Hermanos de la iglesia en Haití volvieron a adorar dentro y fuera de los templos destruidos, después de que un terremoto de magnitud 7,2 azotara el país el 14 de agosto.
Se cumplen 2 semanas desde que el terremoto de magnitud 7,2 el pasado 14 de agosto asoló Haití. Se estima que 6 de cada 10 iglesias están destruidas. Algunas de ellas se encontraban ya gravemente dañadas desde antes por el huracán Mathew que golpeó la isla en el año 2016. Más de 26 templos se han derrumbado por completo y los trabajos de reconstrucción junto a la llegada de ayuda humanitaria se están viendo afectados por la falta de conexión telefónica y la destrucción de las infraestructuras.
Los haitianos siguen a la espera de ayuda humanitaria. Sin embargo, en el pueblo de Les Cayes, muchos cristianos fueron a la iglesia para adorar a Dios, agradecer por sobrevivir al desastre y llorar la muerte de sus seres queridos. En una iglesia evangélica en el distrito de Bergeaud, los hermanos alababan a los rayos de sol que entraban por los agujeros en las paredes y el techo.
«Hoy fue imperdible. Agradecer a Dios. Él nos protegió. Seguimos vivos», expresó el pastor Sevrain Marc Dix Jonas, quien también dijo que el servicio dominical fue especial para su congregación, que no se habían reunido desde que el terremoto azotó Haití. La iglesia del pastor Sevrain fue una de las pocas que pudo adorar dentro de su templo. En muchas congregaciones, los servicios se celebraron fuera de los edificios destruidos.
Según la Agencia de Protección Civil de Haití, más de 53.000 viviendas quedaron destruidas por el terremoto, por esto la organización cristiana Samaritan’s Purse dio una respuesta inmediata; esta organización trabajó en Haití durante más de una década, respondiendo a desastres y manteniendo una oficina de país permanente con sede en Puerto Príncipe, en 2016, Samaritan’s Purse también respondió al huracán Matthew y proporcionó suministros de socorro para salvar vidas en las áreas más afectadas.
Y esta vez tampoco se quedó con los brazos cruzados y junto a la agencia Aid to America abrió un hospital de campaña, pero enfrenta problemas de seguridad en los puntos de distribución debido a las bandas que secuestran camiones de ayuda humanitaria.
Mission Aviation Fellowship (MAF), un equipo de aviación que apoya a las organizaciones cristianas, está realizando vuelos médicos de emergencia y transportando suministros. Dave McCleery, miembro del equipo MAF, explicó que con las carreteras cerradas, la necesidad de ayuda es inmensa.