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Barni, 30 años predicando a través del metal

Desde la década de los 80 hasta el día de hoy, Luis Barni, también conocido como “el pastor rockero” ha impactado a varias generaciones con sus canciones, llevando el mensaje de Cristo a través del rock. 

La explosión de su música en el comienzo de los 90 lo llevó a compartir escenarios y estadios con grandes artistas, tanto cristianos como seculares. 

Como un referente del rock metal cristiano, Barni llevó aún más lejos su ministerio, a través de su pastorado, y su aporte cultural fue reconocido por el Senado, por sacar a los jóvenes de la droga y la delincuencia.

Después de más de 20 años de trayectoria con seis discos de estudio, un DVD, grandes shows y reconocimientos, Barni y su banda siguen preparando materiales y proyectos nuevos siguiendo con la visión de llevar el evangelio a través de la música.

Hoy en día es profesor del IBRP (Instituto Bíblico Río de la Plata), y es vicepresidente de la Organización de Músicos Cristianos de Argentina (OMCA). Recientemente la banda Luis Barni fue nominada a los premios Gardel.

Con La Corriente estuvimos charlando sobre su historia, sus próximos proyectos y muchas cosas más.

Barni banda

L.C: Tu primer material como Barni aparece en 1991 pero ¿qué venías haciendo en años anteriores? ¿Venías con la música desde antes?

B: Yo vengo de la década de los ochenta porque fui fruto del movimiento de los ochenta, digamos que ya venía teniendo una relación con el tema evangélico desde chico pero mi conversión fue en el ochenta y dos, y como yo venía haciendo música y siendo profesional desde prácticamente que tengo uso de razón, porque nací en una familia de músicos, mi padre fue profesor de guitarra y después tenía grupos, grupos de tango, grupos de folclore, fue miembro de los quilla huasi, un grupo muy conocido de folclore.

Así que para mí y para mi hermano nuestra primera influencia fue mi viejo.

Mi carrera secular comienza a los 13 años empuñando mi primera guitarra eléctrica y teniendo mis primeros grupos. Ahí me empecé a relacionar. Ya con 16 años estaba trabajando profesionalmente y tocando música popular, pero, por otro lado, tenía mi tendencia por el rock and roll. 

Aunque para trabajar y hacer dinero tocaba música popular y entonces me empiezo a conocer con todos aquellos, que me los vuelvo a encontrar en la década del 80, que fuimos bombardeados en la Argentina con la predicación del Evangelio; con Miguel Cejas y Rabito nos cruzamos antes en los boliches, en los bailes.

L.C: ¿Cómo era la música cristiana aquí en Argentina en ese entonces?

B: Era muy precaria porque todo comenzó con el movimiento que se generó en los ochenta, que fue muy fuerte por la predicación de los que salían de aquí y los que venían de afuera, entonces se generó una expansión masiva, muy fuerte, era la manera en que explotaba todo por el lado televisivo. Billy Graham, el Club 700, Jimmy Swaggart, entre otros; y de acá, Carlos Annacondia, Héctor Aníbal Giménez y Yiye Ávila.

L.C: ¿Cómo fue para vos comenzar a combinar el estilo de rock con mensajes cristianos?

B: Fue una bomba. Particularmente para mí porque por el hecho de venir artísticamente haciendo música para otros, sabía cómo manejar el tema comercial. Imaginate que con lo que venía haciendo, la música popular, y ya cursando unos años de conversión, Dios me empieza a hablar, diciéndome que saque lo que estaba escondido, porque para eso me había traído. Diciéndome que haga realmente lo que me gustaba.

Es cuando Dios me empieza a invitar, en cierto sentido, y ponerme contra la espada y la pared, que mi conversión fue tan fuerte y lo primero que hice fue dejar la música de lado y prepararme en el conocimiento de la Palabra, hacer instituto bíblico, y realmente ha sido muy fructífero.

Hoy en día soy profesor del instituto bíblico, y ese proceso se dio junto con la banda. Siempre trato de comentar y alentar a los chicos de que es necesario pagar un precio para poder desarrollar la voluntad de Dios, cueste lo que cueste.

Barni banda

Dios me estaba pidiendo que comenzara con este movimiento desde adentro de la iglesia, porque periféricamente se estaba llevando a cabo y había algunos que eran creyentes, pero no estaban metidos adentro de la iglesia.

