La ONU, por fin, lo dio por aprobado. Tras años de debate en medio de una crisis climática, se llegó a un acuerdo global.
En un mundo que gime por alivio, tomar las riendas de esta problemática es crucial. Muchas son las voces que se han alzado para rogar por acciones rápidas.
El pasado 28 de julio se dio el gran paso. Con 161 votos a favor, ocho abstenciones y ningún voto en contra, la Asamblea General adoptó una resolución que reconoce el acceso a un medio ambiente limpio, sano y sostenible como un derecho humano universal.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, catalogó esta resolución como una «resolución histórica» y dijo: “este hito demuestra que los Estados miembros pueden unirse en la lucha colectiva contra la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación”.
Gutierez afirmó a través de un comunicado que «La resolución ayudará a reducir las injusticias medioambientales, a cerrar las brechas de protección y a empoderar a las personas, especialmente a las que se encuentran en situaciones vulnerables, como los defensores de los derechos humanos medioambientales, los niños, los jóvenes, las mujeres y los pueblos indígenas».
Aprobar es reconocer
Ya en agosto del año pasado, Naciones Unidas había declarado el estado de alerta climática mundial a través de un informe redactado por más de 200 científicos de 66 países que anunciaba que, si no se actuaba con urgencia, los daños podrían ser irreversibles.
Para la presente declaración, la ONU afirmó el derecho a un medio ambiente saludable y reconoce que el impacto del cambio climático, la gestión y el uso insostenibles de los recursos naturales, la contaminación del aire, la tierra y el agua, la gestión inadecuada de los productos químicos, los residuos, y la consiguiente pérdida de biodiversidad interfieren en el disfrute de este derecho.
«Los daños ambientales tienen implicaciones negativas, tanto directas como indirectas, para el disfrute efectivo de todos los derechos humanos«.
Es importante remarcar que este derecho está relacionado con el derecho internacional existente y afirma que su promoción requiere la plena aplicación de los acuerdos medioambientales multilaterales. Ya la resolución, basada en un texto similar adoptado el año pasado por el Consejo de Derechos Humanos, pide a los Estados, las organizaciones internacionales y las empresas que intensifiquen sus esfuerzos para garantizar un medio ambiente sano para todos.
Pero esto realmente es “solo el principio”, aseguró el Secretario de la ONU. Instó a las naciones a hacer de este derecho recién reconocido «una realidad para todos, en todas partes».