Mateo 4 nos muestra cómo el Espíritu guió a Jesús al desierto para ser tentado y probado en su carácter. Durante 40 días no comió ni bebió nada, aunque tuvo mucha hambre, soledad y necesidades profundas.
El diablo nos desafía y la oscuridad quiere avanzar sobre nosotros para devorarnos en un desierto, pero la palabra es clara cuando nos revela que, si la luz avanza, la oscuridad debe retroceder.
El diablo pone a prueba la identidad de Jesús diciendo “si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”. Jesús, respondiendo, dijo “escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios”.
Esto significa que Jesús estuvo viviendo de escuchar a Dios durante toda su estadía en el desierto. No necesitó comer ni beber, y hasta hizo un descubrimiento muy importante: el hombre puede sobrevivir espiritualmente a mucho tiempo sin comer y beber, porque Dios se ocupa de nosotros.
Si dependemos de Dios, Él puede sustentarnos y ayudarnos con su espíritu a sobrepasar cualquier situación adversa, de crisis o prueba. Hay tres respuestas que podemos darle al diablo en los desiertos, y así también a las realidades que quieran atacarnos y atormentarnos: “No”, las escrituras lo dicen, y “Vete de aquí”. Podemos decir no y rechazar en autoridad lo negativo y apoyarnos en la “boca de Dios”.
Puedo negarme a la oscuridad y al desaliento
Podemos recordar lo que las escrituras dicen y así desarticular todo plan en nuestra contra y toda palabra de maldición. También es bueno reconocer los momentos en que debemos decir “vete de aquí” y expulsar con fe y con confianza al que nos debilita, sea en relaciones que nos influencian para mal o en situaciones que se acercan para matar los sueños y las promesas de Dios.
Suelo ir a caminar y orar en un lugar alto de mi ciudad y pasar largas horas en el día en esa “barda” (así la llamamos). En muchos desiertos personales he ido a esa montaña desértica al más estilo bíblico, donde he sido probado y he disfrutado de mis mejores tiempos con la presencia de Dios.
Recuerdo esperar mucho tiempo para recibir respuesta a mis oraciones, pero pude reconocer muchas veces la voz de Dios, tan clara como la de una persona, hablándome y dándome una dirección.
Andy Chamorro
Hace un tiempo me sucedió esto y el Señor me dijo que predicara el Evangelio haciendo una campaña con altoparlantes en un barrio de nuestra ciudad. Dios fue bueno y al ser obediente hemos visto la Gloria de Dios.
Ya hemos realizado estas campañas en 20 barrios de nuestra ciudad y en otras ciudades como Junín de los Andes y Bariloche, y vamos por más. Jesús ha hecho grandes milagros y mostrado señales poderosas. Cientos de personas lo pudieron conocer y entregaron su corazón al reino de Dios.