Según una encuesta internacional, la pandemia fortaleció las creencias religiosas en algunos países, mientras que en otros las deterioró.
La investigación fue realizada por el Pew Research Center, un centro de estadística de Estados Unidos que provee información para la comunidad cristiana global. Según detalla el informe, concretado sobre un total de 14276 personas de 14 países diferentes, la fe de la mayoría de la gente en países desarrollados no se vio debilitada con la llegada de la pandemia, a pesar de la cancelación de las actividades religiosas y servicios presenciales.
Según PEW, la pandemia fortaleció las creencias en países como Estados Unidos, España e Italia, mientras que, en otros, como Corea del Sur, las restricciones establecidas por las cuarentenas y el aislamiento social, produjo un marcado deterioro en la fe de los creyentes. Si bien en general los encuestados no ven muchos cambios en su propia espiritualidad como resultado del coronavirus, es notorio que, ante el cierre de los templos en gran parte del mundo, pocas personas dicen que la hayan visto debilitada. Por el contrario, en 11 de los 14 países encuestados, la proporción que dice que su creencia se ha fortalecido es mayor que la proporción que dice lo contrario.
La encuesta se realizó del 10 de junio al 3 de agosto de 2020, cuando los países consultados permanecían bajo el rigor de las medidas de distanciamiento social por el COVID-19. Las Naciones que formaron parte del estudio fueron EE. UU., España, Italia, Canadá, Francia, Australia, Reino Unido, Corea del Sur, Bélgica, Holanda, Japón, Alemania, Suecia y Dinamarca.
Una media del 10% de los encuestados, dijo que su propia creencia se fortaleció como resultado del brote de coronavirus, mientras que el 85% dice que no ha cambiado mucho. Entre los países investigados, EE. UU. tiene la proporción más alta de personas que aumentó su fe, y alrededor de tres de cada diez tienen esta opinión. En España e Italia, dos de los países más religiosos de Europa occidental, aproximadamente una de cada seis personas dice que su propia fe religiosa ha crecido debido a la pandemia.
Entre los consultados sólo un 3% reconoce sentir un descenso en su comunión con Dios, incluido un 4% en los EE.UU. Pero en países como Corea del Sur este parámetro se intensifica, allí el 9% dice que su creencia personal se ha debilitado, convirtiéndose así en el país donde es más probable que esto se repita en este contexto.
Ante la pregunta sobre si hay o no un aprendizaje que la humanidad debe incorporar de la situación actual, una gran mayoría de los adultos estadounidenses (86%) afirmó que sí hay algún tipo de lección o conjunto de ellas que se deben asimilar a raíz de la pandemia, y aproximadamente un tercio de los norteamericanos (35%) dijo que las lecciones fueron enviadas por Dios.
La religión es solo uno de los muchos aspectos de la vida que se han visto afectados por la pandemia. Las relaciones familiares también se han visto alteradas, pero en todos los casos se han fortalecido los lazos filiales. Así se registró en España (42%), Italia, Reino Unido y Estados Unidos (41% cada uno) donde es especialmente probable que los adultos más jóvenes digan que sienten un vínculo más fuerte con los miembros directos de su familia, en comparación a antes de que comience la crisis mundial del coronavirus.