El 28 de noviembre del 2016 será recordado como uno de los días más tristes en la historia del fútbol brasilero, ese día 71 personas perdieron la vida en una tragedia aérea. Tan solo un milagro de Dios hizo que algunos sobrevivientes fueran rescatados entre los restos del avión que transportaba a la delegación del equipo brasileño hacia Medellín, rumbo a disputar la final de la Copa Sudamericana con Atlético Nacional.
Chapecoense es un equipo de Chapecó, Santa Catarina, Brasil que en 2015 tuvo su primera participación en la Copa Sudamericana y al año siguiente dio la sorpresa al llegar a la final contra el equipo colombiano Atlético Nacional. Sin embargo, esa final nunca pudo disputarse; el avión que transportaba al plantel de Chapecoense a Medellín, para el primer partido, sufrió un accidente aéreo que costó la vida de 71 personas, entre ellas 19 futbolistas y casi todos los miembros del plantel.
El ex defensor Hélio Hermito Zampier Neto, fue hallado con vida bajo el fuselaje de la aeronave cuando los bomberos locales ya creían que no había más personas con vida.
Neto fue el último de los sobrevivientes encontrados entre los restos del avión. “Acaban de encontrar con vida a Neto, defensa de Chapecoense. Son seis los sobrevivientes”, reportaron los medios que cubrían el accidente.
«Soñé que sucedería, cuando desperté, le dije a mi esposa que había estado en un accidente de avión».
Hélio Neto
Hélio estaba en el vuelo y horas antes del accidente, había dado una entrevista hablando de cómo se sentía el cuidado de Dios en la recuperación de una lesión que sufrió recientemente.
Con el tiempo, se conocieron detalles de la ineficiencia de Lamia, la aerolínea responsable, los homenajes circularon por todas las canchas del planeta.
Helio Neto, días antes de emprender el viaje hacia Colombia se despertó sobresaltado luego de un terrible sueño que, tristemente, luego se convertiría en realidad: «Soñé que sucedería, cuando desperté, le dije a mi esposa que había estado en un accidente de avión», comentó en una entrevista.
Pero lo que impacta es con la precisión que relata la pesadilla, casi de idénticas características al momento del impacto: «Estaba en el avión por la noche y llovía mucho. Entonces el avión se apagó. Cayó del cielo. Pero de alguna manera pude levantarme de los escombros. Salí y estaba en una montaña por la noche. Todo estaba oscuro. Eso es todo lo que recordaba».
El ex defensor recuerda bien el accidente, pero no tiene registros de cuando lo salvaron: fue el último de los siete sobrevivientes que encontraron los rescatistas, cuando estaba gimiendo inconsciente tirado en el medio de la montaña, con muy pocas chances de sobrevivir.
«Si me mantienes con vida, si sobrevivo, voy a dedicarme a comunicarle al mundo que tú existes»
Hélio Nieto, sobreviviente de la tragedia del Chapecoense.
Una vez internado, estuvo 10 días en coma farmacológico y cuando se despertó, tuvieron que contarle lo sucedido: «Me desperté y vi a mi padre sentado en la silla llorando. Todos los médicos entraron en la habitación. Me dijeron que tenían algo que decirme».
Su padre le preguntó si recordaba el sueño que había tenido y él respondió que sí. «Algo extraño sucedió cuando comencé a hablar de mi sueño. El psicólogo salió llorando de la habitación. Mi madre estaba llorando. El médico dijo: ‘Bueno, eso no fue un sueño, Neto. Eso era toda la realidad. El avión se estrelló’. Ese fue uno de los momentos más duros de mi vida», reveló.
Desde entonces, cree que tiene una deuda con Dios. «Si me mantienes con vida, si sobrevivo, voy a dedicarme a comunicarle al mundo que tú existes», declaró Neto.
Helio sufrió un traumatismo craneal en la tragedia del avión, además tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por una lesión en el tórax y por varias lesiones en la cabeza, pero su recuperación siguió bien y en enero de 2017 volvió a caminar y en febrero comenzó a correr. Pero nunca estuvo en condiciones de jugar oficialmente.
«Quería decir adiós en un partido, pero decidí no hacerlo. Por supuesto, que dejó mi aprecio por los aficionados y hubiese sido un regalo para ellos, pero vivir ya es un regalo de parte de Dios”, finalizó Neto.
Durante su prolongada recuperación pudo escribir un libro titulado: “Puedo creer en el mañana”. En esas páginas, Neto narra su experiencia como sobreviviente y habla sobre que, más allá de su pasión por el fútbol, después del accidente entendió que hay otras cosas importantes en su vida de la mano de Jesús.
Hoy en día, Hélio Hermito Zampier Neto disfruta de su “nueva vida” luego del accidente que paralizó al mundo entero y rescata que “Dios no ha terminado aún conmigo”.