevo hogar, Abdulla ha asumido un papel activo en su comunidad de fe. Como líder de un grupo base en la iglesia local, trabaja incansablemente para fortalecer la congregación y ofrecer apoyo a otros refugiados afganos. Su compromiso se extiende más allá del ámbito local, ya que también se dedica a evangelizar a otros refugiados, utilizando su experiencia y conocimiento para brindar esperanza y dirección espiritual.
Fátima, por su parte, ha encontrado formas significativas de contribuir a la comunidad. Con su experiencia como peluquera, no solo ofrece servicios que son muy valorados, sino que también dedica tiempo a la Escuela Dominical, donde enseña y guía a los más jóvenes. Su habilidad para conectar con las personas a través de su profesión le permite tener un impacto positivo en la vida de muchos, especialmente en un contexto donde el apoyo emocional y práctico es esencial.
Los hijos de Abdulla y Fátima también están profundamente involucrados en la vida espiritual de la familia. A pesar de su corta edad, han demostrado una notable madurez y valentía, participando activamente en actividades de la iglesia y compartiendo su fe con otros jóvenes. Su implicación no solo es un testimonio del entorno positivo en el que están creciendo, sino también un reflejo de los valores de su familia y su compromiso con la misión de Dios.
Además, Abdulla ha expandido su ministerio a través de una plataforma de evangelización en línea. Este esfuerzo le permite ofrecer contenido cristiano en su idioma nativo y llegar a personas en comunidades musulmanas radicales. A través de esta iniciativa, busca transmitir el mensaje del Evangelio a quienes, de otro modo, podrían no tener acceso a estas enseñanzas. Aunque este ministerio conlleva riesgos significativos, Abdulla está decidido a seguir adelante, confiando en que su trabajo está alineado con el propósito divino.
Sin embargo, los desafíos no cesan para Abdulla y su familia. Fátima enfrenta problemas relacionados con su estatus migratorio, ya que aún no ha obtenido la ciudadanía en su nuevo país. Esta situación añade una capa adicional de incertidumbre y preocupación para la familia. Además, la predicación del Evangelio en una región predominantemente musulmana presenta riesgos continuos, lo que subraya la valentía y el compromiso de Abdulla y su familia en su labor.
Cabe resaltar que todos los nombres utilizados en esta nota son ficticios para guardar la identidad de los protagonistas por seguridad.
En ocasiones, la culpa se vuelve un obstáculo para caminar en los planes que Dios ya tiene preparados para nuestra vida. El saber gestionar esta emoción puede ser la llave que estamos necesitando para por fin abrir la puerta de la cárcel que por mucho tiempo pudimos estar habitando. ¿Qué nos lleva a sentir culpa y por qué puede ser tan dañina? Esta emoción nos muestra una información valiosa.
Basada en un parámetro moral de lo que está bien y mal, nos dice cuando podemos estar tomando decisiones que sean erradas, a partir de un acto o una omisión, tanto del pasado, presente y del futuro. Esto nos puede ayudar a registrar aspectos para que tomemos decisiones diferentes.
Sin embargo, también puede operar como un juicio que tiene una sentencia. Imaginemos si este juicio es distorsionado. Un juicio “arreglado” en el cual se sepa el culpable y la condena sea impagable, en el cual podemos estar sentándonos nosotros mismos en el asiento del juez, estableciendo un resultado lo más severo posible, buscando reparar o establecer justicia pero utilizando formas que se alejen del objetivo.
Todo esto tiene un potencial destructivo muy grande. Incluso podemos sentirnos culpables cuando Dios nos ha hecho libres. No es lo mismo saber que creer. No es lo mismo leer algo que experimentarlo. Podemos sentir culpa pero esto no es lo mismo a que sea Dios quien nos termine condenando (Rom. 8:1). Él es más grande que nuestros pensamientos y emociones, Él lo conoce todo (1 Jn 3:19-20 NTV). Entonces, ¿cómo abordar de una manera saludable esta situación? Podemos comprender un poco más viendo varias experiencias que la Biblia nos trae.
Los hermanos de José, luego de muchos años de haberlo vendido, mintiéndole a su propio padre diciendo que había muerto, se sentían culpables de aquel suceso (Gn. 42:21 LBLA). El tiempo por sí mismo no cura heridas si no somos intencionales en sanar. Los pendientes siguen volviendo tarde o temprano si no los resolvimos. En este caso, ellos conectaron la angustia que sentían como una consecuencia de lo que habían hecho en su momento con José.
