Dios está en el “negocio” de restaurar todas las cosas y llevarlas a un nuevo y glorioso orden que la Biblia llama “nuevos cielos y nueva tierra”. La historia registra numerosos ejemplos de hombres y mujeres que vivieron en la presencia de Dios y que han dejado una profunda huella y contribuido a su “negocio”.
Esto lo vemos tanto en la educación, como en la ciencia, las luchas sociales, la salud, la industria, la innovación tecnológica, los negocios, la política y también en profundas reformas en el ámbito eclesiástico. En todo lo bueno y digno de admiración, nosotros, nuestras sociedades, nuestras iglesias y nuestro mundo, somos el fruto de esta imparable intención del Señor.
Personas cuyas vocaciones y profesiones estuvieron unidas a esa intención y fueron, en un sentido real, una expresión concreta de ella.
Estoy seguro de que muchos deseamos que en nuestra generación y las que nos sucedan abunden nuevos e innumerables ejemplos de estos encuentros entre “lo divino y lo humano”, que queden también registrados en la historia. Más, me atrevo a decir que muchos de nosotros deseamos que eso mismo suceda con nuestra vida.
Dios está listo, él permanece coherente en su carácter y propósitos para su Iglesia y su mundo. Él es el mismo hoy, ayer y por los siglos. Sin duda alguna, las preguntas, la introspección y la mirada crítica debe estar de nuestro lado. ¿Estamos nosotros listos? ¿Qué debe suceder a nivel de los cimientos mismos de nuestra vida y en el silencio del corazón? ¿Qué pasos concretos necesitamos dar para que nuestras vocaciones y profesiones entren en intersección con lo divino y realmente cuenten?
No quisiera caer en lo que tanto detesto dando “fórmulas mágicas” o “los tres simples pasos” para el éxito. Soy un convencido de los procesos providenciales, de los acercamientos multidisciplinarios y de las miradas multidimensionales que hacen mayor justicia a la grandeza de nuestro Dios y a la complejidad de la vida.
El principio unificador
Por ello, hay mucho más que no mencionaré y quedará afuera. Tal vez en futuras oportunidades podremos pensar juntos acerca de ello. Sí quiero dejarles una verdad que puede ser absolutamente transformacional, a saber, Coram Deo. Este término latín que significa ‘rostro de Dios’ ha sido usado a lo largo de los siglos para comunicar la verdad de que vivimos la totalidad de nuestra vida en su presencia, bajo su autoridad y para su gloria.
Es justamente en esta verdad que se encuentra el llamado supremo de todo cristiano. ¿Qué si viviéramos nuestra vida, vocación y profesión Coram Deo, delante de la presencia de Dios, bajo su autoridad y para su gloria? Tengo plena seguridad de que nuestra vida no pasaría desapercibida, que veríamos una Iglesia mucho más adulta y relevante y, definitivamente, un mundo diferente.
Pero yendo de estas afirmaciones generales a cuestiones más específicas, me gustaría proponerles algunas maneras en que vivir Coram Deo tiene el potencial progresivo de cambiar nuestra vida. Vivir en la presencia de Dios se volverá en el principio unificador de nuestra vida. Es tremendamente nocivo vivir de forma tal que la ética laboral y profesional va por un lado
y nuestra fe y valores por el otro.
Donde las motivaciones y fines que nos mueven los fines de semana hacia actividades “del Reino”, no tienen nada que ver con las que nos mueven de lunes a viernes en nuestra “vida secular”.
Donde no vemos la hora de que se terminen nuestras actividades “mundanas” para dedicarnos a las “sagradas”. No hay nada más debilitante, nada que haga la vida de una persona más inconsistente, irrelevante e intrascendente que esto. No hay peor versión de una vida cristiana que la que viene de estos dilemas.
El apóstol Pablo dijo: “Sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios”. En otras palabras, nuestra vida es una sola y toda sagrada. Nuestra semana es una sola y toda para el Señor.
Nuestras actividades o son todas para su Reino o para algún otro. No hay secular para el cristiano, todo es sagrado, todo es “para el Señor”.
Hace dos años movidos por esta verdad (Coram Deo) creamos NextGen Multimedia, una empresa cristiana que combina la innovación digital y la interacción bíblica. Dios en su gracia nos ha permitido crecer y gestionar varios proyectos a nivel de América Latina.
Este breve trayecto ha sido para nosotros un laboratorio donde aprender a desarrollar nuestras vocaciones administrando capacidades, personas, dinero delante de la presencia de Dios, bajo su autoridad y para su gloria. Uno de ellos que te animo a explorar es RightNow Media, la plataforma de estudios bíblicos en video más grande del mundo www.rightnowmedia.org/es
Quiero desafiarte, animarte a que te atrevas a conectar tu vida, carrera, profesión, negocio, o lo que sea con esta verdad: ¡Coram Deo! Hacelos parte de lo que Dios ha estado, está y seguirá haciendo: restaurar todas las cosas para dar lugar a una nueva creación y no vas a dejar de sorprenderte.