El buzo norteamericano que experimentó un evento peculiarmente similar al de la historia de Jonás en la biblia se acerca a Dios junto a su familia.
Fue bien conocido en todo el mundo a través de todos los medios de comunicación, el caso de Michael Packard, un buzo norteamericano que fue tragado 45 segundos por una ballena, hasta que clamó a Dios y fue escupido a la superficie. Su vida ha dado un giro de 180º desde entonces.
El hecho ocurrió el pasado 11 de junio en EE.UU, cuando el buzo de 56 años se encontraba en el océano, en una de sus jornadas, a una profundidad de 13 metros. “Me sumergí con mi equipo de oxígeno, cuando de repente, sentí un gran golpe y todo se oscureció a mi alrededor; aunque me movía y pude deducir que no había sido mordido por un tiburón ya que no sentía ningún dolor”. Dijo el buzo.
“Entonces caí en la cuenta de que no había dientes, y escuchaba los fuertes latidos de un corazón. Pensé en mi esposa y en mi hijo, y pensé que era el fin. Empecé a orar a Dios con angustia y esperanza, de repente sentí que subía como si estuviera dentro de un ascensor y salí expulsado por los aires cayendo en la superficie del océano” Comentaba Michael.
«Grité ¡Dios mío estoy en la boca de una ballena y me va a tragar!»
Expresó Michael Packard
Fue recogido inmediatamente por sus compañeros de trabajo que le acompañaban y trasladado a un hospital donde fue diagnosticado de pequeños traumatismos pero sin fracturas ni otras posibles lesiones internas. La realidad es que estuvo 45 segundos engullido por la ballena y fue devuelto a la superficie tras su oración.
La Biblia registra un hecho similar en el pasaje de Jonás, ubicado en el antiguo testamento, a quien Dios le ordenó ir a una ciudad pagana, Nínive, a predicar y llevar un mensaje. Jonás negándose a esta orden, huye de la presencia de Dios y se embarca rumbo a Tarsis, una ciudad en Asia Menor.
Pero en el medio de su viaje Dios prepara una tempestad en su ruta de navegación y Jonás es arrojado al agua por la tripulación. Entonces, Dios mandó a un pez enorme que se tragó a Jonás y estuvo tres días en su vientre. Jonás oró a Dios desde el vientre del pez. Dios escuchó sus oraciones de angustia y le dio orden al pez para que lo expulsara arrojándolo a tierra firme.
Le dicen ahora el Jonás de Massachusetts, ya que su experiencia, por mas traumática y aterradora que haya sido es similar al relato que aparece en el antiguo testamento. Su historia está sorprendiendo al mundo. La vida de Michael Packard dio un giro completo y según se mostró en los medios, se convirtió, junto a su familia al evangelio, sus vecinos también impactados por el hecho y se han decidido por la fe. No hay dudas de que su testimonio inspiró vidas y fue un canal para aquellos que les cuesta creer que hay un Dios.