La culpa puede funcionar como un buscador de castigos merecidos, no para librarnos sino para condenarnos cada vez más. Relacionando sucesos, según nosotros mismos, para que estos tengan un sentido y conseguir así una justicia un tanto selectiva. En este caso los hermanos si habían tomado una decisión errada, sin embargo la forma de gestionar esta culpa es en lo que necesitamos enfocarnos.
Sostuvieron una mentira por años, manipularon convenientemente elementos para contar la historia que quisieron, y si aún así hubieran estado arrepentidos, esto no fue traducido en acciones prácticas. Prefirieron mantener la supuesta muerte de Jose antes que contar lo que habían hecho.
«La culpa les mostró al parecer, su equivocación, no obstante decidieron continuar con su plan».
Nuestras elecciones tienen consecuencias, pudieron ser libres, decidieron ser presos. Aquí hay un punto clave, en su equilibrio podemos encontrar soluciones, en su distorsión vemos solo castigos interminables. A pesar de todos estos sucesos, Dios seguía teniendo un plan y les dio una nueva oportunidad que tomaron para volver a reencontrarse y bendecir así a una nación.
Por otra parte Judas, aquel que entregó al único que no había cometido delito alguno, también atravesó por la culpa (Mt. 27:3-5). Una vez que se dio cuenta de lo que hizo, intentó reparar el daño. Recibió dinero por entregar a Jesús, por ende eligió devolverlo. No obstante aquellos que se lo habían dado, se desentendieron del asunto, no les interesó lo que Judas intentó. El daño estaba hecho.
Ante este panorama, luego de ejecutar el plan sin el resultado esperado, no soporto la situacion y encontro en el suicidio una forma de terminar con el sufrimiento. Lo que era tan importante en su momento como para entregar a Jesús, no logró ser suficiente para pagar la deuda que sentía. Judas intentó reparar la situación yendo con los sacerdotes, aquí hay un aspecto importante. Él registró que eran ellos quienes podrían darle ese perdón y libertad. Al no responder a su demanda, nuevamente Judas tomó decisiones.
Aquí necesitamos reflexionar, la culpa le mostró la equivocación, él eligió que hacer y a quién acudir para recibir ayuda. Fue primero con los hombres y no con Jesús. Era al maestro a quien había entregado, era Él quien podía librarlo de la culpa y perdonarlo. Nuevamente tenemos una estructura, la culpa nos da información pero somos nosotros los que decidimos que hacer con ella.
Otro caso más, Pedro, aquel discípulo que luego de haber vivido años con Jesús lo negó 3 veces delante de las personas, se encontró también con la culpa. Su accionar, incluso ya previsto por el maestro, fue en contra de todo lo que había construido por años.
Su dolor luego de haber tomado tal decisión fue grande, sin embargo, así como las personas que mencionamos anteriormente y también nosotros, tenía que elegir cual era el camino para atravesar lo que sentía. Luego de tiempo pudo encontrarse nuevamente con Jesús, y logró tomar la decisión correcta, volver a reparar ese vínculo de confianza con la persona más importante. Prefirió que fuera Jesús quien lo juzgara, y dejar de hacerlo él mismo. Abandono ese autocastigo, ese alejamiento que lo llevó a los caminos de antes, para volver a empezar una nueva etapa con Jesús.
La culpa puede ser una cárcel o puede ser una oportunidad para registrar, comprender y cambiar de rumbo.. No dejemos que esta emoción invada y maneje todas nuestras acciones. Más bien, tomemos la información que nos da esta y el resto de emociones para tomar decisiones sabias y saludables. Tenemos la llave, tenemos elección.
«Pongamos un límite a la creencia de que un error nos define».
Si aquello que hablamos puede estar siendo parte de tu vida, puede ser el tiempo para pedir ayuda. Nuevos pensamientos, nuevas ideas, nuevas formas de gestionar lo que sentimos pueden estar a disposición si le damos lugar y no cerramos la puerta. Aún hay tiempo para tomar decisiones diferentes. Trabajemos para dejar de profundizar la culpa para enfocarnos en la reconciliación (2 Cor. 5:18-20 DHH). Tal vez aquello que veíamos como un gigante invencible, sea la puerta para crecer, madurar y que Cristo sea formado en nosotros.
La adolescencia, hablando de adolescentes, entre 11 y 18 años, es una etapa crucial de la vida, donde experimentamos numerosos cambios físicos, emocionales y sociales. La sexualidad se convierte en un tema central durante este período, así como las relaciones interpersonales, y es esencial abordar varios aspectos para fomentar un desarrollo saludable y responsable.
