Todos los años celebramos el Día del Niño, en reivindicación y apego a la nueva generación de niños que nacen, crecen y se desarrollan en nuestro país. Éste, sin duda, es el capital más preciado en nuestras manos, ¡y el que no queremos hipotecar! En este artículo quisiera invitarte a reflexionar sobre ello.

Como educador y como padre, una y otra vez me pregunto, qué es lo que hago hoy a favor de ellos para que su futuro sea más cierto, seguro y prometedor. La Ley Nacional 26.061 sobre Derechos de niños, niñas y adolescentes expresa: cada niño, niña y adolescente tiene derecho “a hacer deporte, a jugar y disfrutar de un ambiente sano”.

Cuando vemos a Jesús, desde una mirada adulta a su infancia, se resalta: “Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en el favor de Dios y de toda la gente”, Lucas 2.52 (NTV).

Sobre estos dos principios, tanto el derecho de los niños, como la vida de Jesús, podemos ser desafiados en este mes de agosto donde celebramos la infancia, para que sea un tiempo para tomar conciencia y generar cuanto más podamos ambientes sanos, de disfrute, juegos significativos y oportunidades de crecimiento y desarrollo integral.

Un ambiente sano contempla varias esferas de la vida humana. De acuerdo a Lucas 2:52 Jesús crecía en la esfera física, en la esfera espiritual y en la esfera del alma. Estas tres esferas en equilibrio y mismo valor de importancia permitirán que los niños, niñas y adolescentes puedan no solo tener un tiempo de celebración, sino que una vida desarrollada en integridad.

Desde esta mirada, el juego y el deporte, como antes mencionamos, se transforman en catalizadores y no solamente un fin en sí mismos, y son lugares oportunos para:

  • Un encuentro en común. Más allá del resultado del mismo juego o actividad deportiva, se valora que los niños en interacción con los adultos tengan esa oportunidad de conectarse, relacionarse y conocerse. Los niños tienen tan naturalizado este aspecto que la primera invitación que hacen al ver a otro niño es “¿quieres jugar conmigo?”.
  • Desarrollar acciones para mejorar la calidad de vida. Hay estadísticas que revelan que aquellas comunidades que se ejercitan físicamente, practican alguna disciplina deportiva o juegan regularmente, son comunidades donde bajan considerablemente los índices de estrés y ansiedad. 
  • Sacar lo mejor de uno mismo. Dependiendo el grado de dificultad y las características del juego, por ejemplo, juegos con una fuerte centralidad en lo físico, o lo lógico matemático, o lo musical, o lo lingüístico, etc., puede uno identificar facetas del otro, o de uno mismo, que pueden potencializarse en el mismo juego. Sin duda alguna, ¡cada uno puede sacar su mejor versión! 
  • Para sorprendernos. Poder darnos la plena libertad de ser creativos y reír juntos hará que podamos crear ese ambiente que transforma la atmósfera y posibilitará crear memorias placenteras que aún pasados los años servirán como estandartes inolvidables de momentos compartidos con otros.

¿A qué jugar o qué hacer? Te recomiendo tres vías para tener ideas: 

1- En artículos anteriores hemos desarrollado temas de actividad física (www.family.fit) que te pueden ayudar. Busca en “otros artículos del autor” al pie de esta nota.  

2- Navegar por buscadores. De una manera práctica puedes colocar “juegos entre amigos”, “juegos para escribir”, “juegos matemáticos”, etc. ¡En la Web hay millones de ideas, juegos, y deportes novedosos que están esperándote!!

3- Buscar en los recuerdos. Aunque parezca obvio, el poder ir al estante de los juegos de mesa o simplemente hacer una lista de aquellos juegos que hace tiempo que no jugamos, te dará una ventana de oportunidades de volver a jugar y/o enseñar a otros aquellos juegos que hicieron historia en tu vida, ¡no sabes cuánto te sorprenderás con todo lo que obtendrás!

Que en este tiempo de celebración de la infancia, más allá del objeto que se pueda regalar, podamos crear una cultura de compartir con otros, donde el juego, la actividad física o deportiva nos conecte, mejore la calidad de vida, donde podamos sacar lo mejor de nosotros mismos y creemos momentos sorprendentemente inolvidables. ¡Vamos a jugar! 

Marcos Oszurko
Casado con Rosana y son padres de tres niñas. Profesor nacional de Educación Fisica, egresado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Autor y pastor/misionero de Grain of Wheat International y su iglesia local. Integrante del equipo de liderazgo del Global Children Forum y de la Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas (Aciera)