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La Biblia continúa siendo el libro más leido del mundo

En 2022 superó los 100 millones de ejemplares impresos en 100 países y en 23 idiomas. 

La Biblia es el libro al que recurrimos para conocer la Palabra de Dios, para crecer espiritualmente y para conocerlo. Con el avance de la tecnología las sagradas Escrituras lograron llegar a ser más accesibles, como en el caso de YouVersion, que tal y como informamos a través de este medio en publicaciones anteriores, se trata de una plataforma que consigue traducir la Biblia en diferentes idiomas y versiones en formato de aplicación para los dispositivos móviles y fijos.

Si bien el avance tecnológico alcanzó grandes logros, el papel quedó en un segundo plano, o eso creíamos. Muchos debates se arman en estos días acerca del reemplazo del papel por el formato digital, sin embargo, un reciente informe detalla que en el siglo XXI, las biblias se imprimen a un ritmo de alrededor de 80 millones por año.

A pesar de no ser un libro actual, la Biblia supera a los grandes bestsellers del mundo en el 2022. Según el informe, durante el año anterior, el texto del cual nos apoyamos como hijos de Dios en todo el mundo superó los 100 millones de ejemplares vendidos en 100 países y en 23 idiomas, números que lo convierten en el más vendido de todos los tiempos.

Es imposible saber exactamente la cantidad de copias impresas en mil quinientos años desde que se estandarizó su contenido, pero la Sociedad Bíblica, Británica y Extranjera sostiene que el número total probablemente se encuentre entre los 5 y los 7 mil millones de copias vendidas.

Un hito clave en la historia de la Biblia llega a principios del siglo XIX, cuando se fundaron las primeras Sociedades Bíblicas. Estas organizaciones ordenaron biblias en grandes cantidades, pero las regalaron o las vendieron a precio de costo como parte de su misión cristiana. A partir de este momento, la mayoría de las biblias se distribuyeron gratuitamente en lugar de venderse. Un estudio producido por la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera (fundada en 1804) calculó que se imprimieron 2.458.000.000 biblias entre 1815 y 1975.

En los 50 años que siguieron a la Biblia de Gutenberg de 1454, se estima que las imprentas europeas han hecho 15 millones de libros, la mayoría de los cuales eran biblias.

Copia de una Biblia de Gutenberg en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.

Según el libro de los Récord Guinness, en 2021 se ha llegado a la cifra de 5 a 7 mil millones sumando las cifras mencionadas anteriormente a las estimaciones anuales compiladas por Sociedades Bíblicas Unidas (la organización coordinadora mundial). 

Organizaciones, misioneros y ministerios que se encargaron de transcribir, traducir y distribuir la Palabra a través de todo el mundo, dedicaron su vida a Dios y a hacer llegar las buenas nuevas a muchas personas que quizás no tenían acceso a la Biblia. 

Uno podría atribuir esta hazaña a ellos pero el reconocimiento es únicamente de Cristo, ya que fue Él quien demostró que su Palabra no tiene fronteras, y que a pesar de encontrarnos en un mundo con tanto contenido no edificante, su palabra sigue siendo viva y eficaz.

Satirio Dos Santos: «La obediencia es nuestra expresión de fe dentro del propósito eterno»

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Fabián Liendo entrevista a Satirio Dos Santos

Satirio Dos Santos visitó nuestro living para disfrutar de una charla con Fabián Liendo. Juntos hablaron sobre cómo poner en marcha la naturaleza divina que tenemos en Cristo y cómo llevarla a la práctica en nuestras congregaciones y misiones. 

Además, el pastor y evangelista relató la historia sobre los inicios de su ministerio, y cómo comenzó en la banda de su congregación trabajando en la limpieza de los instrumentos, los mismos que lo llevaron a recorrer las naciones predicando el mensaje del Evangelio.

Propósito en Cristo

En mi caso, todo comienza muy temprano, a los 13 años, con una fuerte impresión sobre la pregunta que yo tenía de mi futuro.

Me cuestionaba si mi futuro era ser un panadero, porque ayudaba a papá en la panadería, saliendo a la calle para vender pan. Y cuando estaba con estas preguntas, la respuesta del Señor fue “No, tú serás lo que quieras ser en mí”. Entonces, una respuesta de ese tamaño, por supuesto, fue algo que me sorprendió. 

Ahí es cuando yo respondo a Dios. Respondo con un sentido de deseo, de sueño y de anhelo que ya estaba en mí: “Yo quiero ser un hombre sin fronteras”, dije. Junto con esta expresión, mi mente se llenó de textos bíblicos que estaban ahí guardados desde la escuela dominical, donde aprendí y me hicieron conocer la Palabra, con conceptos y perfiles que hoy se predican y se enseñan.

Pero allá mi profesora no tenía mucha escuela, quizás solo tenía la primaria hecha, pero tenía la Biblia, tenía la Palabra y la revelación. En ese entonces, las palabras claves eran: Jeremías 29:11  “Yo sé los pensamientos que tengo acerca de ti, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Y luego Salmo 37“Deléitate asimismo en el Señor, y Él concederá las peticiones de tu corazón. Entrégale tu camino a Él, confía en Él, y Él hará”. También Proverbios 3: “Encomienda al Señor tus obras y tus pensamientos serán afirmados”. Entonces, cuando salí de este momento, entendí que yo tenía un futuro, y lo abracé.

Sabía que no era ser panadero, que no iba a andar vendiendo pan, no por vergüenza, sino que yo veía el entorno. Papá, mamá, familia, era una imagen muy doméstica, cuando yo pensaba que había algo más. El Señor me estaba guiando para que yo pueda finalmente descubrir lo que hay en mí.

Satirio Dos Santos en nuestro Living.

Fe y Esperanza

Hay un punto importante que es la fe y la esperanza. ¿Cuál es la diferencia entre fe y esperanza? Muchas personas no saben usarlas ni reconocen los tiempos de cada una ni la acción. En este libro yo procuro mostrar y dar qué es lo que yo veo. La esperanza es indispensable para todo nuestro movimiento, pero sin fe, todo sucederá después, todo será mañana y puede que nunca llegue. La fe es hoy, es ahora.