A continuación, exploraremos cuatro puntos clave: la importancia de la información técnica y científica, el autoconocimiento, la regulación emocional y la responsabilidad afectiva, articulando citas bíblicas relevantes.
1. Importancia de la información técnica y científica.
En una era donde la información está al alcance de un clic, es fundamental que los adolescentes tengan acceso a información técnica, científica y bíblica sobre la sexualidad. Conocer los aspectos biológicos, psicológicos y sociales de la sexualidad permite tomar decisiones informadas y responsables. Por ejemplo, comprender el funcionamiento del cuerpo, los métodos anticonceptivos y las enfermedades de transmisión sexual ayuda a prevenir riesgos y promueve una vida sexual saludable.
En este punto, nos hemos encontrado a adolescentes siendo enseñados por adultos o con poca información científica, llenos de mitos y tabúes que siguen siendo la fuente de los mayores enemigos de la sexualidad, con una de las falsas creencias modernas: que informar es darles rienda suelta a los comportamientos peligrosos; y además transmitiendo “opiniones», o “ejemplos de experiencias vividas” que poco suman. Estamos en otro tiempo sociocultural y necesitamos dejar de pensar desde nosotros.
La educación sexual basada en evidencia científica no solo despeja mitos y tabúes, sino que también empodera a los jóvenes a tomar decisiones conscientes y seguras. Como dice Proverbios 2:6: «Porque el Señor da la sabiduría, de su boca proceden el conocimiento y el entendimiento.» Esta cita resalta la importancia de buscar conocimiento y entender la verdad, incluso sobre temas como la sexualidad, para tomar decisiones sabias y bien informadas, comprendiendo lo que les sucede internamente, en lo físico y emocional, para poder focalizarse en las relaciones interpersonales que desean tener en función de la familia que quieran formar.
Muchas veces escucho que dar información hace quemar etapas, pero nada más alejado. Está comprobado por encuestas serias que los adolescentes mejores informados sobre temas de sexualidad, y no me refiero a información solo biológica, sino emocional, social y espiritual, retrasan el comienzo de relaciones sexuales, y en este sentido es mejor pronóstico que asustar con temas como castigo, consecuencias que generan temor, y se les posibilita la toma de decisiones desde un corazón entendido, al menos de todo lo que se puede en esta etapa maravillosa de la vida.
2. Importancia del Autoconocimiento
El autoconocimiento es un pilar fundamental durante la adolescencia. Conocerse a uno mismo implica entender nuestras fortalezas y debilidades, nuestras preferencias y límites. Este proceso de introspección es esencial para desarrollar una autoestima sólida y una identidad sexual sana. Saber lo que nos gusta y lo que no nos gusta, así como nuestros valores y creencias, nos permite establecer relaciones saludables y respetuosas. La mejor defensa para un niño o adolescente es su identidad, saber quién es, saberse amado, conocer sus límites y reconocer un círculo de confianza, de ser posible, primero en la casa.
Fomentar el autoconocimiento en los adolescentes es clave para que puedan navegar sus emociones y experiencias de manera segura y positiva. Como se menciona en Salmos 139:14: «Te alabo porque soy una creación admirable; ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!»Conocerse y valorarse a uno mismo, reconociendo que cada persona es una creación maravillosa y única, lejos del ego, y teniendo el concepto justo de uno mismo.
3. Entrenamiento en regulación emocional.
La adolescencia es una etapa de intensas emociones, y aprender a regularlas es esencial para el bienestar emocional. La regulación emocional implica reconocer y gestionar nuestras emociones con precisión y claridad. Entrenar esta habilidad permite a los adolescentes manejar el estrés, la ansiedad y otras emociones negativas de manera efectiva, así como moderar lo que generan ciertos vínculos, sabiendo que es en esta etapa donde aparece la atracción y deseo sexual. Cierto es que en lo “ideal”, esto se aprende en la infancia, con padres que saben autorregularse. Pero si llegamos aquí y esto aún no es conquistado, qué mejor desafío de amor comenzar a aprender a regularnos, y dejar de dar excusas, nosotros los adultos, de que ya estamos grandes para cambiar.
Además, la regulación emocional contribuye a la toma de decisiones saludables y a la construcción de relaciones interpersonales basadas en el respeto y la empatía. Proverbios 16:32 nos recuerda: «Más vale ser paciente que valiente; más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades.» Qué poco hemos hablado de conquistarnos a nosotros mismos, de la capacidad de postergar deseos, de frustrarnos como un acto de madurez, de reemplazar hábitos malos por los saludables. Recordemos que la sexualidad es altamente adictiva porque proporciona un placer especial, ya que su objetivo es conseguirlo, pero debemos aprender a gestionarla.
