Pablo Repetto expresó a La Corriente que la sociedad debe acompañar el paquete de las nuevas restricciones para frenar la segunda ola.
Argentina vive un contexto epidemiológico complejo, la curva de contagios sigue creciendo; en paralelo, las nuevas cepas circulan sin restricciones en el país y la situación de los países vecinos de la región, como Chile, Brasil y Uruguay no es alentadora, sus testimonios son realmente estremecedores; en general la situación sanitaria en América Latina es realmente muy crítica.
Con todo este panorama, Pablo Repetto, pastor y concejal del partido de Almirante Brown, reflexiona “considero necesario adoptar las medidas emitidas por el Presidente, ya que sirven para contener la circulación del virus y tienen el fin de evitar el colapso del sistema de salud”.
Además, el ministro observa que “no podemos perder de vista que los profesionales y auxiliares de la salud, son hombres y mujeres que hace más de un año están en la primera línea de batalla y han sacrificado mucho, han perdido a colegas, amigos, familiares y se mantuvieron firmes en la trinchera”.
“Como sociedad no podemos darle la espalda al esfuerzo del personal sanitario y debemos acompañar ese sacrificio con responsabilidad. Cuidar a quienes nos cuidan, evitando la propagación del virus”.
Pablo Repetto, pastor y concejal
Durante días atrás, el Gobierno nacional y los ministros venían analizando lanzar un nuevo paquete de medidas para frenar el avance de la segunda ola. Sin embargo, muchos sectores piensan que las decisiones se tomaron demasiado tarde y eso hace que hoy las disposiciones sean mucho más drásticas.
“La decisión de extremar las medidas sanitarias y limitar la circulación del virus no es una decisión fácil, lo dijo el propio Presidente. Detrás de toda restricción hay argentinos y argentinas que sufren, no solo la angustia que produce el encierro, sino también la angustia que genera una realidad económica que ya venía de 4 años con mucho deterioro”, explica el concejal de Almirante Brown.
También Repetto recuerda que “luego de las fiestas y de un fin de año con menos restricciones, no hubo una explosión en los contagios, incluso luego de la apertura que hubo en el verano, lo que significó una bocanada de aire fresco para la industria hotelera, del entretenimiento y gastronómica, no se vio un crecimiento exponencial de los contagios y muertes como estamos viendo en estas últimas semanas, entonces era evidente que había que tomar cartas en el asunto en este momento puntual”.
Los medios de comunicación han expuesto una y otra vez la irresponsabilidad de aquellos que no acataron las normativas preventivas, ni los protocolos, menos el distanciamiento social. Cientos de fiestas clandestinas, muchedumbre agolpada en manifestaciones, en los shoppings y bares, son algunas de las imágenes que evidenciaron esta falta de compromiso social, Pablo Repetto asevera “todos somos responsables desde el primer día de la pandemia, claramente este virus puso de manifiesto que nuestras acciones individuales tienen un impacto muy directo en lo colectivo”.
“Nadie se salva solo. En una situación de pandemia yo puedo adoptar todas las medidas de cuidado, pero, si mi prójimo no hace lo mismo, entonces mi esfuerzo es en vano”.
Pablo Repetto, pastor y concejal
Como sociedad vivimos en una continua interacción, desde el trabajador que empaqueta la compra en el supermercado, hasta el colectivero que te lleva al centro de vacunación, pasando por el muchacho del delivery o la maestra de mis hijos, si el esfuerzo no es colectivo de nada sirven todas las medidas que pueda adoptar el Estado.
Repetto afirma “a mí me toca trabajar el día a día en distintos barrios de Almirante Brown y la realidad que vemos en la calle es que gran parte de la sociedad se relajó, entiendo que es propio de nuestra cultura ser amigueros, cercanos, compartimos hasta el mate, pero la hora actual exige un nivel de responsabilidad superlativo”.
UN AÑO DESPUÉS DE LA PRIMERA OLA
En marzo de 2020 se anunció el confinamiento para frenar la circulación de este virus que veíamos hacer estragos en Italia y España, con guardias saturadas y camiones de fallecidos que daban escalofrío. Durante más de doscientos días tuvimos que permanecer recluidos en nuestras casas, y en ese sentido Repetto rememora “tenemos sobre los hombros el peso de un año entero de esfuerzo, de aislamiento, de privaciones, de estar lejos de nuestros seres queridos, un gran esfuerzo desde lo económico, que, gracias a Dios, fue acompañado por un Estado presente que adoptó medidas como el IFE, el ATP, el REPRO, entre tantas otras que permitieron sostener fundamentalmente a los sectores más vulnerables, pero que indudablemente no pueden remplazar el empleo genuino”.
“En ese contexto nos encuentra esta segunda ola, agotados y con la guardia baja producto del exceso de confianza por el hecho de haber superado el primer año”.
Pablo Repetto, pastor y concejal
Sin embargo, hay una gran preocupación en la población, muchos han enfrentado al virus cara a cara en una cama de terapia intensiva o han tenido que despedir a algún ser querido y eso cala hondo en el alma, todos tenemos amigos, familiares o conocidos que la pasaron muy mal producto del COVID-19.
“Y es por eso que creo que vamos a asumir con mucha responsabilidad las nuevas medidas, porque fundamentalmente somos un pueblo que se sobrepone, en gran medida por la fe que está impresa en nuestro ADN, sabemos que aun en los momentos más oscuros Dios siempre está con nosotros y esa es una premisa que habita en los corazones de la inmensa mayoría de los Argentinos”, alienta el pastor de la iglesia.
LA IGLESIA
Por último el funcionario destaca la labor de los creyente durante toda la pandemia «justamente respecto de este desafío económico, la iglesia cumple un rol espiritual irreemplazable, pero a su vez, ha quedado evidenciado el enorme rol social y asistencial que llevan adelante miles de congregaciones a lo largo y a lo ancho del país, fue en lo momentos más duros para los más vulnerables donde el abrazo de la iglesia estuve presente para brindar contención y asistencia y eso no va a cambiar, oramos para que Dios renueve nuestras fuerzas y redoblaremos los esfuerzos en estos tiempos tan difíciles”.