La semana pasada publicamos un artículo con líneas generales que hay que tener en cuenta previo a las actividades de la iglesia que duran varios días. Si no la leíste hacé click aquí. En esta oportunidad presentamos algunas sugerencias a tener en cuenta durante estos eventos.
Cada campamento tiene sus características y criterios particulares de acuerdo a las edades de los acampantes, cantidad, locación, época del año, experiencia del personal, expectativas, propósitos, etc., pero hay aspectos comunes que sugerimos considerar:
-Delegar en una persona la responsabilidad de mantener y hacer cumplir el protocolo establecido. Si bien todos deben colaborar, son muchas pequeñas cosas que hay que tener en cuenta y otras que irán surgiendo. Por ejemplo, si llega una persona al campamento, ¿a quién le avisa?, ¿quién lo asiste?; ¿se está cumpliendo la higiene y limpieza de los baños?; ¿en las entradas generales, sistemáticamente se está cumpliendo el protocolo? Vamos por el tercer día, ¿mantenemos el control de la temperatura corporal individual?
-Fijar como cláusula un solo día de ingreso para mantener una burbuja única.
-Si el campamento es de más de 3 días/2 noches, no relajar las medidas de prevención. Es habitual que debido a la emoción por el reencuentro, las diferencias en los modos de entender el cuidado y la higiene, las ganas de compartir o el ya haber estado conviviendo todo un día nos hagan olvidar las cláusulas del protocolo. Pero, extremar las medidas los primeros tres días, desde que se conforma la burbuja mayor, puede aumentar las probabilidades de evitar o reducir el contagio.
-Hay campamentos que brindan la posibilidad de organizar a los grupos de acampantes en pequeñas burbujas. En ese caso, es conveniente no romper la burbuja o pequeño grupo que compartirá el espacio de descanso, comidas, sector para las reuniones, recreación, excursión, etc. Si no hay síntomas, paulatinamente se puede considerar ir dando las aperturas pertinentes.
–Dar preferencia o maximizar el tiempo compartido en los espacios abiertos.
-Usar barbijo en espacios cerrados o cuando están juntos. Recomendamos mantener la distancia social recomendada.
-Evitar dar besos y abrazos.
-Establecer como código que cualquiera que tenga algún síntoma lo informe de inmediato y sin miedo, de manera que se proceda de manera natural, pero con prontitud a tomar las medidas necesarias de aislamiento, hisopado, control médico profesional, etc.
-Desinfectar las manos de manera metódica y efectiva antes de entrar a los espacios comunes.
-Si bien puede parecer engorroso, sugerimos tomar la temperatura a cada integrante del campamento una o dos veces al día. Recomendamos que sea por la mañana y por la noche. No siempre quien tiene síntomas es consciente de ello o diligentemente lo notifica.
–Disponer en el campamento espacio exclusivo para el aislamiento, preferentemente cerca del baño o con un baño exclusivo.
–Disponer siempre de alcohol en aerosol en habitaciones y espacios comunes. Verificar su uso, disposición en cantidad y comprobar la eficiencia del spray. Generalmente estos se deterioran con el uso. Para eso, anticiparse y tener cantidad de alcohol y envases de reserva.
–Evitar usar la misma taza o utensilio, sin su posterior higienización. Para eso, disponer de un recipiente o espacio para recolectar lo utilizado y limpiarlo de la manera apropiada. O bien, se puede identificar con marcas personales (como stickers) los elementos.
En el próximo artículo contaremos qué cosas tener en cuenta para la prevención del contagio en cada área durante la actividad, estate atento al próximo sábado. Agradecemos a todos los que participaron de esta serie, que se hizo en colaboración junto con Keila Florit, Jorge Camandona, Silvana de Acevedo, Miriam Bernetti, Karin Croce, Claudia Valiente, Bruno Milanesio, Elías Bustos, Ezequiel Oszurko y otros amigos.