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Familias que viven a Cristo como una vida real

Si vemos la realidad cultural en América, podremos ver que está impregnada de la cristiana. Sin embargo, cuando vemos la gestión de vida que las personas y familias llevan adelante en lo cotidiano, muchas veces parece contradecir la fe que dicen sostener. Por lo tanto, la sociedad, por cusa de lo que ve en nosotros está llena de definiciones respecto a Dios, a la Iglesia, a la fe, etc. que no son correctas.

Es sólo necesario un pequeño ejercicio para ver esto en la realidad. Sólo es necesario poner la palabra Iglesia en un chat del WhatsApp para ver que nos sugiere reemplazar la palabra por una imagen que es un edificio. Esto es trágico, porque ¿cómo puede un sistema de comunicación que no es cristiano definir la palabra Iglesia de esta manera?

Tenemos que hacernos cargo de que hemos mostrado en nuestra gestión de vida incoherencias y definiciones equivocadas que aún afectan a toda la sociedad. Somos lo que pensamos, vivimos según pensamos.

Las familias necesitamos trabajar desde las casas con nuestras generaciones para tener las definiciones correctas por la iluminación del Espíritu, para de esta manera tener una vida que deje a la sociedad buenas definiciones respecto a Dios y todo lo concerniente a la espiritualidad.

Cuando leemos las cartas apostólicas en el Nuevo Testamento, leemos palabras como Casa, Templo, Cuerpo refiriéndose a la Iglesia, nunca se refieren a un edificio sino a personas que portan la vida de Cristo. La Casa es espiritual, el Templo es espiritual, el Cuerpo es espiritual.

La Casa es Cristo, habitamos Cristo. Las geografías son temporales pero la habitación es eterna.

Si crece Cristo en nosotros, crece el todo de Dios en nosotros: la vida, la salvación que es el medio para el propósito para el que nos creó: darse a conocer por quienes lo conocen.

La vida eterna que nos fue dada en Cristo ya la estamos disfrutando y consiste en conocerle. Esta es la definición que el mismo Jesús nos dejó. No es para cuando muramos físicamente, sino que comienza en el momento de nuestro nuevo nacimiento en nuestra unión con Cristo.

3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.

Juan 17. 3 NVI

Conocerle no es tener información bíblica sino conocer a la Persona. Aprendemos a Cristo y no sermones. Esto es clave que se entienda en las familias ya que sino se multiplican en las generaciones definiciones confusas o erradas.

Jesús confrontaba a los líderes por leer las escrituras y no recibirlo a Él de quién hablan las mismas.

37 Y el Padre mismo que me envió ha testificado en mi favor. Ustedes nunca han oído su voz ni visto su figura, 38 ni vive su palabra en ustedes, porque no creen en aquel a quien él envió. 39 Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! 40 Sin embargo, ustedes NO QUIEREN VENIR A MÍ para tener esa vida.

45 »Pero no piensen que yo voy a acusarlos delante del Padre. Quien los va a acusar es Moisés, en quien tienen puesta su esperanza. 46 Si creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque de mí escribió él. 47 Pero si no creen lo que él escribió, ¿cómo van a creer mis palabras?

Juan 5. 37 – 40 y 45 – 47

En nuestra vida se deben ver las evidencias de Su Vida y no de conocimientos de conceptos o textos bíblicos. Cristo es lo que Dios llama Vida, Evangelio, Salvación, el fruto del espíritu. Todo es Cristo, Él es el pan, el agua, la puerta, el camino, la verdad, la vida, la Iglesia…

Por esta razón la preocupación apostólica en la Iglesia del primer siglo era que no se desviaran de Cristo.

6 Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. 7 No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo.

Gálatas 1. 6 – 7 NVI

Pablo esta diciendo: no hay otro evangelio, porque el evangelio es Cristo. Los otros son distorsiones, son tergiversaciones.

Como resultado de nuestra unión orgánica con Cristo, tenemos vida en nosotros.

17 Pero el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu.

1 Corintios 6. 17 NVI

Pero no solamente tenemos vida, sino que también vivimos por, y para esta vida (Para mi el vivir es Cristo – Filipenses 1. En Él vivimos… Hechos 17. Si vivimos para el Señor vivimos… Romanos 14…). Las definiciones y la gestión de vida eran coherentes en los primeros creyentes.

Que podamos ser una generación que le representa a Dios una vida coherente entre lo que pensamos como definiciones y lo que vivimos. Que podamos ser la expresión como familias de Cristo como vida real para dar a conocer al Padre. Cristo es la imagen del Dios invisible. La vida eterna es conocerlo y darlo a conocer como vida real.

David Firman
David Firman
Psicólogo egresado de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Profesor de Enseñanza Media y Superior en Psicología, egresado de la Universidad Nacional de Rosario. Terapeuta Familiar. Bachiller en Teología, egresado en el año 2001 del IETL de Rosario. Pastor en CTHTN Rosario y zona. Escritor y Conferencista.

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