mail

Suscribite a nuestro boletín

Cristo en las calles: Jóvenes de la ciudad porteña ponen en acción la solidaridad como un canal para el Evangelio

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un ministerio perteneciente a la iglesia “Catedral De La Fe” predica y asiste todas las semanas a personas en situación de calle.

Sin importar el frío, calor y peligro este grupo de hermanos sale de la comodidad de sus hogares y congregaciones para llevar las Buenas Nuevas a aquellos que no cuentan con un techo y viven perdidos sin conocer a Cristo.

Muchos hombres y mujeres que dormían en la calle hoy en día son miembros activos de la congregación. No solo eso, sino que ahora trabajan y viven en sus respectivos hogares, todo se debe a la decisión que tomaron de dejar que El Señor transformara sus vidas para pasarlos de muerte a vida. Estos son algunos de los resultados del obrar milagroso de Dios a través de los hijos que no retienen el privilegio de la gracia y se enfocan en compartirlo con los demás.

Los voluntarios de Acción Joven entregan bolsas de dormir térmicas y oran por los necesitados.

El ministerio “Acción Joven” inició en el año 2011, cuando un pequeño grupo de jóvenes de la Iglesia Catedral de la Fe comenzó a repartir unas pequeñas meriendas en la plazoleta del barrio de Primera Junta. Los jóvenes salían con un termo de mate cocido, café y algunas facturas y bizcochos que ellos mismos habían preparado. Con el pasar del tiempo, este proyecto fue creciendo semana tras semana, hasta que llegó un momento en el que mucha gente comenzó a asistir para recibir una merienda y escuchar un gran mensaje. Cristo. 

Hoy en día el ministerio no solo asiste con alimentos, sino que también realizan salidas nocturnas en las noches frías y entregan bolsas térmicas de dormir. Además, Acción Joven decidió no quedarse solamente en la plazoleta de Primera Junta. Ellos llevan el mensaje a distintos puntos de la capital, como Flores, Caballito, Parque Chacabuco, algunos puntos de Parque Patricios, Barracas, Constitución y la zona de Congreso.

En ocasiones también ingresan a algunos barrios de emergencia y barrios carenciados, en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Hasta el día de hoy se entregan alrededor de 200 platos de comida y asisten a más de 150 personas, entre ellas la mayoría viven en situación de calle y condiciones de extrema vulnerabilidad.

El ministerio se mantiene activo todas las semanas del año, los días miércoles y durante todo el invierno.

Una de las voluntarias abraza a una persona en necesidad

Esta podría ser una organización solidaria más, pero la asistencia a los necesitados es tan solo una puerta para poder hablar del alimento eterno que es Cristo Jesús. Su director, Gonzalo Juárez, habló en exclusiva con nosotros y nos compartió el principal objetivo de este ministerio: “Por supuesto lo principal y el énfasis que hacemos en esto es la Palabra de Dios. Las personas además de tener hambre física, tienen hambre espiritual”, nos contó.

“Este proyecto influenció a la ciudad de una manera muy positiva. Puntualmente en el barrio de Primera Junta, específicamente en la plazoleta en el barrio de Caballito, en donde las personas saben que si necesitan de Dios, si necesitan ser escuchados, ser abrazados, o asistidos, pueden contar con nosotros, explica Gonzalo y añade,  el cambio que se ha visto en personas realmente ha sido increíble y positivo tanto para gente sin hogar como para los vecinos también, que muchas veces se acercan a felicitarnos y darnos las gracias por ocuparnos de los más necesitados”, agrega.

 El testimonio de Oscar

Gonzalo nos compartió la historia de Oscar, uno de los frutos de este trabajo de Dios, que un día se acercó y les comentó a los voluntarios de “Acción Joven”, que él había conocido al Señor y por cuestiones personales se había alejado. Fue entonces ahí que comenzaron a orar y a acompañarlo en un proceso de reconciliación con Cristo, pero no quedó ahí la cosa, sino que, además, oraron para que pudiera salir adelante, conseguir un trabajo y un hogar.

Hoy Oscar se encuentra en la senda de Dios, con el acompañamiento y guía de los hermanos de la iglesia. Pero la alegría es mucho más amplia porque Oscar ya no duerme en la plaza. La vida abundante de Cristo cumplió su promesa y todas las demás cosas que necesitaba, se añadieron y hoy puede testificar la fidelidad de Dios, porque puede alquilar un lugar para vivir.

Miguel, otro fruto de Cristo en las calles

Otro de los frutos más recientes de este grupo evangelístico es Miguel, quién se acercó a ellos en una noche muy fría a pedir ropa para ir a conseguir un trabajo y salir de esa situación. Los jóvenes le entregaron unas bolsas térmicas de dormir y la ropa que necesitaba. Pero con el tiempo él empezó a concurrir a las actividades que organizaba el grupo y a la iglesia. Es al día de hoy que Miguel tiene un emprendimiento propio y un lugar donde trabajar, pero lo más importante, tiene una vida junto al Señor. También, es miembro de la iglesia y hoy comparte con los hermanos que un día vieron su necesidad y extendieron su mano.

 “Creo que lo que estamos viviendo hoy por hoy está muy relacionado con lo que dice Mateo 25, cuando habla de la parábola de los talentos y al que multiplicó lo talentos se le dice:  ‘siervo justo y fiel, en lo mucho te pondré’, y más adelante dice: ‘Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desabrigado y me abrigaste”’, reflexiona el director del ministerio.

 “Acá vemos como la solidaridad y el evangelismo están tan vinculados en estos tiempos y como late con fuerza en el corazón de Dios esto de dar ante la necesidad por la crisis económica que se está viviendo en la actualidad”, afirma Gonzalo, “pero por sobre todo, se ve la necesidad espiritual de conocer a un Dios padre, por la ausencia de paternidad en las personas”, agrega Gonzalo, “creo que estas son un conjunto de cosas que, de alguna manera, preparan el ambiente y el ecosistema perfecto para que en estos tiempos el evangelismo pueda ser comunicado a través de la acción social, por medio de la generosidad que manifiesta el carácter de Dios: Un Dios dador, un Dios dadivoso con un corazón compasivo«, concluye Gonzalo Juárez.

El impacto que genera este grupo de jóvenes en la ciudad es una respuesta del obrar de Dios en la vida de sus hijos. Gonzalo relata que incluso los vecinos de los barrios quedan admirados con el trabajo que hacen y no solo se acercan a agradecerles, muchas veces muestran su agradecimiento con donaciones.

Voluntarios en la plaza entregan bolsas de dormir térmicas.

Con el trabajo de este ministerio podemos ver que Cristo nunca estuvo encerrado en cuatro paredes. Fuimos nosotros quienes decidimos muchas veces quedarnos en las comodidades de nuestras congregaciones y no compartir el Evangelio de una manera intencional, más allá de lo que hacemos en nuestro diario vivir.

Este grupo de jóvenes, como tantos, nos anima a salir y entender que no tenemos que llevar a Cristo a las calles, porque Él ya está en las calles.

Rodrigo Acosta
Rodrigo Acosta
Escritor, redactor, músico, productor y compositor argentino. Forma parte de la banda Fila 9 desde el año 2016 como bajista y segunda voz.

Otras

CRISTIANAS

hola
Enviar Whatsapp
error: Gracias por interesarte en las publicaciones de La Corriente, para su uso o difusión, por favor escribirnos a [email protected]