¿Estamos únicamente para sobrevivir en este mundo? Quizás alguna vez se te cruzó por la mente que careces de valor o que tenés que vivir una vida en automático, pero dejame decirte que hay grandeza dentro de ti. 

En Génesis 2 nos encontramos con una historia que quizás ya leíste y si no fue así te animo a que la busques. Dios crea un jardín lleno de flores y frutas, crea al hombre y a la mujer para que lo puedan disfrutar, trabajar y cuidar. Luego, les dijo multiplíquense, llenen la tierra y cuiden el resto del mundo. En pocas palabras, desde el principio Dios les dice que tenían la responsabilidad de que el resto del mundo se vea así de hermoso, como ese jardín.

¿Cómo logramos embellecer el mundo? ¿Qué obstáculos tenemos para lograrlo? ¿Qué te genera miedo?

He notado, a lo largo de mi vida, que cuando le doy lugar a mis miedos suelo paralizar el propósito de Dios en mí. De esta manera, comprendo que pierdo el enfoque, y me dejo llevar por las opiniones de otros, en vez de confiar en las promesas de nuestro Padre celestial. Me pregunto, ¿por qué tenemos la tendencia a pensar más en las opiniones de otros que en las de Dios?

En ocasiones, la mirada del otro hace que perdamos el enfoque de nuestro propósito, ya que vivimos preocupados por lo que dirán, pensaran y verán.

Creo que tenemos cierta inclinación a querer agradar a las personas, con el objetivo de pertenecer en diferentes ámbitos, les damos autoridad para que formen nuestra identidad, pero en nuestro interior sabemos que no somos auténticos. Quiero compartirte la siguiente frase:

¿Qué busco con esto, ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo, (Gálatas 1:10 NVI). Te aliento a reflexionar sobre dejar de lado tus miedos, las expectativas de las personas y que busques el propósito de Dios en tu vida, teniendo en cuenta que siempre su voluntad es buena, agradable y perfecta. Cuando entendamos el valor del amor que tiene el Señor por nosotros, sin dudas, las críticas de los demás van a perder fuerzas, porque entendemos y vivimos sobre lo que el Señor dice de nosotros. ¿Y qué dice específicamente?

Entonces, sabiendo estas verdades, toda crítica negativa se desvanece porque sabemos quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Cuando nuestra identidad está afirmada en lo que Dios dice de nosotros, no hace falta aparentar algo que no somos

No necesitamos reconocimiento porque Él ya nos reconoció como sus hijos e hijas. 

Ahora bien, Dios nos dio un espíritu de valentía que vive dentro de nosotros, debemos ser conscientes y darle lugar para no dejar que las criticas y los miedos nos sigan paralizando, sino que tomemos posición con los ojos puestos en Jesús y su fidelidad para cumplir con el propósito que nos fue encomendado. 

Por último, no estamos para sobrevivir, estamos para vivir una vida abundante, embellecer el mundo con nuestros dones, talentos y habilidades en los lugares donde pisamos y estamos diariamente. No estamos para subsistir, estamos para ser nuestra mejor versión siguiendo los pasos del maestro, que nos ama, alienta e invita a crecer en cada área de nuestra vida, comprendiendo nuestro propósito, identidad y relación con Él.

Es esposo, líder ministerial, emprendedor, motivador y orador. A partir de 2018 construyó una hermosa familia con Melody Brescia. Desde 2016 forma parte de la pastoral juvenil de la Iglesia Buenas Nuevas. Tiene estudios avanzados en marketing digital y publicidad, también realizó numerosos cursos teológicos en la Facultad Internacional de Educación Teológica (FIET). Es gerente de una empresa de venta online. Su pasión es reflejar a Jesús a través de mensajes motivadores y reflexivos.