Fabián Liendo y Satirio Dos Santos conversando en el living de La Corriente.

Una expresión de Cristo en sus hijos

Fabién Liendo: El Pedro que tres años estuvo con Jesús, ahora estaba “EN” y el poder de la resurrección estaba operando en él, manifestando exactamente esa gloria, esa expresión de Dios en salvación, en redención, en todo lo que Él es. 

Que tremendo poder diferenciar lo que está fuera de Él en un ámbito natural y lo que está en Él en un ámbito interno. ¿No? Esa es la iglesia. Es celestial. 

Satirio Dos Santos: Esta debe ser la Iglesia. La Iglesia no está pegada a dogmas, a tradiciones, sino a una relación profunda con aquel que es nuestro Señor, que es Cristo. 

FL:. Uno no está sirviendo a Dios en lo que quiere, ni en lo que le gusta, sino que Dios es quien gobierna en nuestra vida y somos y vivimos en una transferencia permanente en nuestra vida, conduciéndonos en su propósito a los lugares a los ámbitos donde Dios quiere llevarnos. Y nosotros entregados a Él, a ese gobierno eterno de Dios sobre nuestra vida, en su propia voluntad. Cuando nos rendimos a eso, ocurre lo que Dios se propone hacer con nuestra vida.

SDS: Sí. Ocurre con la aceptación ¿Cómo acepto que lo de Dios pueda manifestarse así es en mí?, ¿tiene costo? Si. ¿Hay de pronto tiempos de entrenamiento? También. Y la forma en la que Dios entrena a sus siervos y a sus ungidos son diferentes y para cada uno. Dios tiene la medida correcta y es el proceso. A veces la personas confunden el proceso como facilitador, que va a hacer las cosas más fáciles. No. Los procesos no hacen las cosas y las tareas más fáciles, lo que hacen es que la persona sea más fuerte.

Fabián Liendo entrevistando a Satirio Dos Santos.

En él, por él y para él

Una de las cosas más maravillosas que nos han acontecido en nuestro traslado a Su presencia, es que nuestra geografía ha cambiado. Ya no somos esclavos de las tinieblas, ahora somos hijos de luz.

Una de las cosas más maravillosas que nos han acontecido en nuestro traslado a Su presencia, es que nuestra geografía ha cambiado. Ya no somos esclavos de las tinieblas, ahora somos hijos de luz.

En una de estas últimas noches, recostado sobre mi cama y mientras todos dormían, había algo que me impedía dormir, y era la presencia suave, dulce y tierna de Dios. Era solo pensar en la dicha de ser Su hijo, que hacía que en mi interior haya un deleite creciente e incesante. Con esto no digo que uno viva ignorando la presencia de Dios y que ella sólo puede experimentarse esporádicamente. ¡No! ¡Absolutamente no! Lo que digo es que Dios nos propicia momentos tan preciosos, que deben ser exprimidos, para que estemos concentrados solo y exclusivamente para Él. Son ventanas oportunas que se abren, las cuales están condicionadas por la tranquilidad del hogar, el silencio, el cese de actividades y el cierre de un día largo.

Fue en esa noche que el Espíritu Santo me llevó a considerar lo bendecidos que somos por el hecho de vivir en Él. Pero también me llevó a meditar sobre que ese disfrute no debe ser solo posicional, sino además funcional.

Lo que deseo escribir en estas líneas es sencillo. No solo gocémonos por la posición eterna que tenemos mediante la cruz, sino también por aquella función eterna que nos ha sido dada por Gracia. Todos tenemos la dicha de no solo proclamar que estamos en Él, sino de también manifestar aquella posición que la cruz nos otorgó.

Recordaba este pasaje:

«pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta». Colosenses 1:22 NTV

La cruz nos reconcilió con Dios. Y esta reconciliación trajo resultados extraordinarios:

  • Fuimos trasladados a Su propia presencia.
  • Somos santos.
  • Fuimos liberados de toda culpa.
  • Nos presentamos delante de Dios sin faltas.

¡Esto ha hecho la cruz! ¡Esta es nuestra eterna posición!

Ahora no solo podemos decir que Cristo murió por nosotros, sino que nosotros hemos sido crucificados juntamente con él. El resultado es que fuimos trasladados a la unidad que el Hijo tiene desde la eternidad con su Padre. (Jesús en Juan 17 le llama “perfecta unidad”, al decir: “yo en ellos y tú en mi…”).

Comencemos a disfrutar esta posición. Una posición que no tenemos temor en proclamar. Una posición de honra, justicia, paz y gozo. Sencillamente, esta es la posición que tenemos en su Reino.

Ahora bien, esta posición no debe quedar en el plano del saber (conocimiento superficial) o de la simple notificación que arroja “tranquilidad” a nuestra vida. Es correcto sentirse con abundante paz, ya que no es un asunto a ignorar, pero la posición no lo es todo.

Cuando retrocedemos unos versículos, en colosenses, nos damos cuenta que allí no solo se describe la posición, sino también la función a desarrollar como agentes trasladados. Como personas que pasamos de ser individuos a ser miembros, nuestra función cambia. Por ejemplo, un individuo siempre vivirá en absoluta independencia, en cambio el miembro vive en una eterna dependencia, no solo de la cabeza, sino de todos los miembros que le rodean (así lo describe Pablo a los Efesios).

Comenzaremos diciendo que una persona trasladada a la presencia de Dios es alguien que no se muestra a sí mismo, sino que muestra a Dios.

  • Ser Iglesia, es haber experimentado el traslado de ser un individuo a ser un miembro. 
  • Ser Iglesia es haber perdido mi imagen, para ganar la suya.
  • Ser Iglesia es haber cambiado el sustento, raíz y origen de todo lo que realizo.
  • Ser Iglesia es hacer todo en Él, por Él y para Él.

Claramente nuestra función es transformada. No somos los mismos desde aquel momento en el que su presencia nos absorbió y en Su espíritu fuimos bautizados.

«Haber sido traspasados por la cruz no solo es un hecho de posición, sino también de función».

