El futbolista ecuatoriano Moisés Caicedo, actual figura del Chelsea FC, fue protagonista no solo por su rendimiento en la cancha, sino también por su testimonio de fe tras la histórica victoria 3-0 frente al Paris Saint-Germain (PSG) en la final del Mundial de Clubes 2025, disputada en el MetLife Stadium de Nueva Jersey.
Chelsea hizo historia al convertirse en el primer campeón del nuevo formato del Mundial de Clubes con 32 equipos, rompiendo los pronósticos y superando con contundencia al equipo francés. Al evento asistieron personalidades destacadas, como el expresidente Donald Trump, en el marco de la previa al Mundial FIFA 2026 que organizarán Estados Unidos, México y Canadá.
Un gesto de fe que impactó al mundo
Mientras el caos se apoderaba del campo por una acalorada discusión entre Luis Enrique (DT del PSG) y João Pedro (delantero del Chelsea), Moisés Caicedo eligió otro camino: se arrodilló sobre el césped, levantó las manos al cielo y oró en agradecimiento a Dios, un gesto que emocionó a miles de aficionados y rápidamente se volvió viral en redes sociales.
“Quiero agradecerle a Dios, porque sin Él esto hubiera sido imposible. Hace días tuve una lesión y pensé que no podía estar aquí. Me arrodillé, se lo pedí, y hoy gracias a Él estoy aquí”, declaró emocionado el mediocampista ecuatoriano tras el partido.
Orgullo para Ecuador y ejemplo de fe para las nuevas generaciones
Caicedo también expresó su alegría por haber representado con orgullo a su país:
“Muchas banderas ecuatorianas, muy contento de dejar a mi país en lo más alto. Quiero ser un ejemplo para muchos chicos en Ecuador, y estoy seguro de que pudieron verme”.
El jugador, conocido como “Niño Moi”, fue galardonado con el Balón de Bronce del torneo, siendo reconocido como el tercer mejor jugador del Mundial de Clubes, solo por detrás de su compañero Cole Palmer (Balón de Oro) y Vitinha del PSG (Balón de Plata).
Un hito histórico para el fútbol ecuatoriano
Con esta victoria, Caicedo se une a una leyenda del fútbol sudamericano: Alberto Spencer, quien en 1966 fue campeón del mundo de clubes con Peñarol. Ahora, 59 años después, Ecuador celebra nuevamente un título mundial de clubes con uno de sus talentos más brillantes.
La historia de Moisés Caicedo no solo es deportiva, sino también espiritual. Su fe, humildad y determinación lo han llevado a escribir un nuevo capítulo en la historia del fútbol ecuatoriano e internacional, dejando claro que para él, todo logro empieza con Dios.