En ocasiones, para cumplir los sueños, uno tiene que alejarse de los seres queridos y del lugar que lo vio nacer, aun con la duda de que esto traiga los buenos resultados que esperamos, pero este caso es uno de esos en que los sueños sí se cumplieron, y hoy Juan Pablo Rodríguez, oriundo de la provincia de San Juan, juega como defensor central izquierdo.
Juan Pablo ha practicado fútbol toda su vida. Actualmente forma parte del plantel de Reserva del Club Atlético Lanús, con el que ha estado por 6 años.
“Comencé jugando a los 4 años en el Club Unión Medanito, luego fui al Club Atlético Trinidad y por último al Club Atlético Sargento Cabral, todas fueron escuelitas de fútbol que me enseñaron el deporte desde muy pequeño, y apareció el sueño de querer ir a jugar fuera de la provincia”, relata Rodríguez sobre su infancia con la temprana aparición del deporte en su vida.
Además comentó “hablaba mucho con mi papá de querer irme a jugar fuera de la provincia para poder explorar más, tomamos la decisión junto con mi familia, costó mucho el despegarse pero era mi sueño y sentí que mi familia me acompañó en cada momento”.
“A los 11 años estuve en Argentinos Juniors, solo algunos meses, pero volví a mi provincia porque extrañaba mucho, después me fuí a probar a Lanús, con 13 años, y al año siguiente quedé y comencé a jugar para la institución”.
En lo que respecta a su relación con Dios, Juan Pablo es certero, “yo siempre fui de pedirle mucho a Dios, desde chiquito, porque yo quería jugar acá en Buenos Aires. Tuve la oportunidad de ser convocado con la selección en las categorías chicas, el primer año que estuve en Lanús ya me convocaron y así hasta que llegó la pandemia, le agradezco a Dios por todo lo que hizo por mí”.
«Con la selección fui cuando yo estaba en 9na división, en 8va y en 7ma, me tocó ir con esas tres y con una más que eran un año más grande, disputamos dos torneos, un fue un triangular en Portugal y el otro fue en Francia, ganamos ambos. Fueron dos torneos hermosos y estoy agradecido completamente al Señor por todo lo que hizo”.
“Todas las noches antes de dormir, soy de agradecer a Dios por todo lo que me da diariamente, siempre que entro a la cancha, miro al cielo por él, lo tengo presente sabiendo que siempre él me acompaña” comentó el central sobre cada momento donde puede ver al señor
En cada entrenamiento que realiza la reserva del “Granate”, Juan nos contó que comparte el día a día con compañeros cristianos, “en el vestuario todos nos llevamos bien y respetamos a cada uno, crea en Dios o no”.
La familia siempre fue un sostén en la vida de Rodríguez, «si no hubiera sido por ellos, no creo que hoy estaría acá, es lo que a uno lo motiva y por más que uno lo haga por sus propios sueños, también lo hace por su familia, Sol y Zaira Rodríguez, mis hermanas; Cinthia y Juan Rodríguez, mis padres”.
“Los sueños que tengo como primer foco son debutar en Primera, tener la oportunidad de jugar fuera del país y jugar en la selección mayor, siempre y cuando esto lo pueda acompañar con mi comunión con Dios”
Juan Pablo
Para cerrar, Juan Pablo les dejó un mensaje a aquellos deportistas que les gustaría continuar o comenzar su camino en lo deportivo con el Señor. “No bajen los brazos, nada es imposible para Dios, con trabajo, dedicación, esfuerzo y disciplina, esto es muy importante en el deporte y que dejen todo en manos de Dios”.