En esta temporada que iniciamos, habrá un fuerte énfasis en lo que no solo sabemos que somos, sino en aquello que mostramos y manifestamos.

Nunca dejaremos de proclamar la victoria eterna de la cruz, pero tampoco dejaremos de manifestarla.

15 Cristo es la imagen visible del Dios invisible. Él ya existía antes de que las cosas fueran creadas y es supremo sobre toda la creación 16 porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe en los lugares celestiales y en la tierra. Hizo las cosas que podemos ver y las que no podemos ver, tales como tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible. Todo fue creado por medio de él y para él. 17 Él ya existía antes de todas las cosas y mantiene unida toda la creación. 18 Cristo también es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo. Él es el principio, supremo sobre todos los que se levantan de los muertos. Así que él es el primero en todo. 19 Pues a Dios, en toda su plenitud, le agradó vivir en Cristo, 20 y por medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en la cruz. Colosenses 1:15-20 NTV

Siempre que hablamos de “tener a Cristo”, nos limitamos a señalar aquello que Él provoca en nosotros. Si bien esto no está mal, seguimos con una mirada personal e individual de Su presencia en nosotros.

La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿qué provoca en los demás el hecho de tener a Cristo?

Mi respuesta será muy sencilla. Si bien tener a Cristo genera una experiencia extraordinaria en nosotros, también esto debe ser experimentado por aquellos que me rodean. Por que sí tener a Cristo y vivir en Su presencia solo trae cambios personales, lo que hemos recibido quizás sea un credo, una frase aprendida, algún sentimiento fuerte, o algún tipo de pasión efímera. Tener a Cristo es portar la misma imagen de Dios.

Por lo tanto, no solo hablamos de aquello que Él produce en nosotros, comenzando con un contundente traslado a Su Realidad, es decir, a Su Presencia, sino que además, Él toma dominio y gobierno de nuestras vidas para mostrarse fielmente al mundo. Porque de esta manera el mundo creerá que Jesucristo es el enviado de Dios.

Esta unidad de la que habla Jesús, es una unidad que viene a traer resultados de visión. Dios siempre necesitó un envase para mostrarse al mundo. El primer envase fue conocido como Jesús (Emanuel Dios con nosotros); el segundo envase es La Iglesia, en la cual Cristo es la cabeza.

Haber sido trasladados a Su presencia, es ser Iglesia; no sólo para un disfrute eterno e interno, sino para hacer visible lo invisible.

Dios es visto a través de Su Iglesia; Dios es visto a través de ti y de mí. 

¿Usted puede darse cuenta que esto no solo es posicional sino también funcional?

En Cristo no solo tenemos posición, sino también función.

Nuestra función eterna es: ¡que Él sea visto!

  • Si en lo que hacemos Él no es visto, nuestra vida es vana. 
  • Si en aquello que hago Él no se da a conocer, nuestra vida carece de sentido. 
  • Si lo que desarrollo y gestiono en esta tierra no despierta hambre, interés y pasión por Su voluntad, nada somos.

¿Por qué es tan radical lo que les comunico? Porque la imagen que portamos también la conocemos como amor.

Cuando Pablo le escribe a los Corintios en la primera carta, allí en el capítulo 13 les habla sobre el sinsentido de la vida, cuando aquello que hacemos carece de Su imagen y esencia.

1 Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. 2 Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. 3 Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada. 1 Corintios 13:1-3 NTV

El amor antes de un hacer es un ser. Es decir, yo no amo cuando hago algo, sino cuando muestro a alguien (cuando hacemos visible lo invisible).

Amar es mostrar a Dios. Amar al mundo es que en cada acción hagamos visible al Dios invisible.

Ha llegado al hora de amar al mundo. Ha llegado la hora de amar nuestro hogar, nuestra familia, nuestra tierra, nuestro lugar de trabajo.

No se ama proclamando, se ama manifestando.

Cuando proclamamos su obra, lo que hacemos es encender un luz que rompe las tinieblas y disipa la oscuridad. Pero cuando manifestamos haciendo visible al Dios invisible, el mundo y todo lo que en él hay, es profundamente amado.

No dejes de proclamar, pero tampoco te olvides de manifestar.

Lo que proclamas habla de tu posición, lo que manifiestas habla de tu función.

Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. Romanos 11:36 RV60

Una iglesia distribuye más de 1000 pares de zapatillas a estudiantes necesitados

La Iglesia Vox de Springfield celebró su tercer evento anual de obsequio de zapatillas el pasado sábado 10 de septiembre, en asociación con el Boys & Girls Club local. Durante el evento, se entregó un par de zapatillas deportivas nuevas y una mochila repleta de útiles escolares a estudiantes necesitados de la ciudad.

La Iglesia Vox de Springfield celebró su tercer evento anual de obsequio de zapatillas el pasado sábado 10 de septiembre, en asociación con el Boys & Girls Club local. Durante el evento, se entregó un par de zapatillas deportivas nuevas y una mochila repleta de útiles escolares a estudiantes necesitados de la ciudad.

Dan Tedone, miembro del equipo de Vox Springfield, quien lideró el evento, afirmó que cada niño que asistió recibió dicho obsequio.

«Vox Church agradece a Health New England, Yankee Home Improvement, Springfield Together y Bethany Assemblies of God por donar dinero en efectivo adicional para comprar las zapatillas restantes y proporcionar fondos para el evento», expresó Tedone.

El evento tuvo lugar después de que el pastor, Matt DeCiccio, buscara formas de «generar un impacto en la ciudad».

En su evento inaugural en 2021, la iglesia distribuyó aproximadamente 600 pares de zapatillas a estudiantes necesitados. En 2022, la cifra se incrementó a alrededor de 1.000 pares de zapatos.

«Para el tercer año, el evento tenía una reputación asombrosa en la ciudad y las empresas e iglesias locales estaban listas para donar fondos o productos», subrayó Tedone.

Añadió además, «Muchos de los líderes de Springfield se unieron al evento, desde el alcalde de Springfield hasta un representante del Senado estatal y miembros del Concejo Municipal. Esto no habría sido posible sin el apoyo de numerosos socios comunitarios».