Dios me dijo “ahora vas a saber lo que es perder por causa de mi nombre y no te va a ir bien, muchos van a estar en contra, pero es a lo que te estoy llamando a hacer para que se beneficien otros más adelante, y fue en los 90 cuando me perfilo para armar lo que sería después una banda de hard rock y power metal.

Tenía que pagar un precio que no iba a ser visiblemente favorable para mí en lo económico, pero que había un propósito en eso, así que lo comencé a hacer y gracias a Dios, Él tenía razón, así que ahí comienza la era Barni, lo que después conocieron en la década del 90 como la banda Barni.

Para aquel entonces, yo ya estaba colaborando y trabajando con Miguel Cejas en el Ministerio Evangelístico de Carlos Annacondia. Dios me pide que fusione lo que aprendí con el Ministerio de Carlos con el rock que yo tenía escondido, entonces me metí en la cocina y surge Barni.

Salió la discusión de si ese nombre era el indicado, porque esto era una banda y entonces a mi hermano se le ocurre la mejor idea de decir “¿Y por qué no hacemos como Van Halen? y chau se terminó”. “Somos dos hermanos, dejale el apellido y listo”. Ahí comenzó la carrera y hasta el día de hoy no ha parado.

Hoy ya directamente la denominamos como Luis Barni Banda y ya estoy con las nuevas generaciones que me están acompañando: mi hijo, el sobrino del bajista original y el hermano de uno de los guitarristas fundadores de la banda, que era Mario Molina, el actual bajista es Leo Molina.

Podemos decir que somos el Salmo 126 viviente ¿no? nos costó lágrimas, pero ahora disfrutamos de los beneficios.

L.C: Te apodan “el pastor rockero” ¿Cómo nace ese apodo?

B: Ese apodo me lo puso Dante Gebel. A Dante lo conocí desde muy jovencito y de ahí viene una amistad, y se le ocurrió decirme “sos el único rockero con credencial”. Lo chistoso de esto fue que eso tomó envergadura con los políticos y ya me conocieron como el “pastor rockero”. Fue tan grande que llegué a tener un reconocimiento del Senado de la Nación hace 12 años, por el aporte cultural, por sacar a los chicos de la droga y la delincuencia.

L.C: Conociendo los orígenes del rock y todo esto que me estás mencionando de esos que van detrás de ti ¿Qué pensás de la movida del rock cristiano en la Argentina de hoy en día?

B: Me parece muy bueno porque creo que culturalmente hemos avanzado mucho. En cuanto a la posición, en cuanto a la cabeza de los chicos de ahora. Por ejemplo, yo no podría estar en pie si no estuviera la cabeza de mi hijo y de Elías (integrantes de Luis Barni Banda).

Creo que tenemos que enfocarnos en seguir abriendo puertas porque sabemos que esta sangre nueva es la que va a favorecer a la Iglesia para que realmente podamos tener un país como corresponde. Quizá yo no lo alcance a ver, pero espero que lo disfruten mis nietos. El poder disfrutar de la riqueza de este país de una manera equilibrada y justa, y creo que con la cabeza de los chicos de ahora esa forma de pensar se puede lograr.

L.C: Después de una gran trayectoria, seis discos como banda, producciones, shows, giras, reconocimientos y demás, quisiera preguntarte ¿qué cambios notaste en vos como persona y cómo afectó todo eso que viviste en lo personal?

B: Personalmente, para mí estuve enriquecido por la música y es un factor importantísimo en la vida de las personas porque la música cura, la música libera, la música te mantiene y la música –bien usada, obviamente– logra muchos objetivos en la vida de una persona, en el estado de ánimo, etcétera, y si a eso vos le sumás la frutilla del postre, que se llama Jesucristo…

Imaginate, de dar talleres en las iglesias terminé dando talleres en los lugares seculares, en los de cultura, por el hecho de ser una banda que es secularmente conocida. Muchos músicos saben quién soy y lo que hago, pero les interesa venir a escuchar.

Entonces ya lo hago desde un lugar popular y así poder enriquecer a aquellos que todavía no han conocido la frutilla del postre. Les doy a entender que, aun cuando fueron concebidos en la panza de su mamá, Dios mostró su amor regalándoles esta capacidad de desarrollar música y es con un propósito.