4. Responsabilidad afectiva.
La responsabilidad afectiva es un aspecto crucial de las relaciones durante la adolescencia. Implica ser consciente de cómo nuestras acciones y palabras afectan a los demás y asumir la responsabilidad de nuestros comportamientos. Esto incluye evaluar y ajustar nuestras estrategias y pensamientos, así como reparar el daño causado y pedir perdón cuando sea necesario, o recapacitar para recalcular a futuro, es decir, aprender.
Fomentar la responsabilidad afectiva en los adolescentes también promueve relaciones basadas en el respeto, la empatía y la consideración mutua. Efesios 4:2 nos dice: «Sean siempre humildes y amables; sean pacientes unos con otros y toleren las faltas de los demás por amor.» Esta cita enfatiza la importancia de la empatía, la paciencia y la humildad en las relaciones interpersonales, aspectos clave de la responsabilidad afectiva. Además, Mateo 5:23-24 subraya: «Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.» Resaltando la importancia de la reparación y el perdón en las relaciones, aspectos cruciales de la responsabilidad afectiva.
Reflexiones:
La adolescencia es una etapa de descubrimiento y crecimiento, y abordar la sexualidad desde una perspectiva integral es esencial para el desarrollo saludable de los jóvenes. La información técnica y científica, el autoconocimiento, la regulación emocional y la responsabilidad afectiva son pilares fundamentales que guiarán a los adolescentes hacia una vida sexual responsable y satisfactoria, donde la sexualidad sigue el diseño de Dios para la misma: intimidad, conexión, y placer. Proveerles de herramientas y conocimientos adecuados les permitirá tomar decisiones conscientes y construir relaciones basadas en el respeto y en el amor.
Salvation Crew, en colaboración con el movimiento misionero noruego Jesus Revolution y la organización Zasáhnout svět (Alcanza el Mundo), organizó con éxito la segunda edición de la Jesus Pochod (Marcha de Jesús) en Praga, República Checa.
Este evento, que sigue al celebrado en noviembre de 2023 con una asistencia de 1.000 personas, recibió un aumento en la participación este año, con aproximadamente 2.000 asistentes provenientes de diversas iglesias y congregaciones de todo el país.
La marcha comenzó a las 16:00 horas en la plaza Hradčany, situada cerca del Castillo de Praga. La apertura incluyó una serie de canciones dirigidas por músicos de la Iglesia Abierta de Praga y una introducción de Peter Kuba, líder de Zasáhnout svět.
Los participantes luego se dirigieron a Klárov, cerca de la sede del gobierno checo, donde el pastor Olayinka Ojo del RCCG Rehoboth Centre ofreció un emotivo discurso, acompañado por canciones interpretadas por un grupo vocal de su iglesia.
El grupo cruzó el río Moldava y avanzó hacia la Plaza de la Ciudad Vieja, donde el equipo de Jesus Revolution llevó a cabo el programa principal. Desde el escenario, se compartieron testimonios vibrantes de jóvenes sobre su experiencia con Jesús, complementados con música moderna y expresiones de danza.
Al final de la jornada, aproximadamente doce personas fueron bautizadas en la misma Plaza de la Ciudad Vieja. Los organizadores ya están preparando la tercera Marcha de Jesús, prevista para agosto de 2025. El evento tiene como objetivo fortalecer la conexión entre los cristianos en la República Checa y difundir públicamente la Buena Nueva de Jesucristo.
Si en los tiempos en los que vivimos existiera la propuesta de una reversión contemporánea del libro de Hechos de los Apóstoles, definitivamente el nombre de Dietrich Bonhoeffer aparecería entre sus páginas.
Nacido en la aristocracia, muerto en un campo de concentración; Bonhoeffer no solo fue concebido como una de las figuras cristianas más relevantes del siglo pasado, sino que también extiende su nivel de influencia aún en nuestros días, a través de sus obras más póstumas y citas bibliográficas.
Teniendo todo eso en cuenta, nada podría alcanzarnos para afirmar que el evangelio que Bonhoeffer predicó —tanto en vida como a través de su martirio— fuera un mensaje atractivo de oír. ¿Cómo es esto posible? De la misma forma en la que fue posible para el Mesías, quien logró ser rechazado por absolutamente todos, incluyendo a quienes habían dedicado su vida a esperarle.
