Un devastador terremoto de magnitud 6,8 ha dejado casi 3.000 muertos y miles de heridos en Marruecos, lo que ha provocado esfuerzos de ayuda internacional y una respuesta de los grupos cristianos Convoy of Hope y Operation Rescue, entre otros.
El terremoto, que se produjo el viernes 8 de septiembre, tuvo su epicentro en las montañas del Alto Atlas, a unos 45 kilómetros al suroeste de Marrakech. El terremoto fue el más fuerte que ha azotado Marruecos en 120 años.
Muchas víctimas mortales se han producido en zonas de difícil acceso al sur de Marrakech. Se teme que una sola ciudad, Imilchil, pueda registrar más de 2.000 muertes.
Convoy of Hope se está movilizando para proporcionar alimentos, agua, suministros de higiene, refugio, mantas y generadores a los supervivientes. La organización también está trabajando para proporcionar apoyo psicológico y asesoramiento a las familias afectadas.
La organización cristiana ”Operation Blessing» también está desplegando miembros de su equipo internacional de ayuda en casos de desastres a Marruecos. La misma está proporcionando suministros de ayuda, como alimentos, agua y artículos de primera necesidad, y está ayudando a los sobrevivientes a encontrar refugio y atención médica.
Además de los grupos cristianos, muchos otros equipos de rescate internacionales se están dirigiendo a Marruecos. España, Gran Bretaña, Francia y Turquía han ofrecido apoyo, así como las Naciones Unidas.
El secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, habló con el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, para discutir cómo Estados Unidos podría apoyar mejor la respuesta humanitaria de Marruecos.
Franklin Graham, presidente de Samaritan ‘s Purse, dijo que aunque Marruecos aún no había pedido ayuda a otros países, había mucho que los cristianos podían hacer a través del poder de la oración.
Y por su parte, Caroline Holt, directora de operaciones globales de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, dijo que el alcance total del desastre podría no estar claro hasta dentro de varios días.
Desde La Corriente oramos para que las personas afectadas por esta catástrofe puedan encontrar la paz de Jesús en este momento tan delicado para todos.