El primer propósito es que sean felices; y el segundo, que hagan feliz a otro con lo que les fue otorgado. Entonces es maravilloso ver cómo se les abre la cabeza a los músicos cuándo empiezan a darse cuenta de la presencia de Dios desde el momento de la concepción porque son cosas que ya fueron puestas para ser desarrolladas, que están no solo en el que es músico, sino el que es mecánico o médico, el que es abogado y lo que fuese, son regalos de Dios en el momento de la concepción.

Entonces, imaginate que cuando comparto esto, ya como predicador, es una revolución en la vida de las personas que todavía no conocen al Señor. Creo que todo esto ha funcionado para bien, no solo en lo personal sino para bien, para que la Gloria de Dios se manifieste en las personas, porque lo que voy a disfrutar es, después de esta vida, estar en la presencia del Señor. Mientras tanto, sigo peleando la buena batalla, así que siempre me río porque me acuerdo y digo “lo que dijo Dante se cumple”, que voy a estar en silla de ruedas y voy a andar haciendo música, rock and roll, arriba del escenario

L.C.: Para ti ¿existe el metal cristiano o existe el metal con mensaje cristiano?

B: Éramos tan cuadrados antes que decíamos “no, esto es del diablo, y esto es de Dios y esto otro es del diablo”. Yo, muchas veces, pienso “¿a cuántos habré lastimado diciendo ‘no, vos estás haciendo rock satánico’” Pobre gente, Dios, y la verdad vos sabés que muchas veces pedí perdón públicamente por los desastres que hemos hecho como Iglesia.

Ahí vemos la evolución de cómo la misericordia de Dios sobre nosotros, cómo el Espíritu Santo nos viene enseñando, de qué manera tenemos que ubicarnos, entonces realmente puedo decir que la música es música y fue creada por Dios con un fin, es mantener relación con su creación a través de la música y es una demostración del amor de Dios para con la humanidad. 

Así que la música está, las notas son las mismas, lo que varía es la intención con la que se hace y para qué se la usa, ésa es la única variable. El tema está en el mensaje, no en lo que netamente es un pentagrama.

L.C: ¿Qué se viene? ¿Qué es lo próximo que están armando?

B: Estamos componiendo canciones para un nuevo EP al que vamos a sumar Admonición (sencillo de la banda) porque en realidad es lo que quedó detenido y como Admonición es muy importante, todavía no lo decidí, pero creo que va a ser el corte para lo que va a terminar siendo una producción no tan larga, de 10 u 8 canciones.

Estamos trabajando en eso, aprovechando que la pandemia nos obligó a tener un estudio cada uno en casa, entonces estamos componiendo con mi hijo, trabajando para ponerlo en obra. Estoy componiendo las letras, ya tengo melodías y estoy trabajando dentro del desarrollo nuevo de audio, pero sin cambiar la esencia.

L.C: ¿Hay algo que quieras compartirle a esas personas que tienen una banda, sea del estilo que sea, y quieran arrancar?

B: Para que resulte y sea positivo tiene que haber un “para qué”, tiene que tener un propósito y que en su mayoría siempre va a haber un líder y el líder que está realmente compenetrado con el compromiso, que está relacionado con lo espiritual –porque no somos un pedazo de carne caminando, somos seres espirituales–, ese líder va a compartir la visión para lo que se están proponiendo hacer, o sea que dentro de todo siempre hay un propósito que es Dios en el medio direccionando para qué lado tienen que ir, con qué estilo, con qué formato, con qué tipo de mensaje, entonces creo que es lo que va a hacer permanecer a lo que denominan como banda.

El líder que la lleve a cabo tiene que entender que en la multitud de consejos está la sabiduría y ese muchas veces es uno de los peligros por el que tiene que transitar un líder, pensando que es el dueño de la película y no es así.

Cuanto más compromiso hay de estar involucrado con el mensaje de la Palabra de Dios, es mucho más importante todavía y es lo que hace permanecer una visión. Entonces creo que mi consejo sería este, darle prioridad a la esencia que produce el compromiso, o sea, que el Señor esté en el medio del desarrollo para que la estructura se siga manteniendo firme en pie y no se caigan.

Rodrigo Acosta
Rodrigo Acosta
Escritor, redactor, músico, productor y compositor argentino. Forma parte de la banda Fila 9 desde el año 2016 como bajista y segunda voz.

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