Tedone describió el evento como «único» y señaló que los asistentes no solo reciben zapatillas y mochilas nuevas, sino que también experimentan esperanza.

«No solo les proporcionamos a los estudiantes zapatillas nuevas. Un voluntario se sienta frente a ellos, les pregunta su nombre, cuántos años tienen, qué les gusta hacer, y luego les pide que se quiten los zapatos y se laven los pies», explicó.

«Todos los niños tienen la opción de decir que no, y siempre respetaremos su decisión, pero más del 95 por ciento de los estudiantes presentes dicen que sí. Los voluntarios lavan los pies de los estudiantes y les explican que servimos porque Jesús nos sirvió. En muchos casos, esta acción brinda la oportunidad de orar con el niño y los padres».

Tedone afirmó que el evento «demuestra la esperanza y el amor de Jesús a los niños y las familias en la ciudad de Springfield» y es una forma en que su iglesia desea «ver a Nueva Inglaterra transformada de la región con menos iglesias de Estados Unidos al lugar más vibrante espiritualmente» en la tierra.

El cansancio y la familia

Mother teaches child son at home with laptop online education

El cansancio lleva nuestro nivel de tolerancia al mínimo y puede malograr un hermoso momento familiar ¿Cómo hacemos para evitarlo?

Sin importar la manera en la que hemos llegado a ser padres y cabezas de un hogar, muchas veces luchamos con situaciones difíciles. Me refiero a aquellas en las que un problema parece estar ganando la pulseada a las ganas de seguir adelante. En muchos, esto lleva a la destrucción misma de la familia.

Para quienes hemos vivido esto, son comunes las circunstancias en las cuales nos vemos imposibilitados de salir por nuestros propios medios. Simplemente, no tenemos fuerzas. Estos son los escenarios en los cuales se pone en evidencia nuestra capacidad de transferir las cargas.

Digo “capacidad de transferir”, pues como cristianos sabemos que Cristo se presenta en nuestra vida deseando llevar esas dificultades, pero en muchos casos no logramos dárselas. El asunto es que nos apropiamos de las dificultades y no las queremos largar.

En una situación así estamos divididos interiormente. Por un lado, problemas que se deben solucionar y, por otro, una responsabilidad que no podemos descuidar mientras trabajamos en la solución de nuestros conflictos. Cuando pasa algo como lo que estoy relatando, nos sobreviene el cansancio.

El cansancio es la falta de fuerzas después de realizar un esfuerzo físico, intelectual o emocional.

Sucede porque, sencillamente, no tenemos descanso. ¿Cuántos no se sintieron así alguna vez? Todos lo hemos experimentado.

El cansancio se suele presentar por aburrimiento, infelicidad, desilusión, fastidio, carencia de sueño o trabajo duro. En muchos de estos casos se trata de un cansancio obvio, que desaparece después de un periodo de descanso. Pero ¿y si no se va? Aquí llegamos al punto en el que los problemas producidos por nuestro estado nos van a complicar a nosotros de manera personal, y a nuestra familia como consecuencia.

Tipos de cansancio

Cansancio físico: Es la reducción de la energía física, la cual provoca dificultad o desánimo para realizar las actividades diarias.

Cansancio mental: Se trata de la dificultad en la concentración, falta de memoria y bajo rendimiento intelectual.

Cansancio emocional: Sucede cuando experimentamos depresión, desánimo, falta de optimismo, irritabilidad, pérdida del apetito, llanto, tristeza profunda. Estamos llenos de cargas y emocionalmente deshechos. Todo esto nos lleva a no tener motivación para buscar tener una vida espiritual plena.

El cansancio es una condición que nos acecha a todos, y debemos estar atentos a las situaciones que nos llevan a él. Jamás nos olvidemos que el maligno es muy astuto, y aprovecha esa circunstancia de debilidad para atacarnos. La fatiga nos hace cobardes a todos, y en esa cobardía perdemos o dejamos pasar momentos realmente importantes.

Hay un ejemplo de la Palabra que grafica bien esto. Génesis 25:30 cuenta la historia de cómo Esaú perdió su primogenitura por un plato de comida, atribuyendo su decisión a lo cansado que estaba. Él es la muestra de que podemos perder lo que tenemos a causa del cansancio.

En Mateo 26:40-43 encontramos también cómo los discípulos de Jesús no habían podido estar orando con Él porque se quedaban dormidos. Entendamos que dejamos de hacer lo que tenemos que hacer por estar cansados, y muchas veces los principales perjudicados de nuestro estado son los miembros de nuestra familia.

Nuestros cónyuges y nuestros hijos reciben poco tiempo y, cuando lo reciben, tan solo es el resto que sobró de nuestro día. Al no ser intencionales en separar un tiempo de calidad, ya no hay fuerzas para compartir con ellos al final de una larga jornada de actividad. El cansancio lleva nuestro nivel de tolerancia al mínimo, y un momento familiar que debería ser hermoso, puede resultar poco agradable.

¿Cómo evitamos el cansancio?

Primero debemos ser personas equilibradas, aunque eso nos resulte difícil de lograr. A su vez, debemos darle relevancia al descanso (en todos los planos que vimos), y verlo como una actividad fundamental.

El Salmos 127:2 dice: “En vano madrugan ustedes, y se acuestan muy tarde, para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados”.

A veces la actividad más espiritual que podemos hacer es irnos a dormir. Es increíble cómo podemos ver mucho mejor las cosas después de haber dormido bien en la noche. Veamos algunos otros tips prácticos para mantener nuestro ser saludable:

-Solucionar primero las cosas más importantes del día, cuando tienes más energía y mayor lucidez.

-Depositar en el Señor las cosas que no puedes solucionar y descansar en su presencia. Que tu vida de oración te lleve a transferirle a Él sus cargas.

-Guardar tiempo y energía para compartir con tu familia, pues de estos momentos obtendrás la motivación para continuar al día siguiente.

-No soltar a la familia, sin importar la gravedad de los problemas que estés atravesando.

No debes olvidar que Dios siempre llega a tiempo.

