Un total de 1.2 millones de kilómetros distribuidos en 406 cables submarinos interconectan países enteros a Internet. Argentina inaugura dos nuevos cables submarinos: Malbec y Tannat.
Abrir Google en tu computadora o celular, buscar algo y recibir una respuesta inmediata no es magia, aunque sí parece algo milagroso. Internet es una red global de datos, conformada por servidores que alojan distintos archivos, documentos, sistemas y sitios web en todas partes del mundo. Incluso cuando hablamos de “la nube”, debemos saber que todo lo que consultamos en Internet está alojado en algún lugar real, físico y tangible.
Así como cualquier persona puede tener una red en su casa o trabajo para compartir, por ejemplo, una impresora; Internet es una red que permite acceder a un sitio web de Estados Unidos o Francia, en cuestión de milésimas de segundos. Y, para que eso suceda, lógicamente debe haber una conexión entre el usuario en, por ejemplo, Argentina y el sitio web en Estados Unidos (como puede ser Facebook). Esa conexión puede ser satelital o submarina, aunque se opta mayormente esta última ya que la conexión es más estable y más económica que un enlace satelital.
Este método submarino no es algo nuevo: el primero en instalarse fue el Cable Transatlántico Telegráfico, inaugurado en 1866 y, como su nombre lo indica, permitió establecer un servicio de telégrafo entre Estados Unidos y Europa. Por su interior viajaban 7 cables de cobre y su instalación tardó más de 12 años. El primer telegrama enviado por este medio, una carta de la Reina Victoria para el presidente de Estados Unidos, demoró 16 horas en completar el recorrido.
¿Cómo son estos cables?
El tamaño de los cables puede variar, pero ninguno supera el diámetro de un brazo humano. Y prácticamente todo ese espacio está conformado por diferentes capas para aislar y proteger al verdadero conductor de datos: las fibras ópticas. Un cable promedio puede llegar a transmitir hasta 60 Terabits por segundo, equivalente a aproximadamente 7500 películas en alta definición por segundo. Es un millón doscientas mil veces más rápido que una conexión a Internet hogareña promedio.
Las capas de aislamiento los hacen resistentes a daños, golpes y hasta ataques de tiburones, a pesar de que los buques que instalan los cables lo hacen enterrándolos en una zanja de 2 metros de profundidad.
Pero ¿qué ocurre si uno de los cables sufre un accidente? Al estar organizados en forma de red, si uno de los cables en el Atlántico se cortara, el tráfico puede ser redirigido hacia el Océano Pacífico por medio de la red de fibra que atraviesa el país, o hacia cualquiera de los países limítrofes por esa misma vía.
Argentina tiene dos nuevos cables
En noviembre 2020 finalizó la instalación de los cables submarinos “Malbec” y “Tannat”, conformando así un total de siete cables submarinos que interconectan a Argentina con el resto del mundo.
Una curiosidad: ¿Sabías que todo el acceso a Internet del país depende de Las Toninas? La localidad balnearia perteneciente al Partido de La Costa, ubicada en la Provincia de Buenos Aires, ha sido elegida por las características del fondo marino de su costa para alojar todos los cables submarinos que ingresan y egresan del país.
Existe un sitio web, llamado Submarine Cable Map, que permite conocer y visualizar gráficamente todos los cables submarinos instalados en el mundo entero.