El jugador de baloncesto de los Detroit Pistons, Jaden Ivey, compartió recientemente un hito importante en su camino de fe y un gran paso en su vida cristiana: su bautismo. Jaden y su esposa, Caitlyn Ivey, fueron bautizados en una piscina en Estados Unidos.
En sus redes sociales, Jaden expresó su agradecimiento y felicidad ante esta nueva vida en Cristo, citando Santiago 1:17 y 2 Corintios 5:17, y simplemente afirmó: “Nada sin Jesús”. Tanto él como su esposa han utilizado sus plataformas digitales para testificar sobre su fe, con Caitlyn declarando «Jesús es Rey» en su biografía de Instagram y Jaden afirmando «Jesús es Señor».
Jaden no sólo da testimonio de su fe en las redes sociales, sino que también comparte sobre ella en las entrevistas. Durante una conferencia de prensa en marzo de este año, citó Juan 14:6 e instó a la gente a arrepentirse y poner su fe en Jesucristo, destacando la inminencia del regreso de Cristo.
A lo largo de su carrera, Jaden siempre ha demostrado su gratitud a Dios, creyendo que sus habilidades y oportunidades son bendiciones directamente dadas por Él.
Durante su paso por la Universidad Purdue, donde él y Caitlyn eran deportistas, habló de su fe mientras lideraba un equipo, destacando la importancia de reconocer las bendiciones de Dios y trabajar para alcanzar los sueños con paciencia y confianza en el plan divino.
Jaden proviene de una familia con una rica herencia deportiva y cristiana. Su padre y su abuelo jugaron en la NFL (Fútbol Americano), mientras que su madre, Niele Ivey, jugó en la WNBA (Básquet femenino).
Ahora continúa su carrera en la NBA, agradeciendo a Dios por cada paso de su viaje y glorificándolo por sus logros dentro y fuera de la cancha. Casado y con dos hijos, Noah James y Shiloh Elizabeth, Jaden continúa viviendo y compartiendo su fe con quienes lo rodean.