En un sombrío panorama, las congregaciones se ven forzadas a mantener sus puertas cerradas debido a las brutales amenazas llevadas a cabo por pandillas que han sumido al país en el caos.
La crisis religiosa que sacude Haití
Cada día que pasa, la situación en Haití se torna aún más hostil, con miles de personas viviendo en constante temor a causa del terrorismo perpetrado por pandillas que tienen el país bajo su yugo. Los fieles cristianos se encuentran atrapados en un estado de pánico, incapaces de asistir a sus reuniones religiosas por temor a ser víctimas de secuestros.
Extorsiones despiadadas
Maxo Joseph, vocero de la fundación Visión por Haití y por el Mundo, ha sacado a la luz la cruda realidad que enfrentan los miembros de las iglesias en Puerto Príncipe. Las bandas criminales exigen rescates que pueden llegar a sumas tan elevadas como los 100,000 dólares, y en caso de no ser pagados, los feligreses quedan atrapados en un sombrío limbo.
Organizaciones sociales de Haití han alzado su voz recientemente, denunciando el cierre de todas las iglesias en el país debido a la extorsión y chantaje ejercidos por bandas criminales que exigen pagos a cambio de permitir la celebración de servicios religiosos.
Maxo Joseph, representante de la fundación Visión por Haití y por el Mundo, ha destapado el velo de la violencia, revelando que las bandas criminales han llevado a cabo una ola de secuestros dirigidos a los miembros de las iglesias en Puerto Príncipe, exigiendo rescates que llegan hasta los 100,000 dólares. En ausencia de pago, los feligreses permanecen prisioneros.
Caos y terror en Haití
En lo que va del año, la escalada de violencia ha cobrado la vida de aproximadamente 2,500 personas, dejando a 1,000 heridos y casi 970 secuestrados en su estela, según informes de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).
Tan solo en la segunda quincena del mes pasado, se registraron 71 muertes y numerosos heridos, obligando a más de diez mil residentes locales a huir de sus hogares debido a las atroces violaciones de los derechos humanos perpetradas por grupos delictivos en todo el país.
Philippe Branchat, Coordinador Humanitario interino de la ONU, expresó su profunda preocupación ante esta nueva escalada de violencia brutal. «Familias enteras, incluyendo niños, han sido ejecutadas, mientras que otras han sufrido la terrible suerte de ser quemadas vivas», lamentó.
La situación ha llegado al punto en que Estados Unidos se ha visto obligado a cerrar su embajada en Haití debido a la proximidad de los tiroteos. La violencia de las bandas criminales ha sumido a Puerto Príncipe y sus alrededores en la anarquía. Además, hace dos semanas, estas mismas bandas secuestraron a una enfermera estadounidense y a su hija, aunque afortunadamente ambas lograron ser liberadas.
«Haití está experimentando su hora más oscura»
Eleasin Torres
Un llamado por la paz
Maxo Joseph subrayó la urgencia del problema: «Hoy, es una cuestión de alcance mundial y, como pastor, siento la necesidad de hacer un llamado tanto por mi país como por el apoyo de la comunidad internacional».
De acuerdo a reportes de periodistas locales y grupos defensores de los derechos humanos, las pandillas han atacado a manifestantes con ametralladoras en uno de los barrios más peligrosos de la capital.
El testimonio de un pastor misionero
En un conmovedor video difundido a través de las redes sociales, el pastor misionero en Haití, Eleasin Torres, de la Iglesia de Dios Valle de Bendición en Puerto Rico, ha alzado su voz para generar conciencia sobre la trágica situación en el país. Torres afirmó: «Haití está experimentando su hora más oscura». Añadió que varios de los barrios donde han establecido iglesias han sido tomados por las pandillas criminales que han tomado el control del país.
El pastor también compartió que su iglesia, con cincuenta años de existencia, se ha visto obligada a cerrar sus puertas por primera vez en su historia. «El templo ha permanecido cerrado. Nuestros hermanos han tenido que huir con lo poco que han podido llevar consigo, ya que la amenaza de muerte se cierne sobre esos lugares».
La violencia se concentra en la capital
Roseline DeHart, del ministerio Para Haití con Amor, enfatizó: «Es importante entender que no todos los haitianos son malos, a pesar de lo que se muestra en las noticias. Hay personas buenas y personas dañinas en Haití».
Según Mission Network News, la violencia se encuentra mayormente concentrada en el sur de Haití. En el norte del país, en la ciudad de Cap Haitien, donde no hay presencia de bandas criminales, Para Haití con Amor opera una clínica que brinda atención a niños quemados.
El pastor Torres corroboró esta información al señalar que «en las áreas rurales aún se experimenta cierta libertad, pero la ciudad está bajo asedio. Puerto Príncipe ha sido dividida en secciones por las bandas criminales que han tomado el control».
Un llamado a la solidaridad
DeHart explicó que «cada vez que Haití aparece en las noticias, nuestras donaciones disminuyen porque la gente teme que el dinero no llegue debido a los problemas que enfrentamos». Añadió: «Por lo tanto, pedimos que oren por nosotros y confiamos en que Dios toque los corazones de las personas para que nos ayuden a adquirir lo necesario para la clínica, ya que no podemos negar atención a quienes la necesitan».