Qué hermosos son para Dios lo que llevan las buenas noticias del Evangelio y le dicen a la gente “Dios salva”. Esta idea bíblica fue la que inspiró el “Delivery del amor contagioso” en el 2018, una campaña evangelística casa por casa que el Señor nos mostró.
Lo primero que Dios nos dijo fue que Él era el agua viva y que el que bebiera de Él no tendría más sed. A eso sumamos el pan de vida y un diario de buenas noticias, y metimos todo esto en una caja de delivery con sus etiquetas, tickets para firmar, calcos para heladeras y todo el merchandising de un emprendimiento de este tipo. Hasta utilizamos nuestros autos e hicimos spots publicitarios para que el delivery fuera conocido en redes sociales.
Algunos testimonios
Íbamos repartiendo el delivery barrio por barrio y llegamos a una casa con mi esposa e hija Bella. Fue impresionante llegar allí e inmediatamente ver cómo la gente se emocionaba cuando gritábamos “¡DELIVERY!” y explicábamos que no era una entrega común. Les dijimos que la entrega era para ellos y que estábamos seguros, aunque ellos dudaban, porque Dios nos había enviado.
En resumen, el matrimonio comenzó a llorar y a reírse sin poder parar y no podían explicar lo que les pasaba, y yo les expliqué que era el Espíritu Santo invadiendo sus vidas y corazones. Ellos se entregaron a Cristo y dejamos un numero de WhatsApp para continuar el discipulado y orar por sus necesidades. Esos días muchas personas recibieron sanidad y creyeron en Jesús (cientos de personas) y muchos comenzaron a congregarse y bautizarse.
Otra historia fue la que experimentó Mácales Ramos, cuando al ir a llevar el delivery a un hogar, vieron el poder de Dios para liberar. Luego de gritar “¡DELIVERY!” y entregarlo con oración y abrazo de por medio, se fueron de la casa, y la mujer tuvo una experiencia muy fuerte.
Ya estando sola comenzó a sentirse llena del Espíritu o, como dice la Palabra en Hechos, “como borracha” y tuvo que ir al baño. Estando ahí despidió de su boca una bola negra, y cuando salió de ella sintió libertad, y a partir de ese día comenzó a buscar de Dios y a congregarse y ser discipulada.
Por otro lado, en este 2020, el Señor nos llevó a orar en los lugares altos de nuestra ciudad y ahí nos reveló que teníamos que llevar el “Circo de Esperanza” por los barrios. Esto es una campaña de altoparlante móvil para predicar el Evangelio y esperar en el Espíritu a que el Señor nos trajera la gente para sanar, liberar y salvar en el nombre de Jesús.
Un gran testimonio de esto fue algo que vivimos en el Barrio Obrero de nuestra ciudad con un hombre y un joven de nuestra iglesia. Yo iba predicando en el auto, con el altoparlante, y dije que si alguien necesitaba que oráramos y que le diéramos un abrazo, nos lo señalara con la mano. Al darme vuelta veo a un joven, Andrés, que levanta su mano.
Enseguida salté de la camioneta y fui a verlo. Estaba junto con su hermana y cuando me acerqué ya comenzó a emocionarse y nos sabía qué era lo que estaba sintiendo. Le compartí el Evangelio de Jesús, le hablé de la llenura del Espíritu Santo, sobre el perdón de los pecados y sobre el arrepentimiento.
Entonces él confesó que en los últimos meses había intentado suicidarse varias veces. Hubo mucho quebranto en su corazón. Unos segundos después estábamos arrodillados afuera, él entregó su vida al Señor en arrepentimiento y recibió el poder de Dios. Hoy está participando de la iglesia junto con su hermana y un amigo que él decidió traer a Jesús.
Hemos visitado unos diez barrios con el delivery amor y hemos visto el poder de Dios en cientos de personas. Grandes milagros sobre el Covid, diabetes, fracturas, leucemia y otras enfermedades.
Hemos visto personas ser libres de espíritu de oscuridad y mucha gente sumarse a la iglesia.
Hace unas semanas no pude ir a una de la campañas en los barrios, y una adolescentes de 18 años llamada Karen se subió a la camioneta con el altoparlante y se animó a predicar con voz en alto y comenzó a orar por la gente con una pasión y un fuego del Espíritu que contagia.
Isaías 49 dice que nos trajo para traer gloria a su Nombre. Que Dios se glorifique y te inspire y contagie a vivir en el poder y la gracia del Señor.