El costo del discipulado despliega de forma elocuente una aparente contradicción: la paradoja del yugo fácil y la carga de la Cruz. Dos verdades anunciadas en las Buenas Noticias y encarnadas en la figura de Cristo.
“[…] si hemos rebajado con agua el evangelio para transformarlo en un estímulo emocional que no hace ninguna demanda costosa y fracasa en la distinción entre la existencia natural y la cristiana, entonces, no podemos evitar mirar la cruz como una calamidad común de todos los días.”
Tal y como le sucedió a los judíos, la idea de un Mesías sufriente resulta algo difícil (o mas bien inconcebible) de entender. Si bien el autor reconoce la indiscutida tendencia favorable de una iglesia que crece en adeptos, esa variable decrece a la hora de buscar a quienes realmente pueden considerarse seguidores de Cristo. Y es que son pocos los creyentes que se sientan a calcular el costo real de una vida dedicada a Dios. Y cuando lo hacen, asegura el autor, hay dos caminos que suelen tomarse con mayor frecuencia que la senda estrecha: el abandono total o la gracia barata alcanzable en estándares humanos.
¿Qué tan difícil es decirle que sí a Jesús? “Imposible” sería la respuesta de Bonhoeffer. Sin embargo, este libro no resulta ser un viaje sin retorno hacia un abismo de resignación y desesperanza, sino una invitación constante en cada capítulo a tomar la mano de Jesús y ser guiados por Él mismo. Pues nada se nos pide de su parte sin darnos la fortaleza necesaria para realizarlo junto con Él.
“El verdadero problema es que la pura palabra de Dios ha sido tan mezclada con tanto peso humano, normas pesadas y regulaciones, falsas esperanzas y consolaciones, que se ha vuelto algo extremadamente difícil tomar una genuina decisión por Cristo.”
El discipulado nunca puede ser una iniciativa propia del hombre, sino un llamado. Quien lo acepta, a su vez debe rechazarse a sí mismo. No hay términos ni condiciones que puedan retenerse. El abandono es total. Entenderlo de esta forma nos ayuda a comprender por qué la vida del discípulo jamás podría nacer como un deseo humano. Es el Maestro quien quita el velo de nuestros ojos, enseñándonos una vida superior por la que vale la pena abrir las manos y soltar todo lo que tenemos.
Bonhoeffer encarnó sus escritos, sumergiéndose de lleno hacia lo desconocido. En una cita escogida por su cuñado en las primeras páginas del libro, puede resumirse de forma conmovedora aquella verdad por la que miles de cristianos estuvieron dispuestos a entregar su vida, encontrando el sentido de ella en el misterio de la paradoja inicial: «Cuando Cristo llama a un hombre le extiende una invitación: ven y muere».
Hemos de entender el discipulado como algo que indefectiblemente nos costará. La muerte a uno mismo resultará ser el signo vital de un verdadero seguidor de Cristo. ¿Aceptaremos el llamado?
Los hermanos Stephen y Alex Kendrick en esta oportunidad narran cinco historias verídicas y emocionantes de grandes estrellas del deporte poniendo el foco en las relaciones hijos- padres.
Así también se da a conocer la historia personal de los hermanos Kendrick con su padre biológico y cómo esta figura paterna contribuyó positivamente a la difusión del cristianismo.
Sin duda alguna, todos poseen una historia paterna diferente. Sin embargo, de igual manera todos tienen acceso a una relación correcta con su Padre Celestial.
El mensaje que se transmitirá durante toda la película es que, sin importar de donde provengas o quien haya sido tu padre aquí en la tierra, todos pueden comenzar a escribir una historia nueva con Dios Padre.
Tu padre perfecto que está en el cielo puede cambiar la trayectoria de tu vida.
Aun teniendo la mejor relación con tu padre terrenal, nada se compara con conocer y vivir en el amor del Padre Celestial.
De los creadores de Cuarto de Guerra y Reto de Valientes.
TRAILER:
BREVE RESEÑA:
Sherman Smith, ex corredor de fútbol americano y actual entrenador, comienza relatando su camino hasta llegar a ser tan prestigioso y reconocido en el mundo del deporte norteamericano. Menciona que durante su recorrido hubo altos y bajos. Momentos felices y momentos muy duros.
En una oportunidad tras un accidente, el entrenador de Sherman lo invita a aceptar a Jesús en su corazón. Sin embargo, aún no estaba preparado para hacerlo. Fue recién años más tarde que quedó muy conmovido tras un encuentro con otro jugador cristiano y decidió cambiar el rumbo de su vida para seguir a Jesús.
