En esta quinta nota sobre los datos que quizás no sabías sobre el rey de Israel, Lucas Magnin desarrollará otra de las características de este gobernante que formó parte de un papel muy importante en los relatos bíblicos.
Quizás no nos escandaliza tanto el tema de los caballos, los carros y la plata. Pero ahora vamos a ver algo verdaderamente terrible. Salomón volvió a esclavizar al pueblo de Dios. Dios había liberado a Israel de Egipto y del Faraón, pero su propio rey, Salomón, los volvió a esclavizar. Salomón se convirtió en el nuevo Faraón.
Si leemos con atención, vamos a descubrir que el rey David fue el que comenzó con el trabajo forzado en Israel. 2da Samuel dice que David «hizo esclavos a los habitantes de Rabá y los forzó a trabajar con sierras, picos y hachas de hierro, y a trabajar en los hornos de ladrillos» (12:29-31). En sus últimos años de vida, David incluso tenía a un funcionario de su gobierno específicamente a cargo del trabajo forzado (ver 2ª Samuel 20:24).
En cuanto a Salomón, la cosa es ambigua. Hay un pasaje que dice que Salomón no esclavizó a los israelitas, sino solo a otros pueblos de la zona (1 Reyes 9:22). Sin embargo, otro pasaje afirma explícitamente que esclavizó a su propio pueblo: «El rey Salomón impuso trabajo forzado a treinta mil trabajadores de todo Israel. Los envió al Líbano en turnos de diez mil por mes, de modo que cada hombre estuviera un mes en el Líbano y dos meses en casa» (1 Reyes 5:13-14).
¿Será que Dios estaba de acuerdo con esto? ¿Qué pensaba Dios de la esclavitud de su pueblo? Hay una profecía de Jeremías que lo dice con toda claridad: «¡Qué aflicción le espera a Joacim, que edifica su palacio con trabajo forzado! Construye las paredes a base de injusticia, porque obliga a sus vecinos a trabajar, y no les paga por su trabajo» (Jeremías 22:13).
Dios había liberado a Israel de la esclavitud de Egipto para que eso no volviera a pasar nunca más. Pero con Salomón, la esclavitud se administraba desde el palacio en Jerusalén. Salomón se convirtió en un tirano, el nuevo faraón.