Dice Eclesiastés 7:10 «Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. No es de sabios hacer tales preguntas». ¿Qué lleva a un cristiano a pensar que antes las cosas eran mejores que hoy?

En Éxodo 16 se nos da un ejemplo práctico de esto. Moisés advierte al pueblo de Israel que no debían guardar maná para alimentarse al día siguiente, ya que el maná que se guardaba para el otro día se pudría rápidamente y no servía para comer.

Pero ¿Por qué Dios permitía que el único alimento que había en el desierto se pudriera tan rápido? Justamente para que Israel mantuviera la costumbre de buscar cada mañana una nueva ración y evitar así la tendencia a conformarse con el alimento sin reconocer al que los alimentaba.

El maná de cada día, por @segunjon_comic

Hoy pasa algo similar cuando muchos reciben la bendición, la respuesta o el milagro, y cometen el error de guardar ese único momento con Dios para alimentar su fe de por vida. Lo peligroso de esto es querer nutrir nuestra fe solo con experiencias pasadas ya que, con el tiempo, esto provoca que la gente termine olvidando al Dios que los espera cada mañana y solo viven del Dios que recuerdan.

El maná de cada día, por @segunjon_comic

Para mantenernos cerca del Señor, nuestra fe, al igual que el hambre de Israel, se debe saciar con el maná fresco de cada mañana,que es Cristo, sin menospreciar las grandes cosas que Dios hizo ayer, pero sabiendo que cada día nos dará algo nuevo.

Mi nombre es Jonathan Pérez, soy dibujante y escritor autodidacta. Hace quince años que me desarrollo en el ámbito artístico, dentro y fuera de la iglesia, exponiendo en galerías y dibujando para distintos medios. Junto con mi esposa abrimos un taller de arte creativo, a la vez que trabajamos en la iglesia con adolescentes y jóvenes.