Sherman se convierte en un padre para cada uno de los jugadores de su equipo y anhela llevar el mensaje del Evangelio incluso en las canchas del juego.
Por otro lado conoceremos la historia de otro gran jugador de fútbol, Deland McCullough. Él creció sin conocer a sus padres biológicos y en este documental seguiremos ese reencuentro tan esperado por él. Conocer en profundidad su historia lleva al asombro y es un recordatorio de que sin duda no hay nada que se escape de las manos de Dios.
A su vez se relata la historia personal de Alex y Stephen con su padre Shannon Kendrick. El padre de los productores jugará un rol fundamental en la vida de ellos. Esta historia tampoco deja de maravillar debido a que se exponen con detalle algunas de las luchas que la familia Kendrick tuvo que atravesar a lo largo de toda su vida.
Y aún queda mucho por contar…
En cada uno de los relatos se ve a Dios obrando de formas misteriosas y sobrenaturales, a favor de sus hijos amados.
«Tu historia terrenal, no condiciona de ninguna manera tu historia celestial.Solo basta con acercarnos confiadamente al trono de Dios para experimentar el amor perfecto de un Padre».
Esta película es ideal para compartir en familia. Una producción apta para todo público que llevará a sus espectadores un mensaje de esperanza. Podés encontrarla disponible en Amazon Prime Video o de forma gratuita en YouTube.
La ignorancia es algo que nos afecta a todos de diferentes maneras. Seguramente en alguna oportunidad le ha pasado de encontrarse en medio de personas hablando un tema del cual no podía ser parte, porque desconocía el asunto. Tal vez al salir de allí a su casa pensó “no tendría que haber ido”, porque la falta de conocimiento lo dejó afuera de la reunión. La ignorancia es la enfermedad social más peligrosa.
La ignorancia es algo que nos afecta a todos de diferentes maneras. Seguramente en alguna oportunidad le ha pasado de encontrarse en medio de personas hablando un tema del cual no podía ser parte, porque desconocía el asunto. Tal vez al salir de allí a su casa pensó “no tendría que haber ido”, porque la falta de conocimiento lo dejó afuera de la reunión. La ignorancia es la enfermedad social más peligrosa.
Cuando se le llama ignorante a alguien casi tiene un sentido descalificativo y puede resultar hasta ofensivo, porque suena como equivalente a burro. Pero también quisiera señalar que no es un atentado a la autoestima reconocernos ignorantes. Cabe destacar que hay personas que actúan por ignorancia y otros sacan ventaja de la misma.
Tiempo atrás alguien ignorante era una persona pasiva, dócil, simple. Tengo fresco el recuerdo de mi abuelo, un hombre con el rostro compasivo, donde los ojos claros concordaban con su expresión. Por su condición no había tenido la posibilidad de estudiar; pero en él no anidaba la violencia. ¿Cuántos como mi abuelo, en la generación pasada eran personas buenas? “En sentido de integridad”, sin rebeldía, donde la palabra tenía gran valor, y con un solo apretón de manos se cerraba un trato.
Hoy las personas incultas son violentas y practican la amenaza de la criminalidad como una compensación, asimilando que la sociedad está en deuda con ellos y entonces se la van a cobrar.
En reiteradas oportunidades, como generación actuamos en ignorancia; no tomando esta palabra con desprecio, sino sencillamente como suena. Ignorancia por no conocer, y no tener la suficiente información.
Con frecuencia la ignorancia engendra más confianza que el conocimiento.
Debemos entrenarnos en aprender a comunicar contenidos de luz y no propagar asuntos de las tinieblas. No hable tan rápido, es preferible escuchar y meditar lo que oye, antes de reproducir las malas noticias y ocasionar desánimo e incredulidad en quienes escuchan.
Que podamos hacer una oración de las palabras del salmista:
Estoy convencida que a nuestro tiempo le falta luz; me refiero a la luz que irradia de nuestro Creador, solo cuando emana ese brillo podemos ver la verdad que produce libertad.
Dios nos dejó un libro para que conozcamos Su voluntad; tendríamos que tener la capacidad de despegar la Biblia de la religiosidad y convertirla en un manual que nos conduzca en el caminar diario. Esta contiene la receta para aprender a comportarnos en la vida y nos da la posibilidad de descubrir la razón por la cual vivimos en la tierra. Nuestro Creador nada hace sin propósito.
