En medio de un show en Tampa, el vocalista compartió públicamente su testimonio de superación y fe, generando repercusión entre fans y redes sociales.
Durante el reciente concierto de Papa Roach en Tampa, el líder Jacoby Shaddix interrumpió su set para elevar un momento de alabanza y confesión frente al público. Con voz cargada de emoción, compartió que hace más de trece años enfrentó una batalla encarnizada contra el alcohol, y que Dios lo rescató de ese abismo.
“¡Alabado sea Jesús! … He estado caminando por este camino desde 2012. Mi caminar con Cristo ha sido lleno de pecado. Pero sigo entregando mi voluntad y mi vida a Dios. Siempre tengo espacio para crecer … ¡DIOS SIGUE HACIENDO TU TRABAJO EN MI! En el nombre de Jesús.”
Comentó en sus redes sociales en un post sobre ese momento del concierto.
Sus palabras se viralizaron enseguida, despertando elogios de seguidores y debates sobre la intersección entre el rock y la espiritualidad.
Este momento no es algo aislado en la trayectoria de Shaddix. Desde que en 2013 decidió “dar su vida a Dios”, ha sido abierto sobre sus luchas con la depresión, la adicción y el vacío existencial. Ha afirmado que la fe se volvió “clave” para sostenerlo en los momentos más oscuros, y ha reconocido que su caminar espiritual no ha sido perfecto, sino en constante evolución.
En entrevistas pasadas, contó que antes de conocer esa fe creía en un “poder superior” sin saber cuál, y que una oración honesta del corazón fue el punto decisivo en su vida:
“Dios mío, ven y salvame. No puedo hacer esto por mi cuenta… estoy roto…”
Dijo Jacoby Shaddix
También ha sido transparente respecto a sus recaídas emocionales, pensamientos suicidas y el peso de cargar una vida marcada por excesos y heridas. En sus últimos tiempos, ha buscado que su música no solo entretenga, sino que redima: su canción “Leave a Light On (Talk Away the Dark)”, en colaboración con Carrie Underwood, destina regalías a la prevención del suicidio y apunta a sensibilizar sobre salud mental.
En sus redes sociales, Shaddix comparte cotidianamente listas de gratitud, reflexiones espirituales y reconocimientos a su proceso de sobriedad. En una reciente nota, se menciona que ha cumplido más de una década sin caer en el alcohol, y que su familia, su música y su fe son los pilares que hoy lo sostienen con firmeza.
Este episodio en Tampa no solo reafirma su compromiso con Cristo, sino que también pone en foco el valor de los testimonios públicos en ambientes que muchas veces rechazan lo espiritual. Al alzar su voz en medio del rock, Jacoby Shaddix invita a reflexionar: la fe puede quebrarse, crecer, caer, pero también puede restaurar vidas desde el lugar más inesperado.