No huyas

Hace algunas semanas, con los adolescentes y jóvenes de la iglesia hicimos una actividad en una plaza cercana. Mantas en el pasto, algo rico para compartir y también música. Al principio, compartimos unas palabras entre todos, y cuando terminamos, nos quedamos conversando y jugando en distintos grupos. En un momento, cuando estaba buscando algo para beber, ví que una de las chicas se había quedado sola. Le pedí a una de las líderes que vaya a hablar con ella y que le presente al resto de las chicas. Al día siguiente, me comentaron que esa joven sufría de ansiedad social, y que en ese mismo momento que la líder fue a hablarle, ella se estaba sintiendo muy mal porque estaba sola, y veía como los demás tenían con quien hablar y ella no. El grupo de chicas que la recibió la trató con mucho amor, como si se conocieran de siempre. Una semana después del evento, asistió a la reunión, y no solo eso, sino que al finalizar la misma nos acompañó a “la esquina”, actividad que hacemos en la calle, donde vamos de dos en dos a compartir de Cristo con las personas del barrio. Finalmente, ella misma pudo compartir su experiencia, hablar de los temores que tenía y cómo el amor que recibió de las chicas fue sanador e integrador para ella.

Hace algunas semanas, con los adolescentes y jóvenes de la iglesia hicimos una actividad en una plaza cercana. Mantas en el pasto, algo rico para compartir y también música. Al principio, compartimos unas palabras entre todos, y cuando terminamos, nos quedamos conversando y jugando en distintos grupos. En un momento, cuando estaba buscando algo para beber, ví que una de las chicas se había quedado sola. Le pedí a una de las líderes que vaya a hablar con ella y que le presente al resto de las chicas. Al día siguiente, me comentaron que esa joven sufría de ansiedad social, y que en ese mismo momento que la líder fue a hablarle, ella se estaba sintiendo muy mal porque estaba sola, y veía como los demás tenían con quien hablar y ella no. El grupo de chicas que la recibió la trató con mucho amor, como si se conocieran de siempre. Una semana después del evento, asistió a la reunión, y no solo eso, sino que al finalizar la misma nos acompañó a “la esquina”, actividad que hacemos en la calle, donde vamos de dos en dos a compartir de Cristo con las personas del barrio. Finalmente, ella misma pudo compartir su experiencia, hablar de los temores que tenía y cómo el amor que recibió de las chicas fue sanador e integrador para ella. 

Muchos de nosotros pasamos por esto. En algunos casos es una constante, y ese miedo te mantiene encerrado durante años, tal vez desde siempre, sin permitirte poder relacionarte con otros, en especial con gente desconocida. En algunas oportunidades, pasamos tiempo con personas que nos hacen daño o nos maltratan, pero permanecemos allí porque no nos animamos a dejarlos, ni tampoco a buscar alguien nuevo a quien conocer. 

A veces pensamos que nos van a rechazar, que van a hablar mal a nuestras espaldas, ¡o que ya lo están haciendo aún sin conocernos! También podemos pensar que no somos lo suficientemente agradables o carismáticos como para que nos vayan a recibir de buena gana, o que nos hablan bien porque están haciendo un esfuerzo para ser atentos con nosotros. Estos y otros pensamientos más nos atan y nos impiden experimentar la vida de Cristo en muchos aspectos. Sufrimos y la pasamos muy mal.

Cuando Jesús tuvo que resumir la Biblia entera en pocas palabras, no dudó y dijo: “ama a Dios con todo tu corazón, y ama a tu prójimo como a tí mismo”. Sí, a tu prójimo, no a tu amigo. El amor de Dios que llevas contigo es para todos, no para que lo uses solo con los tuyos. 

Pero Dios puso en muchos una hermosa cuota de su amor, que hace que dejen de pensar en sí mismos y estén atentos a las personas que, como esta chica, se encuentran solas y necesitando desesperadamente que alguien sea Cristo para ellas. 

Jesús tenía amigos, pero la mayor parte del tiempo, lo pasó dedicado a los demás. Estaba con personas de mala fama como los cobradores de impuestos, pecadores como las prostitutas y los ladrones, enfermos como los leprosos, lisiados y aún los endemoniados. Cuando buscó a sus discípulos no lo hizo en las sinagogas, entre los estudiantes, sino buscó entre la gente común. Jesús tenía amigos, pero también tenía mucho amor para dar, y no se lo reservaba para sus conocidos ni cercanos, sino que lo compartía con cuanta persona se cruzaba. Buscó tener el mayor contacto posible con todas las personas que pudo, porque sabía que tenía algo demasiado valioso como para mezquinarlo. Portaba el amor del Padre, un amor perfecto y con un poder sanador como ningún otro, ni en el cielo, ni en la tierra.

Cuando estaba en la escuela secundaria, enseñanza media acá en Argentina, recuerdo haber pasado prácticamente todos los recreos de los primeros dos años del colegio en la biblioteca. Y no porque me gustara leer, sino para esconderme o resguardarme del resto de los compañeros de otras divisiones. Pero un día Dios me acercó un amigo, que trajo para mí ese amor de Cristo. Me habló, me presentó a los demás, me integró a sus grupos y me sacó de la cueva. 

Puede que no te esté pasando esto; esta palabra es para ti también. El amor que Dios te dio es para que lo compartas, pero no con tu círculo íntimo, sino con todos los demás. 

“Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo. Si eres amable solo con tus amigos, ¿en qué te diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo mismo.” Mateo 5:46-47 NTV

Barbi, otra de las chicas que pasaba por una situación similar, ese mismo sábado en la iglesia recibió una palabra de parte de Dios: “no huyas”. Al igual que Jesús, quiso pasar la copa, pero recibió fuerzas del Padre y pudo permanecer. Esta palabra también es para tí, tienes mucho amor de Cristo para dar, y te lo estás reservando hasta poder encontrar a un amigo/a a quién dárselo. Pero Dios hoy te está invitando a compartirlo, sin mirar a quién. También te está llamando a dejarte amar. Él puede hacerlo todo nuevo hoy. No huyas. 