Así como uno de los hombres sabios de la Biblia, Salomón, quién adquirió riquezas sin límites y escribió:
Piense por un momento cual elegiría ¿la sabiduría o las piedras preciosas? Si se queda con la segunda opción, estas no le duraran mucho si no adquiere conocimiento.
David Livingstone nació el 19 de marzo de 1813 en Blantyre, Escocia, en una familia profundamente piadosa. Aunque no pudo recibir una educación formal, debido a la necesidad de trabajar desde niño en una fábrica de algodón, su determinación lo llevó a educarse de manera autodidacta. Mientras trabajaba, colocaba un libro frente a él para leer, lo que le permitió adquirir conocimientos que le abrirían puertas en el futuro.
David Livingstone nació el 19 de marzo de 1813 en Blantyre, Escocia, en una familia profundamente piadosa. Aunque no pudo recibir una educación formal, debido a la necesidad de trabajar desde niño en una fábrica de algodón, su determinación lo llevó a educarse de manera autodidacta. Mientras trabajaba, colocaba un libro frente a él para leer, lo que le permitió adquirir conocimientos que le abrirían puertas en el futuro.
Fue un médico, explorador y misionero británico, una de las mayores figuras de la historia de la exploración. Mediante observaciones astronómicas, estableció situaciones correctas en la cartografía africana y realizó informes de botánica, geología y zoología. También se distinguió por su lucha contra la esclavitud. Por todo ello, en la Gran Bretaña victoriana fue considerado un héroe nacional.
A los 25 años, Livingstone quedó cautivado por un llamado dirigido a médicos misioneros, para que fueran a China. Motivado por su fe y su deseo de servir, se matriculó en la escuela de Medicina en Glasgow y se postuló en la Sociedad Misionera de Londres. Aunque al principio fue rechazado por no tener credenciales teológicas, perseveró en su vocación y cuando fue aceptado, la Guerra del Opio había estallado en China, lo que hizo imposible enviar misioneros allí.
En ese momento, Livingstone conoció a Robert Moffat, un pionero misionero en el sur de África que decidió dirigir su mirada hacia ese continente. En 1841, después de recibir su título en Medicina, se unió al equipo de Moffat y comenzó su misión en África, un lugar que pronto se convertiría en su hogar espiritual.
Tras dos años de aprendizaje junto a Moffat, Livingstone se trasladó a Mabotsa, donde fundó una misión con su esposa Mary, la hija de Moffat. Sin embargo, enfrentó dificultades con otro misionero, lo que lo llevó a mudarse a la aldea de Chonuana.
Allí, durante tres años, Livingstone bautizó al jefe de la tribu local. Pero una sequía obligó tanto a la tribu como a su familia a desplazarse. Finalmente, Livingstone decidió que su familia regresara a Inglaterra, mientras él continuaba explorando el interior de África, comenzando así sus famosas expediciones.
Danza zulú por parte de la tribu durante la época de las expediciones de Livingstone.
Su visión era abrir un «Camino Misionero» o «Carretera de Dios» para llevar el cristianismo y la civilización a los pueblos no alcanzados. Livingstone se resistía a las políticas de misiones conservadoras que consistían en evangelizar un pueblo a la vez y construir una iglesia solo cuando la comunidad estuviera bien establecida. Para él, este método era demasiado lento, especialmente dadas las difíciles condiciones para la evangelización en África.
Livingstone propuso un enfoque más amplio: infiltrarse en el interior de África de manera positiva, ayudando a los africanos a desarrollar su propio comercio y aprendiendo sobre sus costumbres.
Su meta no era construir iglesias rápidamente, sino crear condiciones más favorables para la evangelización futura. A pesar de las dificultades y la resistencia de otros misioneros y colonos europeos, Livingstone mantuvo su enfoque cristiano, defendiendo la dignidad y los derechos de los africanos.
A finales de 1852, con su familia de regreso en Inglaterra, Livingstone emprendió su primera gran expedición. Había descubierto el río Zambezi y quería encontrar una ruta fluvial que atravesara el continente, desde el océano Índico hasta el Atlántico. Este viaje fue arduo, lleno de enfermedades, sequías y ataques de tribus hostiles, pero en 1854, logró llegar al Atlántico. En lugar de regresar a Inglaterra, decidió continuar explorando hacia el este, completando en 1856 un épico recorrido de tres años desde el Atlántico hasta el Índico.
Mapa hecho por el propio David Livingstone durante sus expediciones.
