A fines de enero, el ministerio Misión Posible llevó a cabo cuatro convocatorias a las que asistieron jóvenes para entrenarse y capacitarse en la Palabra.
Al leer el nombre del evento, uno puede relacionarlo con lo que comúnmente se conoce como el entrenamiento físico. Pero este tiene un objetivo aun mayor.
El ministerio juvenil de la iglesia Catedral de Alabanza realizó encuentros los viernes de cada semana del mes para reunirse a prepararse y entrenarse en la Palabra. Tuvieron momentos de adoración, intercesión y plenarias dadas por líderes y oradores invitados.
“Todos los deportes de alto rendimiento tienen a principios de año un tiempo especial separado para entrenarse. No es igual a los entrenamientos del resto del año; esta etapa es más fuerte, más sacrificada, más intensa”, explica Jasón Salazar, uno de los encargados que lidera el ministerio. “Eso mismo que se hace físicamente, lo quisimos llevar al plano espiritual, ese es el objetivo. Las cuatro noches estuvieron pensadas para recibir ministración de Dios, palabra y predicas que nos entrenaron y prepararon para el resto de este año”, explicó.
En las jornadas de la Pretemporada, también se plantearon desafíos semanales que motivaron a trabajar en lo aprendido en los talleres y momentos de las convocatorias. Jasón formó parte del grupo de predicadores, así como también Leo Genobar, Lautaro Belart y Nachu Gomez.
Ya es el segundo año que se realiza la Pretemporada. Misión Posible realizó esta actividad en enero del 2022, y como los resultados fueron de gran bendición, se decidió repetirlo este año. Pero, esta vez, invitando a varias congregaciones a sumarse a la iniciativa.
“Veíamos que era importante la preparación. Lo que está pasando en nuestra sociedad es complicado y entendemos que, como Iglesia de Cristo, tenemos que estar listos para afrontar el día a día”, comparte Jasón a nuestro medio.
“Podemos ver a chicos llenos del Espíritu Santo, motivados, inspirados, con herramientas para cumplir los proyectos y desafíos de este año”, nos transmite. “Oramos y creemos que el Espíritu Santo está cambiando las vidas durante y después de la Pretemporada. Ver a los chicos buscando ser llenos de Él cada viernes es algo que nos alegra el corazón”, agrega.
Además, nos expresaron que no solamente los jóvenes invitados se fueron bendecidos y agradecidos por los tiempos de comunión: “Como equipo, también disfrutamos de la Pretemporada, pero sabemos que nos toca disfrutarlo desde el servicio. Desde acomodar una silla, limpiar, estar en un kiosco, predicar, cantar, etc., el equipo está feliz de poder servir a los cientos de chicos que vinieron para que, mediante este espacio que se generó, puedan crecer aún más en el Espíritu”.
El encuentro entre los hermanos en la fe es algo enriquecedor para nuestra vida en Cristo. Este mes, jóvenes y adolescentes fueron testigos del poder de Dios a través de la Palabra que fue transmitida en los distintos tiempos en la iglesia Catedral de Alabanza, en la ciudad de Los Polvorines, Argentina.