Más de veinte mil personas caminaron por las calles de la ciudad alabando y orando a Dios.
Un mar de almas se congregaron en el centro de la ciudad de Córdoba para luego dirigirse adorando y clamando a Dios, hasta llegar a un escenario dispuesto frente al edificio del Buen Pastor, en la calle Hipólito Irigoyen.
“Junto al pastor Juan Carlos Díaz vimos la alegría y el gozo expresado por el pueblo de Dios, los acordes de la banda juvenil acompañaron este acto de fe, que cambió el clima espiritual de la ciudad”, dijo el pastor Carlos Belart, y expresó que “la gente se mostró sorprendida al ver una marcha diametralmente opuesta a las que están acostumbrados a ver y sufrir, fue como que también ellos querían ser parte de esa fiesta”.
“SE TRATA DE EXPANDIR LA ESPERANZA, DE TRAER LAS BUENAS NOTICIAS DEL REINO, DE BENDECIR A LAS PERSONAS, EN DEFINITIVA, SER SAL Y LUZ EN MEDIO DE UNA SOCIEDAD QUE HACE AGUAS POR TODAS PARTES”.
Juan Carlos Diaz, pastor y miembro del concejo pastoral
Participaron del evento representantes de los distintos Concejos Pastorales de la provincia, los cuales tuvieron a cargo distintos motivos de oración. La adoración fue un tiempo muy relevante, un testimonio a la ciudad y una vivencia espiritual muy especial tanto para los presentes como para los transeúntes, y alcanzó su clímax cuando el pastor Sergio Belart solicitó al pueblo doblar sus rodillas y adorar a Dios, mientras el pastor Marcos Brunet entonaba el Padre Nuestro.
Sin dudas, la presencia de Dios fue tan real y palpable que incluso los no creyentes se acercaban a ver qué sucedía.
El pastor principal de Cita con la Vida dijo: “Estuve a cargo del cierre de la fiesta y meditamos en las palabras que el apóstol Pablo dijera al carcelero de Filipos en ocasión de una intervención divina en la cárcel donde Pablo junto a Silas se encontraban presos. Las palabras exclamadas por Pablo fueron: “No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí”.
“Córdoba, no te hagas ningún mal, la iglesia del Señor está aquí”.
Carlos Belart, pastor de Cita con la vida
Los pastores destacaron «esta es la misión de la iglesia en la tierra, llevar la Palabra que preserva, que impide que la gente se haga daño al pensar que ya no hay salida». El líder Juan Carlos Diaz expresó «hay esperanza en Jesucristo y la iglesia es la portadora de ese poderoso mensaje. Es notorio el resultado positivo que produce la unidad del cuerpo de Cristo».
Los ministros de la iglesia revelaron «queda de manifiesto el trabajo que durante años viene realizando el Concejo Pastoral, la oración ininterrumpida cada miércoles durante todo el año, el acercamiento a los pastores, la construcción de confianza y la comunión de los siervos de Dios, son ingredientes imprescindibles para lograr estos resultados».
Y luego ellos afirmaron » ¡Gracias, Señor, por guiarnos durante todos estos años y permitirnos disfrutar de tu compañía!«