Estudio muestra que el 74% de los adolescentes brasileños creen en Jesús

Además se espera que en el país, los cristianos superen en número al catolicismo para el año 2030.

Además se espera que en el país, los cristianos superen en número al catolicismo para el año 2030.

Un estudio recientemente realizado por el Grupo Barna, una empresa de encuestas cristiana evangélica con sede en Ventura, California, reveló que los jóvenes latinoamericanos están mostrando un mayor compromiso con el cristianismo. 

Dicha encuesta, realizada entre 24.557 adolescentes de entre 13 y 17 años en 26 países de todo el mundo, encontró que los jóvenes de Brasil, Honduras, México y Colombia son los que muestran un mayor interés en la fe cristiana.

Este estudio encontró que los jóvenes latinoamericanos tienen un profundo respeto por Jesús, a quien ven como un modelo de compasión, perdón y cuidado por los demás. Además, están comprometidos con la justicia social y creen que la Biblia es una fuente de sabiduría y guía para la vida.

Poniendo el foco en Brasil, el 74% de los adolescentes cree que Jesús ofrece esperanza a la gente, el 60% dice que Él hace una diferencia real en el mundo de hoy y el 70% cree que Cristo regresará algún día. En cuanto a la creencia en la divinidad de Jesús, el 55% de los adolescentes brasileños entrevistados cree que Él era Dios en forma humana.

El crecimiento del cristianismo evangélico en Brasil ha sido notable en los últimos años. Según el portal de noticias The Economist, esta corriente religiosa podría superar al catolicismo en 2030.

Christine Caine, una de las mujeres líderes que participaron de la encuesta, compartió sus observaciones y destacó que, a nivel mundial, los adolescentes buscan una conexión genuina con Jesús. 

Además de creer en la necesidad de un encuentro auténtico con Dios en medio de un mundo en constante transformación.

La Coalición Mundial por el Evangelio, un ministerio de extensión juvenil en Brasil, también ha obtenido resultados positivos. En la ciudad de Manacapuru, ubicada en el estado de Amazonas, cientos de estudiantes han escuchado el mensaje del Evangelio en 10 escuelas diferentes.

Los resultados del estudio del Grupo Barna sugieren que el cristianismo está creciendo en popularidad entre los jóvenes latinoamericanos. Este fenómeno podría deberse a una serie de factores, como la búsqueda de la espiritualidad, la preocupación por la justicia social y la influencia de líderes religiosos.

¿Cómo hacer la obra de Dios?

La obra de Dios
Como hacer la voluntad de Dios

¿Cómo hacer la obra de Dios?

Si llevás algún tiempo de cristiano y asistiendo a alguna iglesia local, seguramente te habrás planteado este interrogante, o quizás bajo otro lenguaje más aggiornado a nuestro vocabulario evángelico ¿cuál es la voluntad de Dios para mi vida? o también puede que oremos constantemente para que el Padre nos revele que debemos de hacer. Y todo eso es muy noble y no hay que dejar de hacerlo. Sin embargo, debemos buscar en las escrituras que es lo que Cristo enseñó con respecto a este asunto.

¿Vamos a empezar este recorrido, me acompañas?

Jesús luego de predicar en Teberíades, decide alimentar a una multitud de una manera insólita, sin provisiones naturales para darle de comer a un malón de gente, agarró lo que le trajeron e hizo una hazaña singular: multiplicó 5 panes y 2 peces en miles de raciones para que se saciarán más de 20 mil personas aproximadamente, sin contar que sobraron doce canastas. El maestro se retira en la barca y durante la noche decide cruzar el lago para ir a Capernaún. Al llegar al otro lado, al día siguiente, algunas personas que habían presenciado esta hazaña lo estaban esperando. Y acá, comienza la verdadera acción. Observemos:

Juan 6 26 Ustedes me buscan no porque han visto señales, sino porque comieron pan hasta llenarse. 27 Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Dios el Padre ha puesto sobre él su sello de aprobación.

Cristo les dice que lo buscan porque quedaron saciados de su hambre natural, así que los envía a trabajar para conseguir un tipo de alimento que permanece para siempre. ¿De qué comida habla el Señor? Sin lugar a dudas está hablando de un alimento espiritual, y no cualquiera sino algo bien específico. A lo que los seguidores reformularon:

28 —¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige? —

Sin lugar a dudas, El Señor hablaba en una sintonía y los hombres oían (y oímos) en otra sintonía. Cristo habla de lo eterno y ellos solo podían ver lo temporal. Hoy podemos tal vez tener otras preguntas parecidas: ¿A cuantas más reuniones podemos asistir? o ¿Cuánto debemos de orar? ¿En qué instituto bíblico tengo que estudiar? ¿A qué pastor tengo que oir? ¿Qué tenemos que hacer para ser bendecidos?

Jesús, implacable, sin titubear, da la respuesta que ninguno de nosotros esperaría. 

29 —Esto es lo que Dios quiere que hagan: que crean en aquel a quien él envió —

¿Qué está pasando aquí? 

Hace un versículo más arriba, Cristo los envía a trabajar y ahora responde, que lo único que Dios pide es que crean. ¿Eso es todo? ¿Solo eso tenemos que hacer? Nuestra mente en el lugar de los seguidores, pensaría que seguramente Jesús no oyó bien. Pero no, El Señor fue bien intencional en lo que dijo. El no responde lo que queremos oír sino lo que necesitamos entender. Y esto es lo primero que Dios quiere que hagamos, que salgamos del hacer para entrar en la fe. Si nuestra salvación dependiera de nuestras acciones, entonces no hubiéramos necesitado un salvador. Pero El Padre creó al hombre para que el pueda expresarlo, pero no de cualquier manera, no con actividades, o una lista de cosas a cumplir sino con algo más esencial, que se deleite en su Vida. 

«El deseo de Dios desde génesis fue que el hombre comiera y se deleitara con la Vida. Si comemos el pan de vida todos los días, no tendremos el apetito para los deseos de la carne».

