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Entre la imaginación y la fe

Dios está trayendo mayor claridad de nuestra posición en Cristo para ser más eficaces en la fe. Más precisos o exactos en las palabras. Más determinantes en las decisiones. Más corporativos en la mente.

No quisiera generar confusión con esto, pero la imaginación no solo está enmarcada en aquello que vemos a través de un pensamiento, sino también, en aquello que “creemos” oír de Dios.

Dios reprocha al pueblo por medio del Profeta Jeremías y les dice “Pero no oyeron, ni inclinaron su oído, antes se fueron cada uno tras la imaginación de su malvado corazón…” (Jeremías 11:8, RVR60).

Vemos aquí cómo la imaginación tiene el poder para crear un misticismo en la mente que nos puede conducir al engaño.

Ahora, ¿Qué significa imaginación? Imaginación es: “La facultad de una persona para representar imágenes de cosas reales o ideales. La imaginación, de este modo, permite tener presente en la mente un objeto que se ha visualizado con anterioridad o crear algo nuevo sin ningún sustento real.

Teniendo en cuenta esta definición, debemos comenzar a discernir cuántas cosas son el producto de imaginar aquello que Dios tiene o quiere hacer, y cuántas cosas pertenecen a la verdadera fe, donde Dios nos habló, testificándonos a través de su Espíritu.

Traigamos las palabras de Dios a Abraham, las cuales, muchos erróneamente, las declaran como una promesa para su futuro. Dice Génesis 15:5-6, NTV: “Entonces el Señor llevó a Abram afuera y le dijo: Mira al cielo y, si puedes, cuenta las estrellas. ¡Esa es la cantidad de descendientes que tendrás! Y Abram creyó al Señor, y el Señor lo consideró justo debido a su fe”.

Al leer Génesis, pareciera que Dios está apelando a la imaginación de Abraham y de alguna manera lo está haciendo; pero, en realidad, Dios estaba provocando su fe.

Dios le forma una imagen mental a Abraham, para que crea

En sí misma, la imaginación no es mala; por el contrario, dentro de ella podemos descubrir ciertas cosas que nos permitirán ser creativos. Incluso Dios puede provocar esa imaginación para que nos enfoquemos en Él. Pero debemos tener en cuenta que la imaginación debe ser producida por la voz de Dios, que nos conducirá a la activación de la fe… Esto hizo Dios con Abraham.

Leer Génesis nos brinda detalles interesantes. Por ejemplo, dice: “Entonces el Señor llevó a Abram afuera y le dijo…”: “Llevarlo afuera” es la clave. Si Dios no puede sacarnos de nuestro encierro, nunca podrá activar la fe, y si esto no sucede, la imaginación producida por la naturaleza la caída tiene su oportunidad de engañarnos.

Salir es una manera de comenzar a ver con más claridad lo que Dios nos quiere mostrar. Salir o ser llevados afuera podemos relacionarlo con la capacidad de abrir el corazón a Cristo, para rendirlo todo.

He visto a muchas personas siendo alimentadas por la imaginación de una mente no redimida, y no por la fe. ¿Cómo podemos saber eso? Por el proceso

El proceso ayuda a la madurez. La madurez nos brinda la postura espiritual necesaria para no abandonar bajo presión. De esta manera, podremos notar si fue por la fe o por la imaginación

Pensemos esto: Dios nunca prometió hacer realidad la imaginación natural.

Se nos dice en Génesis: Mira al cielo y, si puedes, cuenta las estrellas…”. Obviamente, nadie puede hacerlo. Dios estaba tratando de mostrarle su propósito eterno.

Aquello que Dios tiene pensado, supera lo que nuestra mente puede contener. Entonces, Dios puede mostrarnos algo, para que la imaginación colabore para que proyectemos en fe, a fin de creer.

Por esto continúa diciendo Génesis. “¡Y Abram creyó al Señor, y el Señor lo consideró justo debido a su fe…!”. Esta es la clave. Dios no le muestra esa visión a Abraham para que él haga “promoción de ella”. ¡No! Si la voz de Dios activa la imaginación, nos llevará a creer y a caminar en la fe, para que todas las cosas que hagamos sean consideradas justas.

Cuando un asunto nace en la fe verdadera, no habrá retroceso. Cuando nace en la imaginación de una mente natural, en la primera presión, habrá abandono.

Luego de esta visión recibida, Abraham pasó presiones, batallas y, por último, en el capítulo 22, una vez que se cumple la promesa de tener al hijo en sus manos, pasó por el desafío más grande en su vida: Dios se lo pide para probarlo.

Esta clase de vida que vivimos en Cristo nunca se sostendrá por medio de la imaginación. Dios puede inspirarnos por medio de una imagen en la mente sobre algo en particular. Pero luego serán la fe, la oración, la Palabra, la obediencia, el trabajo y la permanencia lo que determinarán el cumplimiento.

Para finalizar, recordemos Hechos 17:29, RVR60: “Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres”.

El hombre tiene el poder para crear su mundo espiritual por medio de la imaginación.

Por favor, veamos esta palabra de Hechos desde otra perspectiva. Nosotros no imaginamos a Dios de cierta manera. Aunque intentemos, nuestra imaginación no nos permite pensarlo, es decir, cómo es su rostro, su aspecto físico, etcétera… Para los hijos de Dios eso está bloqueado, justamente para no caer en el engaño de crear imágenes incorrectas.

Sin embargo, es increíble cómo la imaginación nos hace reflexionar en lo que Dios piensa de nosotros, por ejemplo: 

Imaginamos que Dios está enojado… 

Imaginamos que Dios está contento… 

Imaginamos que Dios nos está castigando…

Imaginamos que Dios nos está bendiciendo o castigando porque nos sucede algo en particular. 

Imaginamos que Dios nos quiere solteros. 

Imaginamos… imaginamos… imaginamos… formando imágenes en la mente de un Dios inexistente….

«Cuando la vida espiritual está gobernada exclusivamente por la imaginación, solo deja como resultado caos, desorden y frustración».

Sahir Akel

Volvamos a la vida de fe, que rinde a Dios todo. Que vuelve a las Escrituras. Que se somete a la Palabra. Que vive una vida de Iglesia en comunión. Que Disfruta a Cristo y abandona la imaginación nacida en una mente no redimida.

sahir akel
sahir akel
Sahir Akel es Esposo, Padre y Pastor. Junto a su Esposa Cecilia, Son fundadores y Pastorean la Congregación Lugar más Alto, en la Ciudad de Chascomús, Argentina. Desde allí, coordinan la expansión del ministerio en diferentes puntos del país.

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