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Débora Pedace: La Biblia tiene todas las herramientas que uno necesita

La psicóloga Débora Pedace fue invitada a nuestros estudios para participar de «Mujeres en Movimiento», donde conversó con Mayra Djimondián sobre su profesión y respecto a cómo se trata la ansiedad de las personas siendo cristianas.

¿Ansiedad y depresión en cristianos?

Mayra: Estamos en una época en que está surgiendo nuevamente el tema de la salud mental. Se habla mucho en los medios de comunicación, en las casas; y en nuestro núcleo, para muchos cristianos todavía es un tema difícil de abordar, especialmente en lo que tiene que ver por ahí con la ansiedad, con la depresión. ¿Por qué te parece que pasa esto?

Débora: No sé si es por falta de conocimiento, por miedo a pensar que Dios no es suficiente. Cuando uno dice “Voy a terapia”, el otro te mira como diciendo: “¿Por qué Dios no te alcanza?”. Respondemos, entonces: “Sí, Dios me alcanza, pero preciso de otra ayuda”, y siempre terminamos reduciendo a Dios a la iglesia o a lo que un pastor puede darte.

Pienso que Dios creó la ciencia para, también, a partir de eso, mostrar su poder y lo que es capaz de hacer. Veo milagros también a través de los pacientes que vienen, cuando, por medio de un psicólogo, un terapeuta, una persona puede transformar su vida. Y no tiene que ver con lo espiritual, sino con lo emocional, con aprender a regular emociones, saber qué sentir, cómo sentir, confiar en uno mismo.

Yo creo que la Biblia tiene todas las herramientas que uno necesita, pero a veces uno no las puede aplicar solo, y si terminamos reduciendo todo a lo espiritual, hacemos un poco de agua; entonces, siempre nos enseñaron que Dios era suficiente y que mostrarte vulnerable estaba mal. Por lo tanto, uno no puede mostrarse vulnerable, ni dejar ver que tiene dificultades o problemas.

Y está bueno decir: “No estoy bien, estoy pasando por un momento malo, tengo un ataque de pánico”, pues eso no significa que seas menos cristiano, que ames menos a Dios ni que tengas más pecado. A veces dicen: “Esto te pasa porque tenés pecado”; pero no tiene nada que ver con eso.

Débora Pedace en medio de la entrevista

¿Cuándo acudir a un especialista?

Mayra: Cuando vamos a los Salmos, vemos cómo David siempre se mostraba vulnerable, y cuando estaba en angustia, en temor, en ansiedad, todas esas palabras aparecían. Nosotros, en cambio, de alguna manera, por décadas fuimos tapando todo eso. ¡Qué importante es poder identificar cuando necesitamos ayuda! ¿Cómo nos damos cuenta de que precisamos acudir a un profesional?

Débora: Cada familia es un mundo, y lo que pasa ahí adentro determina muchas veces lo que la persona vaya a desencadenar en un futuro.

Para mí, hay dos palabras claves que sirven para que una persona se pueda dar cuenta de si tiene que pedir ayuda con respecto a los síntomas, y son dos: la duración y la intensidad. Yo puedo tener un ataque de ansiedad al rendir un examen; y cada vez que toque enfrentar uno, surgirán los mismos nervios, la misma ansiedad.

¿Es normal? Sí, es normal. Pero si esa ansiedad me impide hacer otras actividades, se vuelve intensa y, además, duradera en el tiempo, es momento de pedir ayuda. 

Está bien tener ciertas emociones que a veces uno tilda de negativas; para mí, no lo son, sino que nos permiten defendernos, protegernos, expresarnos. Pero si esa emoción se me traslada en el tiempo, dura más de lo que tiene que durar y se vuelve intensa y afecta a otras áreas de mi vida, hay que consultar. 

Mayra Djimondián entrevistando a Débora Pedace en «Mujeres en Movimiento»

La clave de un buen descanso

Debora: Para tener una buena salud mental, es clave descansar y alimentarse bien. Hablo con pastores que no paran, y siendo de 50 años, parecen de 80, porque están agotados, caminan lento. Si uno no tiene tiempo para cuidarse a sí mismo, tampoco va a poder cuidar a otros.

Esto también lo dice la Biblia: “Amá al otro como te amás a vos mismo”. Entonces, planificá tu agenda con hábitos saludables; no hay otra manera. El descanso es obligatorio en los pastores.

Dios creó el universo y descansó. Ya está. No necesitás ningún otro versículo que te lo aclare; pero a veces tenemos que aprender a regular nuestros pensamientos y también ser intencionales a la hora de tener buenos hábitos. Si yo no tengo buenos hábitos, no voy a tener un buen resultado. Está perfecto cuando los pastores se atreven a mostrar vulnerabilidad, a decir: “No estoy bien, necesito descansar.

Redacción
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