LA CORRIENTE

Volvamos al principio

Watchman Nee, explica en uno de sus escritos que Dios coloca al hombre en un huerto y lo primero que hace es ponerlo en frente de dos árboles. Uno es “Su Vida” y el otro “Muerte”, para resumir. Es decir, vemos que la intención de darse a conocer y relacionarse con el hombre no fue una lista de mandamientos, eso vino con Moisés después de la caída, sino que fue una comida que tenía que ingerir. ¿A quién no le gustaría comer vida? 

Génesis 2 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás

Imagínese un momento le traen dos platos, uno lo rejuvenece, en lugar de quitarle años se los devuelve vivificados. Las arrugas desaparecen, el pelo vuelve a crecer, los músculos se afirman, usted se siente más revitalizado que nunca, pero elige comer el otro plato que contiene muerte. Justo del que Dios le dijo “si cenás esto, estás out”. 

Si estuviera en ese momento, le gritaría a Adán, “No seas tonto, no comás de ese plato”, pero sería un hipócrita. ¿Sabe por qué? Porque todos los días Dios nos pone “La vida y la muerte frente a nosotros” pero muchas veces elegimos comer de la muerte. Más de la que nos imaginamos. Deuteronomio 3.18-20

El pan que fue envíado del cielo

Juan 6

 30—¿Y qué señal milagrosa harás para que la veamos y te creamos? ¿Qué puedes hacer? —insistieron ellos—. 31 Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”.[c

32 —Les aseguro que no fue Moisés el que les dio a ustedes el pan del cielo —afirmó Jesús—. El que da el verdadero pan del cielo es mi Padre. 33 El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.

34 —Señor —le pidieron—, danos siempre ese pan.

35 —Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed. 36 Pero como ya les dije, a pesar de que ustedes me han visto, no creen. 37 Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y el que a mí viene no lo rechazo. 38 Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el día final. 40 Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que ve al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.

Todo es una cuestión de comida

Entonces podemos ver que el pecado no es algo que hago, sino algo que como. Así mismo la santidad no es una lista de comportamientos sino una comida que disfruto, Cristo. Por eso también Dios, cuando estás rodeado de enemigos, circunstancias desfavorables o cuando el infierno acampa para hacerte trizas, El Padre no le prepara las mejores armas para la batalla, o ejércitos para destrozar a su adversario, no, El Padre le “adereza mesa delante de sus angustiadores”. No tiene que batallar, porque la guerra fue ganada, todo fue consumado, usted y yo solo debemos alimentarnos de ese alimento espiritual que nos preparó nuestro Dios. No es otra cosa que su Hijo.

«En Génesis podemos ver que el pecado no es algo que hacemos, sino algo que comemos. Así mismo la santidad no es una lista de comportamientos sino una comida que disfruto, Cristo». 

La Corriente

Mientras todo se vuelve hostil, Dios le prepara una comida. No cualquiera, una que da vida eterna.

¿Y la obra? Mientras usted coma a Cristo, Él hace y perfecciona la buena obra en usted.

El Padre celestial, mandó a su hijo para que todo aquel que coma de Cristo tenga una nueva vida. Esa es toda la obra que Dios quiere que hagamos. Primero viene el comer, luego el hacer.

El deseo de Dios es convertirse en el verdadero deleite del hombre. 

¿Cuando come a Cristo, lo está disfrutando? Entonces El se convertirá en todo lo que usted necesita.

Argentina avanza hacia la aprobación del «Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes»

DIA NACIONAÑ DE LA IGLESIA EVANGELICA
DIA NACIONAL DE LA IGLESIA

Este 6 de septiembre marcó un hito en el camino hacia la aprobación del proyecto de ley que establecerá el primer día conmemorativo a nivel nacional para la comunidad evangélica argentina.

Este paso representa un reconocimiento significativo a un segmento de la población que destaca tanto por su relevancia histórica como por su presencia numérica. Según la diputada Dina Rezinovsky, «La Argentina alberga al 15,3% de su población, es decir, 7 millones de argentinos, que se identifican como miembros de la fe evangélica». En el partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires, uno de cada cuatro jóvenes sigue esta fe, lo que equivale al 25%.

Dina Rezinovsky fue una de las impulsoras de este proyecto.

Soher El Sukaria, vicepresidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto que abordó este tema, destacó: «Más de diez provincias ya han proclamado el 31 de octubre como el ‘Día de las Iglesias Evangélicas’. Esto constituye un reconocimiento a la labor constante de los pastores, quienes desempeñan un papel fundamental en la preservación del tejido social y en la promoción de valores, una contribución esencial para nuestra sociedad».

El proyecto que busca instituir este día conmemorativo se ha presentado en la Cámara desde 2014, con ajustes menores pero con un objetivo compartido: la promoción de la igualdad religiosa.

El Dr. Tonelli, en los fundamentos del primer proyecto de 2014, explicó: «La elección de la fecha se basa en un hecho de gran relevancia para los fieles de esta religión, ya que el 31 de octubre de 1517, el monje Martín Lutero publicó las 95 tesis que dieron inicio a la Reforma Protestante».

Comisión de relaciones exteriores y culto de la honorable cámara de diputados de la Nación.

Un Paso Decisivo

Un avance significativo se produjo recientemente en la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. El proyecto de ley que establecerá el 31 de octubre como el «Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes» se incluyó en la agenda de trabajo.
El diputado Eduardo Valdés destacó: «Esta es mi Argentina, la Argentina que amamos, donde podemos mostrar que este proyecto fue presentado por cuatro diputadas, tres de fe católica y una de fe evangélica».

El secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri, subrayó la importancia de la libertad de culto en la Constitución Nacional y en la historia de Argentina. En calidad de invitados a la reunión asistieron Raquel Marcela Viglione (Ekklesia), Renata Viglione (Ekklesia) y Jorge Gómez (ACIERA).

Un Largo Camino Hacia la Igualdad Religiosa

El diputado Pablo Tonelli fue el impulsor de las tres primeras presentaciones del proyecto en 2014, 2016 y 2018. Él afirmó: «La propuesta busca profundizar la igualdad religiosa entre los diversos cultos que se practican libremente en nuestro país».