Durante su travesía, Livingstone exploró el río Zambezi y descubrió las Cataratas Victoria. Su regreso a Gran Bretaña en 1856 fue recibido con gran aclamación. Fue honrado por la Real Sociedad Geográfica y su relato «Missionary Travels» se convirtió en un éxito de ventas, inspirando a muchos a seguir su ejemplo misionero.
En 1858, el gobierno británico financió una segunda expedición para investigar los recursos naturales del sudeste de África y abrir el río Zambezi para la navegación. Sin embargo, esta expedición fue problemática; su barco, aunque tecnológicamente avanzado, no era adecuado para las condiciones del río y naufragó. Además, su esposa Mary, que había regresado a África, murió durante la misión en 1862, lo que dejó a Livingstone profundamente afectado.
A pesar de las malas noticias, Livingstone no se dio por vencido. En 1866, partió una vez más hacia África, esta vez en busca de la fuente del Nilo. Con el tiempo, su salud empezó a deteriorarse y la falta de noticias sobre él llevó a que se organizara una expedición de búsqueda.
En agosto de 1872, con la salud muy debilitada, Livingstone emprendió su último viaje. Murió en 1873, siendo encontrado de rodillas en oración en una choza. Su corazón fue enterrado en África, pero su cuerpo fue devuelto a Inglaterra, donde fue honrado con un entierro en la Abadía de Westminster.
Pintura del funeral de David Livingstone.
David Livingstone fue más que un explorador; fue un ferviente cristiano que dedicó su vida a llevar el Evangelio a África. Cuando llegó al continente en 1841, África era conocida como el “Cementerio del Hombre Blanco”. Pero a través de sus incansables esfuerzos, no solo ayudó a trazar los mapas de África, sino que también creó las condiciones para el crecimiento del cristianismo.
Su obra, uniendo la evangelización con el bienestar económico y social de los africanos, desafió la mentalidad colonial de su tiempo y dejó un legado que sigue vigente más de un siglo después de su muerte.
La Sociedad Bíblica de Colombia presentó la primera Biblia en Wayuunaiki, la lengua del pueblo Wayuu, marcando un hito significativo para esta comunidad indígena.
La Sociedad Bíblica de Colombia presentó la primera Biblia en Wayuunaiki, la lengua del pueblo Wayuu, marcando un hito significativo para esta comunidad indígena.
La traducción, que tomó 13 años y tuvo un costo aproximado de 4.500 millones de pesos (1.012.000 euros), fue posible gracias a donaciones tanto nacionales como internacionales.
El evento de presentación contó con la participación de 500 representantes de la comunidad Wayuu, funcionarios públicos, líderes internacionales de Sociedades Bíblicas Unidas, medios de comunicación, traductores y el equipo de la Sociedad Bíblica Colombiana.
Esta traducción coincide con la celebración de los 50 años de la Sociedad Bíblica de Colombia, y representa un valioso aporte a la preservación y enriquecimiento cultural de una de las comunidades indígenas más numerosas del país.
En la portada de las Biblias se lee «Nünüiki Maleiwa», que significa «Palabra de Dios» en Wayuunaiki. Esta es la primera vez que se traduce la Biblia completa a esta lengua, un logro que subraya el profundo conocimiento cultural y lingüístico necesario para preservar la esencia del texto sagrado.
Desde 2010, la Sociedad Bíblica Colombiana ha trabajado arduamente junto a traductores nativos, expertos en ciencias bíblicas, consultores lingüísticos, líderes comunitarios y otros socios de traducción.
El esfuerzo culminará con la distribución gratuita de 1.600 biblias en Wayuunaiki, con la meta de entregar al menos 10 mil ejemplares este año.
Alexander Gómez, líder de la Sociedad Bíblica Colombiana, expresó su satisfacción: «Estamos conscientes de que habrá transformaciones a nivel personal, comunitario y sociocultural. Los hermanos Wayuu que escuchen la Palabra de Dios en el lenguaje de su corazón serán tocados por el amor de Dios«.
Deinles Epieyú, líder cristiano Wayuu, destacó la importancia de esta herramienta para avanzar en la evangelización de zonas rurales, mientras que Ramón Uriana Epieyú, miembro de la comunidad, subrayó que la traducción de la Biblia también contribuye al desarrollo lingüístico y gramatical del Wayuunaiki, además de fortalecer los aspectos espirituales.
La traducción de la Biblia al Wayuunaiki se suma a las 677 lenguas indígenas en las que la Biblia completa ha sido traducida, un esfuerzo que responde a las solicitudes de las comunidades y cuenta con la participación de traductores nativos, abarcando aproximadamente el 9% de las lenguas indígenas del mundo.