A lo largo de nueve años, las provincias y municipios se inspiraron en este proyecto nacional, presentando sus propias iniciativas y decretos de declaración. Esto permitió que las comunidades celebraran el 31 de octubre como un día provincial o municipal en conmemoración de la Reforma Protestante.

El proyecto actual es el resultado de un consenso entre las diputadas nacionales Dina Rezinovsky, Vanesa Massetani, Rossana Chahla y Agustina Propato, que representan distintas fuerzas políticas y expresiones de fe (evangélica la primera, católicas las tres restantes).

Es relevante destacar que el proyecto ya ha obtenido dictamen favorable de la Comisión de Legislación General, un paso previo necesario antes de que, tras su aprobación en la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, pueda avanzar al recinto para obtener la tan esperada media sanción.

La crítica, el enemigo silencioso

Quisiera empezar aclarando algo, dentro del ministerio siempre habrá críticas, no es algo anormal, todo lo contrario, es más común de lo que creemos. Pero como titulé, es un enemigo silencioso que muchas veces tratamos de esquivar, de tapar para que pase desapercibido en nuestro corazón. 

Lo que no traté hoy será lo que me destruya mañana

Darío Tonetto, pastor, escritor y teólogo.

Esta es una frase que es el punto de quiebre para este artículo y me gustaría hacerte dos preguntas a vos que estás leyendo esto y quizás sos pastor, líder, congregante, etc. ¿Estás recibiendo críticas? ¿Te has sentido criticado? Ahora déjame hacerte estas preguntas ¿Qué lugar le das a la crítica? ¿Cómo la enfrentas? ¿Cómo te afecta? ¿Vivís de ella?

Soy una persona que me encanta formular preguntas, porque detrás de ellas siempre hay una respuesta, un pensamiento que se gesta y tendrá una acción. 

Muchas veces este enemigo silencioso solo tendrá el propósito de desanimarte, frustrarte, decepcionarte de las personas y hasta de vos mismo. Hasta llegar al momento de querer abandonar tu llamado y ministerio. 

¿Cómo hago para enfrentar la crítica y lidiar con ella? 

  1. No establezcas tu vida sobre palabras terrenales

En el recorrido del ministerio muchas veces no nos damos cuenta, pero las palabras de las personas terminan siendo más fuertes que las promesas de Dios. Terminamos dependiendo más de un comentario acerca de mi prédica y no realmente escuchando la voz de Jesús en la misma. Vivir de palabras terrenales es vivir en una inestabilidad constante

A lo largo de los evangelios vemos cómo Jesús fue criticado de parte de las personas, sus discípulos y obviamente los fariseos. Lo llegaron a tratar como “un falso maestro, demonio, hereje, blasfema, apóstata”, son palabras fuertes que podrían haber afectado su corazón. Pero hay algo que noto en la vida de Cristo, y es que siempre que recibía estas palabras su corazón no se enfocaba en ellas, sino más bien en la promesa que su Padre tenía para su vida. 

“Donde tengas tu enfoque ahí estará tu corazón”

Darío Tonetto, pastor, escritor y teólogo.

Hoy podés estar recibiendo criticas de todos lados, pero es momento de que no te enfoques en ella, sino en las promesas que Dios te prometió y cumplirá con vos.
Jamás una crítica tendrá más poder que la voz de nuestro Padre, vos decidís sobre qué establecer tu vida y llamado. 

  1. Aprender a perdonar 

Hay críticas que permito que terminen invadiendo y deteriorando mi corazón lentamente, con el único final de que gesten un rencor dentro de mi vida. El motivo de estas críticas seguramente fue el de dañar o herir. Esto no me debería de sorprender cuando sabemos y entendemos que somos pecadores y trabajamos con pecadores. 

Las personas pueden y van a fallar. Sin embargo, no debo quedarme en la opinión ni vivir en el rencor. Jesús nos enseña en Mateo 18:21-22 Que debemos perdonar las veces necesarias y tener una vida de perdón. 

“El que sabe perdonar sabe amar”

Darío Tonetto, pastor, escritor y teólogo.

No debo escaparme de esta situación, todo lo contrario, tengo que enfrentarla, buscar una solución y perdonar. Cuando suelto perdón, mi corazón deja de estar en la esclavitud del rencor y puede encontrarse con la identidad verdadera que Dios tiene para mí.  El arte de aprender a perdonar es un proceso, a veces doloroso, pero al lidiar con las criticas nuestra mejor herramienta será el perdón.

  1. Aprendé a amar la crítica 

Quizás este comentario de amar la crítica pensarás que es medio hereje de mi parte.
Pero sinceramente, las críticas son reales y seguirán existiendo. Ahora la realidad es por dónde las canalizo y cómo las enfrento. Mi actitud ante las opiniones definirá el destino de mi vida.

La historia de Saúl y David es mi mejor ejemplo para hablar acerca de esto.
Saúl fue una persona que terminó odiando cada comentario que hacían acerca de su reinado, persona y decisiones. Fue el mismo odio que lo llevó a perder su ministerio, y lo más importante, su propia vida.

“El odio es el principio del final”

Darío Tonetto, pastor, escritor y teólogo.

Ahora cuando pienso en David, puedo ver reflejado un amor sobrenatural de su persona hacia todas las opiniones que hicieron acerca de Él. Críticas con el único fin de alejarlo de su propósito y destruirlo por completo. Pero era el Gran Rey de Israel y en su corazón existía un amor verdadero para enfrentar estas opiniones y no dejar que terminen afectando las promesas de Dios en su ministerio. 

“Cuando aprendo a amar las críticas, vivo en una paz sobrenatural”

Darío Tonetto, pastor, escritor y teólogo.

El amor es la herramienta que termina venciendo toda opinión, pero lo más importante, que termina cuidando mi corazón. A David lo recordamos como el Gran Rey de Israel; y a Saúl, como el hombre al que las críticas lo terminaron matando. 

En fin, las opiniones y críticas serán parte de nuestra vida, pero lo que haga con ellas terminará decidiendo mi destino, la mejor manera es descansar en Cristo y depender de sus promesas eternas.

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